Nuestra opción por los pobres (protestantes). De predicador de una secta a católico de misa tradicional

“Tempus fugit”, decían los romanos. Y es cierto nomás.

Hace tiempo que quería contarles esta anécdota pero no había oportunidad.

Vamos entonces: a principios de año 2019 recibimos un correo electrónico en un nuestro sitio. Era el correo de un lector, José Plascencia, ex misionero protestante y actual apologeta católico, en el que nos pedía ayuda. Necesitaba que conversásemos personalmente con un protestante que estaba en la búsqueda de la verdadera Iglesia.

José Plascencia reside en Estados Unidos y, nosotros, en Argentina. No sabíamos cómo podríamos ayudar.

    -“¿Por skype?” –le dije.

    – “No, personalmente. Tengo un amigo protestante que vive en Argentina, no muy lejos de donde está ud.” – me dijo.

    – “Pues para servirle” –contestamos– ¿qué necesita?”.

    – “Anda buscando hablar con un sacerdote católico y ha tenido algunas malas experiencias” –fue todo.

    – “Pues si no hay otro mejor…, acá estamos” –dijimos.

Y así fue; coordinamos una entrevista y en los primeros meses de 2019 recibí a Leonardo; era un sábado y quedamos en charlar en la casa parroquial.

De unos cuarenta años, tenía aspecto un tanto desconfiado (y no era para menos). Hablaba correctamente, conocía las Escrituras y venía “peregrinando” de cura en cura desde hacía tiempo buscando respuestas sobre los Padres de la iglesia; necesitaba saber “en qué creían los primeros cristianos” (quizás por eso abrió ahora un espacio donde difundir a los SS.PP.).

Nos limitaremos aquí a resumir su historia –con nuestras propias palabras, claro- pues todo se encuentra narrado en una larga entrevista realizada aquí.

Leonardo nació y fue bautizado católico pero con el tiempo no sólo no fue educado en esa Fe sino que recibió una formación fuertemente protestante al punto que, con el tiempo, llegó a ser predicador y profesor en diversas sectas.

Todo parecía ir bien y hasta en ascenso, hasta que, por diversas circunstancias, se topó con un libro que narraba el pensamiento de los Padres de la Iglesia, esos autores, obispos o apologetas católicos de los primeros siglos que, normalmente, expresan la doctrina más cercana a los Apóstoles por su cercanía en el tiempo.

Leonardo leía y leía a los Padres…, pero había cosas que no le cerraban de las diversas sectas protestantes a las que pertenecía, aunque siguiese adelante con su predicación; sin embargo –siempre hay un antes y un después, un particular, un hecho subjetivo (diría Castellani) que lo hizo cambiar de opinión: se había casado con una joven protestante y al llegar los hijos…, vino la pregunta: “¿bautizar o no a los niños?”, “¿qué hacían los Padres de la Iglesia?” –se cuestionaba. Y se sumergió en las páginas de esa fuente inagotable de sabiduría cristiana que son los Padres.

¿Y qué descubrió?

Que decían lo contrario a lo que enseñaban la mayoría de los grupos protestantes, es decir, que bautizaban a las criaturas de niños nomás. No podía creerlo; había oído lo contrario. Y siguió leyendo: sobre el sacerdocio, la confesión, la eucaristía… y un día, llegó a una conclusión:

    – “Según los Padres, yo soy un hereje” – dijo.

Y allí comenzó un camino que sería un camino sin retorno: un camino hacia la verdadera Iglesia.

“¿Dónde seguirán aún hoy las enseñanzas de los Padres?” – se preguntaba.

Y buscó en los luteranos, en los ortodoxos, en otras sectas hasta que llegó a donde no quería llegar: Roma…

    – ¡“Roma no”! –le dijo su esposa, que seguía sus pasos desde lejos.

Pero no había salida…

¿Qué hacer entonces? Decidió cortar por lo sano e ir a ver a un sacerdote católico. Luego de asistir a varias parroquias y hablar con varios clérigos con los que lograba reunirse con intermitencia, pidió cita con uno y fue a verlo con su propia madre –también protestante- que se encontraba visitándolos en ese entonces.

