¿Es el cristianismo un plagio de las religiones antiguas? De Horus, Mitra, Krishna, peces y cruces invertidas

P. Javier Olivera Ravasi, SE

Introducción

Hace algunos años nos llegó un escrito donde se planteaba que tanto el cristianismo como la Iglesia Católica serían invenciones de hombres, llegando incluso a decir que son plagios simples y patéticos de religiones paganas, fabricados ni más ni menos que por el emperador Constantino para unificar el Imperio Romano que poco a poco iba desmembrándose.

Para ello, se planteaba que la historia de Jesús se inspiraba en mitologías como las de Horus, Mitra y Krishna.

Confesamos que, al principio, dada la cantidad ingente de fuentes que demostraban lo contrario, nos parecía que no era necesario darle demasiada importancia; sin embargo, a raíz de la repetición, madre de la ciencia (y de la mentira también), sobre todo en tiempos de las redes sociales donde ya casi nadie lee, nos pareció oportuno en algún momento intentar resumir al máximo algunos puntos que pocas veces se piensan para poder, desde allí, hacer sinapsis.

Pero digamos para comenzar que estas afirmaciones de una Iglesia “babilónica” o de un “cristianismo pagano” han sido objeto de discusión y refutación tanto en el ámbito académico como en el apologético desde el inicio del cristianismo[1]; basta para ello leer a San Justino o a los Padres Apostólicos.

Sin embargo, es necesario examinar las evidencias históricas y mitológicas con seriedad para poder comprender si realmente existe una relación sustancial entre Jesús, la Iglesia y estas figuras mitológicas, o si, por el contrario, la correlación es superficial y anacrónica.

1. El origen de las comparaciones

La idea de que la vida de Cristo es una copia de mitos paganos no es algo nuevo, sino que surge principalmente del siglo XIX, cuando se dieron ciertas corrientes filosóficas y religiosas que buscaban explicar los orígenes del cristianismo de manera naturalista, es decir, como una evolución de las religiones paganas. Estas teorías surgieron en un contexto de crecimiento de estudios comparativos de religiones y de una visión crítica hacia las tradiciones cristianas establecidas.

Pero fue a partir del siglo XIX que algunos estudiosos comenzaron a difundir la teoría de que el cristianismo no era más que una versión derivada de religiones anteriores. Entre ellos destaca Alexander Hislop (1807-1865) ministro de la Iglesia Libre de Escocia, de familia presbiteriana, acérrimo enemigo de la Iglesia Católica y autor de “Las dos Babilonias”, una obra donde se dedica a atacar sistemáticamente a Roma bajo el argumento de que el emperador Constantino, aún habiéndose convertido al cristianismo, habría seguido siendo pagano y, bajo la influencia de Satanás, cambiado los nombres de los dioses paganos por nombres cristianos, fusionando ambas creencias con la finalidad de sacar ventajas políticas.

Es de Hislop que tomará sus fuentes, un siglo después, el ministro evangélico Ralph Woodrow, para escribir su “Babilonia, Misterio Religioso” (volveremos sobre el tema).

De la misma época son los trabajos de George W. Foote y Kersey Graves, donde plantean que las mitologías egipcia, romana o hindú, son la fuente de la religión cristiana. Graves, por ejemplo, publicó en 1875 su obra Los dieciséis crucificados salvadores del mundo, en la que afirmaba que Jesús era simplemente un plagio de otros dioses que nacieron, murieron y resucitaron.

Y así, sucesivamente, porque el plagio entre los denunciantes de plagios es infinito.

2. Impacto de las teorías del siglo XIX

Sin lugar a dudas que, durante el convulsionado siglo de la revolución industrial, las ideas del naturalismo influyeron grandemente en el pensamiento religioso y académico, pero fue sobre todo a finales del siglo XIX y principios del XX cuando se popularizaron aún más. La figura del «dios moribundo» (o “muerto”, de Nietzsche) fue un tema recurrente en la literatura sobre mitologías comparadas.