Y la conversación fue más o menos así:

    – “Buenos días padre. Yo soy un predicador protestante, pero he visto que no es esa la Fe verdadera; y querría ver de hacerme católico”.

La respuesta le pareció una broma:

    – “¡Pero si no es necesario! ¡Dios nos ama igual!¡todos somos hermanos!” –le dijo el cura.

No podía creerlo y aunque la frase lo dejó pasmado, pensó con la mejor intención –sin conocer los actuales tiempos pachamámicos– que se trataría de un sacerdote confundido, sin formación.

– “Es que…, ¡yo soy un hereje! ¡Lo dicen los Padres de la Iglesia!” –dijo.

Nada…; no había caso. No encontró allí la opción preferencial por los protestantes.

Decidió entonces probar suerte en otra parroquia; la buscó y llegó de nuevo a otra iglesia; se asombró de que allí, en los salones parroquiales, se impartieran clases de “zumba”, con mujeres un tanto ligeras de ropas y más aún de ideas.

Ya estaba por rendirse; no entendía cómo, si bien lo que leía en los Padres se encontraba también en muchísimos documentos de la Iglesia (no tenía idea hasta el momento del descalabro teológico de los últimos años) se creyera una cosa y se viviera otra. Y decidió hablar de nuevo con el converso Plascencia quien investigando en internet encontró  un cura a quien podía consultar: este pobre servidor que escribe estas líneas; que no es un genio, no es un santo, sino apenas un pobre sacerdote intenta transmitir lo recibido.

Y llegó entonces un sábado a la capilla; y charlamos unas horas, y quedó conforme con lo poco que uno le decía a partir del Catecismo y del Magisterio bimilenario de la Iglesia.

¿Cómo seguir? Él y su señora necesitaban un urgente catecumenado. Pero no era un catecumenado cualquiera, sino un catecumenado específico que les sería impartido por un amigo sacerdote.

Y armamos un programa para él y para su señora; y tuvieron un catecismo personalizado.

Detalle a resaltar: con la formación bíblica que tenía –con mil lagunas, claro, por venir del protestantismo- él mismo se daba cuenta de ciertas ambigüedades en algunos documentos eclesiales actuales por lo que, cuando le venían ciertas dudas, consultaba directamente el Catecismo y, más aún, el Catecismo del Concilio de Trento.

Vino primero el bautismo de sus niños, luego el de su señora (pues no parecía válido según la fórmula que se había usado en una de las sectas) y luego el casamiento por Iglesia, con misa según la forma extraordinaria del rito romano y primeras comuniones incluidas.

Y pasaron de ser protestantes a fieles católicos.

Para dar gracias a Dios y para saber que hay una opción preferencial no por la tierra, o por la ecología, o sólo por los pobres, sino por las almas sedientas del Dios verdadero y de su Hijo, el Buen Jesús que nos legó la Iglesia, la Barca en tempestades.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

8/1/2020


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21 comentarios sobre “Nuestra opción por los pobres (protestantes). De predicador de una secta a católico de misa tradicional

  • el enero 8, 2020 a las 5:48 am
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    ¡《consultaba el Catecismo de Trento》!

    ¡Bueno! Parece nomás que no estaban tan tan perdidos los «catequistas modernos»…

    • el enero 8, 2020 a las 9:21 am
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      Como son los designios de Dios. Justo le tocó buscar ayuda en Buenos Aires, diría uno de los ambientes más contaminado por el progresismo. Bendito sea Dios que guía nuestros pasos.

      • el enero 8, 2020 a las 9:38 am
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        He leído sobre diferentes conversiones de protestantes al catolicismo y, que pena, oír la respuesta que dieron algunos sacerdotes, al igual que en este caso. Me da vergüenza.

    • el enero 11, 2020 a las 7:11 am
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      Gracias padre por traernos está historia. Gracias por pastorear de veras a las almas sedientas de Dios.

    • el enero 28, 2020 a las 2:50 pm
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      No sabía que tenían estatus de parroquia. Tienen los Libros de Bautismo y todo? O se inscriben en otra parroquia?