El auge de la teoría de que Cristo habría sido una vil copia de las mitologías paganas terminó llegando hasta nuestros días a través de obras como las de Tom Harpur, The Pagan Christ (2004) y, más cercanamente en audiovisual, el documental Zeitgeist (2007) donde se presentan diversas teorías conspirativas.

La repetición y las redes sociales se encargaron del resto, lo que no significa ni más ni menos que eso: que tienen prensa; sin embargo, no están respaldados por una investigación académica seria y siguen tomando como base las mismas comparaciones erróneas del siglo XIX sin realizar un análisis profundo de los mitos o de los textos cristianos.

3. Crítica contemporánea

Si debiéramos ir a la vida académica real, hoy en día, la mayoría de los estudiosos serios han refutado estos paralelismos, como lo han demostrado académicos contemporáneos (no necesariamente católicos, por cierto) como Bart Ehrman, William Lane Craig, y Craig Evans, subrayando que las afirmaciones de que el cristianismo deriva de mitos paganos carecen de fundamento y no están respaldadas por evidencia histórica confiable.

Pero intentemos un resumen acotado de los supuestos plagios en los que ha caído la Iglesia Católica y el cristianismo en general.

4. Horus, Mitra y Krishna, ¿los antecesores de Cristo?

Veamos quién es quién, en primer lugar.

– Horus: es la deidad central en la mitología egipcia: hijo de Isis y Osiris, su culto se remonta al tercer milenio a.C. Representado como un dios halcón, Horus es asociado con el cielo y la realeza. La primera referencia a Horus se encuentra en inscripciones del Período Predinástico egipcio (alrededor del año 3000 a.C.). Su historia se centra en su lucha contra Seth, el dios del caos, pero no existe una narrativa sobre su muerte y resurrección. En algunos mitos, Isis lo concibe tras un proceso de resurrección de su padre, Osiris, pero no de manera virginal.

– Mitra: es una deidad indo-iraní cuyo culto se originó en los Vedas, alrededor del 1400 a.C. y se expandió en el Imperio Romano, particularmente entre los soldados durante los siglos I y IV d.C. En la tradición del mitraísmo romano, Mitra es un dios que nace de una roca, ya adulto, y no tiene conexión alguna con el concepto de nacimiento virginal. A pesar de las interpretaciones modernas, no hay evidencia de que Mitra haya tenido seguidores o “apóstoles”, difundiéndose naturalmente entre las turbas.

– Krishna: es una de las encarnaciones de Vishnu en la tradición hindú. Se le menciona por primera vez en el Mahabharata y en las Upanishads (aproximadamente siglo V a.C.). Su vida es narrada en textos como el Bhagavad Gita y el Bhagavata Purana. Aunque el nacimiento de Krishna es considerado milagroso, no se presenta como un nacimiento virginal. En la tradición hindú, Krishna es un ser divino que realiza prodigios, pero no existe una narrativa sobre su muerte y resurrección.

5. Jesús de Nazaret: una figura histórica

La figura histórica de Jesús está bien documentada en fuentes cristianas y no cristianas. Los Evangelios y las cartas de San Pablo son las principales fuentes de información cristiana, mientras que autores romanos como Tácito, Suetonio y Plinio el Joven, así como el historiador judío Flavio Josefo, también mencionan a Jesús en sus escritos.

La existencia de Jesús no está en duda para la mayoría de los historiadores modernos, incluso aquellos que adoptan una postura crítica sobre los aspectos sobrenaturales de su vida. Es decir: no se trata de un mito.

La crucifixión de Jesús bajo el gobierno de Poncio Pilato, en particular, es uno de los eventos más verificables de su vida, ya que es mencionada por autores romanos contemporáneos. La existencia de Jesús como predicador judío que causó controversia en su tiempo y que fue ejecutado por las autoridades romanas se considera un hecho histórico.

6. La comparación de Cristo con las deidades paganas

Veamos ahora algunas comparaciones.

a. Cristo vs. Horus

– Nacimiento virginal: El nacimiento de Horus no es virginal. Isis recupera el cuerpo de Osiris y, tras realizar un ritual mágico, concibe a Horus. No hay ninguna evidencia que sugiera una concepción virginal o una relación con la maternidad divina tal como la describe la tradición cristiana.

– Crucifixión y resurrección: Algunos defensores de las teorías de la copia han afirmado que Horus fue crucificado y resucitado, sin embargo, estos elementos no aparecen en las fuentes egipcias originales. Horus no fue crucificado, ni muerto y resucitado en el mismo sentido que Jesús. Los relatos que mencionan un conflicto entre Horus y Seth no implican una crucifixión ni una muerte sacrificial. Horus fue herido en su lucha contra Seth. Además, fue su padre Osiris quien murió y fue restaurado parcialmente por Isis.

– Paralelismos forzados: Muchas de las comparaciones entre Horus y Jesús, como las que afirman que Horus caminó sobre el agua o resucitó después de tres días, carecen de fundamento en los textos egipcios. Estos paralelismos son el resultado de una interpretación moderna que no tiene base en los mitos originales de Horus.

b. Cristo vs. Mitra

– Nacimiento: Mitra nace de una roca, ya adulto. No tiene madre, y su nacimiento no se asocia a ninguna virgen. Además, su nacimiento no se celebra en un pesebre, como el de Jesús.

– Doce discípulos: No existe evidencia textual o arqueológica que sugiera que Mitra tuviera doce discípulos. Este es un elemento fabricado en la cultura popular moderna, particularmente en las teorías relacionadas con el documental Zeitgeist.

– Cena sagrada y resurrección: Aunque algunos rituales del mitraísmo, como el banquete ritual, pueden parecer similares a la Eucaristía cristiana, los cultos de Mitra surgen después del cristianismo primitivo, lo que hace imposible que haya influido en la creación de la Eucaristía cristiana. El culto a Mitra en Roma fue contemporáneo al cristianismo primitivo, no anterior.

Volveremos sobre el tema.

Además, en su forma romana, el culto mitraico incluía ritos como la tauroctonía (imagen de Mitra matando a un toro) y cenas rituales, pero no hay evidencia de una doctrina de salvación o de muerte y resurrección.

c. Cristo vs. Krishna

– Nacimiento virginal: Aunque el nacimiento de Krishna es considerado milagroso, no se trata de un nacimiento virginal. Su madre, Devaki, lo da a luz después de una serie de eventos milagrosos, pero no está relacionado con el concepto de virgen como en el cristianismo.

– Niñez prodigiosa: Krishna realiza milagros y prodigios, como vencer demonios, pero estos no están relacionados con los mismos temas de sacrificio y redención que los milagros de Jesús. La narrativa sobre Krishna es mítica, no histórica.

– Muerte y resurrección: Krishna muere de una herida causada por una flecha en el talón, pero no hay una resurrección corporal. Su ascensión al cielo no implica una resurrección física de la misma manera en que lo hace Jesús según los Evangelios.

7. Críticas académicas a las teorías de la “copia”

Existen varios estudios académicos que critican las teorías de que Jesús fue una copia de mitos paganos. Autores como Ronald H. Nash en The Gospel and the Greeks, Paul Rhodes Eddy y Gregory Boyd en The Jesus Legend, y Bart D. Ehrman en Did Jesus Exist? han señalado que estos paralelismos son infundados y no tienen base en la erudición histórica.

Como decíamos más arriba, la mayoría de las comparaciones provienen de estudios del siglo XIX desmentidas por la investigación moderna. Los paralelismos entre Jesús y los mitos paganos a menudo se basan en interpretaciones incorrectas o en lecturas superficiales de los textos. Como señala el Dr. William Lane Craig, las comparaciones entre Jesús y figuras mitológicas se basan en estudios obsoletos, que no tienen en cuenta el contexto histórico y cultural en el que nació el cristianismo.

8. Los Padres Apostólicos, antes de Constantino, ya respondían sobre estos temas

Protagonistas impensados de una acusación que termina siéndoles contraria son algunos protestantes que, con el fin de atacar a la Iglesia Católica, consideran que muchos de sus rasgos o prácticas provienen del paganismo sin ser siquiera en esto originales.

Algo análogo pasaba en los primeros siglos del cristianismo cuando se acusaba a seguidores del Crucificado de tomar doctrinas paganas y acomodarlas a una nueva creencia, como fue el caso de Celso, filósofo griego que vivió en el siglo II y que se hizo famoso por combatir al cristianismo y ser refutado por Orígenes.

En sus obras, acusa a los cristianos de plagio y del culto a Mitra algunas en sus prácticas mistéricas: bautismo, vestiduras, oblaciones de panes, etc.

Veamos:

“Según parece, partiendo de algunas de estas ideas de Platón, de las que tenían alguna vaga noción, los cristianos proclaman al Dios que está en lo alto del cielo, y se elevan así por encima de los Judíos. Platón enseñó que para descender del cielo a la tierra, o para ascender de la tierra al cielo, las almas pasan por los planetas. Representan la misma idea en los misterios de MITRA(Celso, Contra los cristianos).

La idea era sencilla: había que esconder a un elefante rosado y, para ello, ¿qué mejor que una manada de elefantes rosados? Es decir: había que hacer pasar al cristianismo por una de las tantísimas pseudo-religiones que pululaban en el Imperio Romano, cosa que el mismísimo San Justino se encargaba de refutar en su Apología (150 d.C) expresando cómo algunos gnósticos buscaban copiar algunos ritos cristianos por obra del demonio:

“Los Apóstoles –en sus comentarios, que se llaman Evangelios– nos transmitieron que así se lo ordenó Jesús cuando, tomó el pan y, dando gracias, dijo: “Haced esto en conmemoración mía; esto es mi Cuerpo” (San Lucas XXII, 19). Y de la misma manera, tomando el cáliz dio gracias y dijo: “ésta es mi Sangre” (cf. San Mateo XXVI, 27-28). Y sólo a ellos lo entregó. Esto es lo que los perversos demonios han imitado en los misterios de MITRA, ordenando hacer la misma cosa. Porque, un pan y un vaso de agua con ciertos encantamientos son puestos en los ritos mistéricos de quien está siendo iniciado, como sabéis o podéis oír” (San Justino, Apología).

Es decir: era al revés. El paganismo o gnosticismo tomaba prácticas cristianas, pretendiendo así confundir, llevando agua para sus molinos, como señala también Tertuliano en pleno siglo II d.C:

“El diablo… rivaliza incluso con las porciones esenciales de los sacramentos de Dios. Él también bautiza a algunos, es decir, a sus propios creyentes y fieles seguidores; promete la purificación de los pecados mediante un lavatorio (propio); y si la memoria no me falla, MITRA (en el reino de Satanás) coloca sus marcas en las frentes de sus soldados; celebra también la oblación del pan, introduce una imagen de la resurrección y, ante una espada, ciñe una corona” (Tertuliano. Prescripción contra los herejes).

No por nada, en pleno siglo II y para diferenciarse de los herejes y paganizantes, los verdaderos cristianos comenzaron a llamarse “católicos” para evitar confusiones con el resto de las sectas.

Pero veamos ahora, en razón de la brevedad, ya no tanto las prácticas sino más bien algunos de los elementos utilizados en la Iglesia Católica que, según sus detractores serían originarios del paganismo.

9. Los objetos “paganos” en la Iglesia Católica

“Stultorum infinitus est numerus” (Ecle 1,15) dice la Sagrada Escritura y aquí podríamos estar eternamente refutando el supuesto “plagio” de la Iglesia Católica.

Tomaremos sólo algunos objetos que, más de una vez, han sido puestos en duda.

a. La mitra episcopal

La mitra (o turbante) es un atuendo litúrgico-religioso utilizado desde el inicio del cristianismo para cubrir la cabeza de los obispos al ejemplo de los sacerdotes judíos. Su origen lo encontramos en los miembros del Sanedrín que utilizaban un ornamento similar llamado mitznefet.

Lejos de basarse en los misterios de Mitra, el tema del turbante o mitra que usan los obispos se remonta ni más ni menos que a un mandato dado por el Señor a Moisés (s. XIV a.C.), como leemos en el libro del Levítico:

“Yahvé dijo a Moisés: «Toma a Aarón y a sus hijos, junto con sus vestiduras, el aceite de la unción…Por último, le colocó la MITRA en la cabeza y en la parte delantera puso la placa de oro, la tiara sagrada, tal como Yahvé se lo había mandado (Lev 8,1,9).

Y así lo comentaba la patrística primitiva:

“Hizo aproximar Moisés a su hermano Aarón y a sus hijos, y los lavó con agua, le vistió la túnica, le ciñó con un cinturón; lo vistió con la túnica interior, le impuso el humeral, le ciñó según la hechura del humeral y se lo ató; impuso sobre él el pectoral, e impuso sobre el pectoral la manifestación y la verdad; colocó sobre su cabeza la mitra, y sobre la MITRA puso, a su frente, la lámina de oro sagrada (y) santa, como el Señor había ordenado a Moisés” (Lv 8,1-9) (Orígenes. Homilías sobre el Levítico. Homilía 6. Sobre las vestimentas en el sacerdocio).

Es que la mitra, desde el sacerdocio judío, era ya símbolo del poder sacerdotal, como también lo señalan otros Padres de la Iglesia, como Tertuliano:

“Cristo Jesús, el verdadero Sumo Sacerdote del Padre, en la persona de Josué, más aún, en el mismo misterio de Su nombre, es retratado con un doble atuendo en referencia a Sus dos advenimientos. Al principio está vestido con ropas sórdidas, es decir, en la humildad del sufrimiento y la carne mortal… después fue despojado de Su primera vestidura inmunda, y adornado con la túnica y la MITRA sacerdotales, y una diadema pura; en otras palabras, con la gloria y el honor de Su segundo advenimiento (Tertuliano.  Contra Marción. Cap 7).

Es decir, el origen es anterior no sólo a los misterios de mitra popularizados en el s. I por los soldados romanos, sino muy anterior y hasta bíblico.

Inicialmente con forma de turbante y con metales hasta el siglo XI (llamado camauro o camelaucum), fue reemplazado luego por la forma puntiaguda que se abre hacia arriba bajo el papado de León IX (1049–1054) .

¿Cuáles fueron las razones del cambio? Pues la pesadez y el frío sobre las cabezas (especialmente calvas) fueron lo que hicieron que se cambiase el atuendo obteniendo la forma actual de dos piezas con abertura central que todos conocemos en la Iglesia. Es decir: por motivos litúrgicos y de comodidad. Es decir: nada tiene que ver aquí (¡en plena época de Cristiandad!) con el imitar “o mimetizarse” con el culto “mitraico”, desaparecido ya en el S. IV d.C.

Nada tiene que ver esto, entonces, ni con Mitra ni con lo que erróneamente imaginan algunos también del “dios Dagón”: el dios-pez de los filisteos que se menciona en el primer libro de Samuel (1 Sam 5, 1-5), es decir, 1000 años después de que Moisés recibiera el encargo de confeccionar las mitras a los sacerdotes judíos[2]

No sólo que es anacrónico, sino que es una simple falacia de falsa asociación.

b. La férula papal y la piña

La férula es el bastón llevado durante algunas celebraciones litúrgicas por parte del Papa. Es similar al báculo pastoral del obispo pero, a diferencia de este último, tiene en la extremidad superior una esfera de metal precioso, simbolizando el poder sobre todo el mundo.

Sin embargo, en el enclave con la cruz, se suele colocar una piña, es decir, el fruto del pino, como símbolo no sólo de la inmortalidad sino también de la vida eterna a la cual el Papa debe intentar llevar a sus hermanos, confirmándolos en la Fe (Lc 22,32). La piña, como fruto lleno de semillas, representa también la fertilidad, la fecundidad espiritual y la esperanza de nueva vida. Este simbolismo ya venía del mundo clásico, como la misma figura del buen pastor, pero nada impide que, una figura cierta, pueda ser también usada en la Iglesia, a quien nada de lo humano le es ajeno. 

c. La Cruz y la cruz invertida

De más estaría decir por qué los cristianos usamos el signo de la cruz, tan antiguo como el cristianismo junto con el crismón o el pez, pero algunos se han porfiado en querer decir que, el uso de la cruz no es ni más ni menos que un plagio de ese símbolo utilizado en muchas culturas mesopotámicas (s. IX a VII a.C.) para significar al dios sol (Shamash) o, simplemente, los cuatro puntos cardinales.

Nada tiene que ver con el uso que los cristianos al menos desde el siglo II utilizan, según Tertuliano (“nos marcamos la frente con la señal de la cruz”, Tertuliano, De corona militis, 3) o, simplemente el crismón o el pez, para aún camuflarse más en tiempos de persecución. ¿Y lo de la cruz invertida? Pues por la crucifixión de San Pedro que, por humildad, pidió como último deseo ser asesinado boca abajo, según la tradición.

c. Los símbolos locales

Lo mismo ha sucedido con otros símbolos locales que la Iglesia legítimamente puede asumir para mostrar su cercanía con el pueblo local o, simplemente, para elevarlos a la significación divina (caso famoso fue el símbolo del “gigante de Atacama”, ante la visita del Papa Francisco en 2018 a Chile, cuando colocó esa imagen precolombina en una de sus casullas)[3].

10. Un detractor arrepentido pero olvidado

Dijimos antes que, uno de los autores que más ha influido en los últimos tiempos alegando este tema del “plagio” de la Iglesia Católica respecto de tradiciones antiguas ha sido el evangélico Ralph Woodrow, seguidor del presbiteriano Alexander Hislop y autor del best seller “Babilonia, Misterio Religioso”, publicado inicialmente en 1966.

Fueron muchos los que, luego de Woordow, han -ellos sí- plagiado y copiado hasta el cansancio sus argumentos de la “Nueva Babilonia”, la Iglesia Católica, siendo ésta la cloaca infame que se había mimetizado con el mundo y sus símbolos. Ese libro ha sido objeto de innumerables videos, conferencias, reediciones y ampliaciones por otros autores, amplificando como pocas veces, la idea de que la Iglesia Católica es una mezcla de cristianismo y paganismo.

En el libro se planteaban casi todas las acusaciones que, aún al día de hoy se siguen repitiendo, es decir, que el mismo paganismo que se originó en Babilonia fue simplemente mezclado con el cristianismo – especialmente en Roma con Constantino–, lo que produjo lo que hoy conocemos como la Iglesia Católica.

Es justamente por éste y otros libros similares que en el protestantismo se cree que la Iglesia se corrompió desde entonces (teoría muy difundida especialmente entre adventistas, mormones, pentecostales unicitarios y testigos de Jehová -todos anti-trinitarios, por cierto). Al mismo tiempo que asocian las fiestas como Navidad, Pascua o guardar el día domingo, a las prácticas babilónicas cosa que muestra que esta teoría también está muy arraigada en los grupos judaizantes como los adventistas del séptimo día.

Lo que no dicen (o no recuerdan) es que el mismo Ralph Woodrow, con cierta honestidad intelectual, se arrepintió poco tiempo después de la publicación de su libro y hasta lo sacó de circulación publicando una corrección titulada “¿La conexión Babilónica?” (Babylon Connection?, primera edición de 1997), disponible hoy sólo en inglés. ¿El motivo? Había confiado ciegamente en Alexander Hislop, autor de “Las dos babilonias” y se había dado cuenta de que era un panfleto sin fundamento científico.

Como era de esperarse, la mentira y difamación del primer libro se difundió mucho y su libro se tradujo a varios idiomas. Pero su auto-refutación (aunque incompleta, por cierto) no ha gozado de la misma repercusión.

*          *          *

Conclusión

Las comparaciones entre Jesús y los mitos de Horus, Mitra y Krishna surgen principalmente de un intento de explicar el cristianismo de forma naturalista, y se han basado en interpretaciones erróneas o distorsionadas de los mitos. Estas ideas fueron popularizadas en el siglo XIX y no tienen sentido alguno hoy en día ni son tenidas en cuenta por autores serios, como así tampoco los supuestos plagios de imágenes, símbolos o prácticas.

El cristianismo es no sólo un hecho completamente original sino que es la religión que el Dios verdadero quiso enseñarnos al enviar a Su Hijo Único, fuera del cual no hay salvación posible y que nos dejó a Su Esposa, la Iglesia, como arca de salvación hasta el fin de los tiempos.

Que no te la cuenten

 

P. Javier Olivera Ravasi, SE

San Francisco, 17 de Junio de 2025


Bibliografía elemental

– Nash, Ronald H., The Gospel and the Greeks (no hay traducción española).

– Paul Rhodes Eddy y Gregory A. Boyd, The Jesus Legend: “A Case for the Historical Reliability of the Synoptic Jesus Tradition (no hay traducción española)

– Craig, William Lane, Who Created God? (no hay traducción española)

– Ehrman, Bart D., ¿Existió Jesús realmente? Crítica, 2014.

– Strobel, Lee, El caso de Cristo, Editorial Vida.

https://apologeticasiloe.net/temas-de-apologetica-2/es-cristo-la-copia-de-mitologias-o-de-otros-dioses/

– Ralph Woodrow,

Babilonia, Misterio Religioso (libro quitado de circulación por el mismo autor al reconocer sus fallas).

– Babylon Connection? (https://es.scribd.com/document/473870920/Babylon-Connection)


[1] Por ejemplo, en libros y documentales como The Pagan Christ y Zeitgeist, se argumenta que el cristianismo primitivo es una adaptación de cultos y creencias anteriores.

[2] “Cuando los filisteos capturaron el arca de Dios, la llevaron desde Eben-ezer a Asdod. Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de Dagón, y la pusieron junto a Dagón. Y cuando al siguiente día los de Asdod se levantaron de mañana, he aquí Dagón postrado en tierra delante del arca de Jehová; y tomaron a Dagón y lo volvieron a su lugar. Y volviéndose a levantar de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado a Dagón el tronco solamente. Por esta causa los sacerdotes de Dagón y todos los que entran en el templo de Dagón no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta hoy” (1 Sam 1,5).

[3] https://www.meganoticias.cl/nacional/213665-fotos-presentan-los-ornamentos-que-utilizara-el-papa-francisco-durante-su-visita-a-chile.html

 


– Ayudashttps://www.patreon.com/pjavieroliveraravasi

 Orden: https://ordensanelias.org/donaciones.html

– CURSOS https://cursos.quenotelacuenten.org/

– Editorial y libreríahttps://editorial.quenotelacuenten.org/

– Youtube:AQUÍ y active la campanita.

– Whatsapp: Haga clic AQUÍ y envíe un mensaje con la palabra ALTA.

– Telegram: Suscríbase al canal aquí: https://t.me/qntlc

– Twitterhttps://twitter.com/PJavierOR

javieroliveraravasi.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Page generated in 0,689 seconds. Stats plugin by www.blog.ca