  • el enero 8, 2020 a las 6:26 am
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    Padre, Justo ayer leía sobre unos heremitas (no sé si se dice así) que fueron excomulgados.. o auto excomulgados. Escribieron una carta muy sentida, en la que dan sus razones de por qué se van y los van de ésta Santa Iglesia.. su motivo principal, el Papa y su confusa doctrina. Dicen defender a Cristo Rey en su pura doctrina y citaron varios dichos de Santos en los que se apoyan sus aseveraciones, concluyendo que ésta, la dirigida por Bergoglio, ya no es la Iglesia de Cristo sino una herejía… Me dió hondamente un dolor en el pecho ya que se trata de Sacerdotes hermitaños, formados en la recta doctrina.. es que será posible seguir siendo de Cristo fuera de la iglesia de Bergoglio?, Ésta es la Iglesia de nuestro Divino Rey ó hay otra escondida?.. qué pasa en un sisma?.. con quién debemos irnos, «con tu pastor» como dice San Pablo.. pero quién es? El que nos encamina hacia herejías pero es el ‘elegido por el Espíritu’?.. Verdaderamente me golpeó ésta excomunión que parece ser la primera de infinitas, por ‘conservadurismo excesivo’.

    • el enero 8, 2020 a las 12:54 pm
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      No es que sea posible o no seguir siendo católico fuera de la iglesia de Bergoglio. Esa iglesia es apóstata, porque ha abandonado la religión Católica y ha creado una nueva sin conservar prácticamente ningún dogma católico. El que quiera ser católico, necesariamente debe abandonar esa nueva religión que puede llamarse modernista, conciliar o de alguna otra manera pero nunca católica. Recuerde que para que una persona sea válidamente elegida papa, antes que nada debe ser católica. Si la elección recae en un hereje, o peor, apóstata, es nula. Una pregunta para explicar mejor la situación de los seguidores de la secta que hoy ocupa el Vaticano y toda la estructura de lo que antes era el catolicismo: ¿Se puede ser católico desde el luteranismo – hinduismo – islamismo – judaísmo?

      • el enero 9, 2020 a las 8:46 pm
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        La Iglesia no es «esta Iglesia», sino la única, la verdadera, la eterna, el Cuerpo Místico de Cristo. Que tenga a la cabeza visible un timador no hace sino acrecentar sus sufrimientos, humillarla más si cabe, pero sigue siendo LA IGLESIA, la única, la de Cristo, no «la que subsiste en» la Iglesia Católica, sino la única y verdadera Iglesia Católica.
        No se confunda amigo; Bergoglio podrá hacer lo que quiera y ordenar lo que plaza, como ya se ha hecho antes (no olvidemos a los papas anteriores ….) pero la Iglesia no puede perecer. Luego, no hay «esta» Iglesia sino la Iglesia de Cristo en manos dela sinagoga. Es todo. Ya pasó una vez y tiene que volver a pasar.

    • el enero 9, 2020 a las 6:37 pm
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      Lea cien años de modernismo del padre Dominique Bourmaud.

    • el enero 9, 2020 a las 6:39 pm
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      Lea cien años de modernismo del padre Dominique Bourmaud…..respuesta para María Laura Lozano.

  • el enero 8, 2020 a las 7:40 am
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    Muchas gracias por esta anecdota… justamente en el canal del Sr. Plascencia aparece un video de esta persona con su testimonio:
    https://www.youtube.com/watch?v=x6k-24tpWjU
    Es un estimulo para perseverar en nuestra fe y tratar de conocerla y vivirla mas cada dia…
    Cabe aclarar que en internet se pueden encontrar miles de casos de protestantes, judios y musulmanes (hasta catolicos que se alejaron de su fe) que se han convertido al catolicismo (un ejemplo en youtube puede buscarse «cambio de agujas»), aunque debe aclararse que al catolicismo»tradicional»…

    • el enero 8, 2020 a las 9:56 am
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      No creo que lo publique Padre, igual se lo envió

      Los《actuales tiempos pachamámicos》no nacieron recientemente de un huevo de ñandú, ni emergieron del Riachuelo, ni cayeron del Uritorco, tampoco de un Papa.
      Los 《actuales tiempos pachamámicos》son la gestación del «modernismo, con todas sus diabólicas facetas poliédricas», disfrazado de Cristianismo; que luego, de décadas y décadas de nutrirnos con los herejes y apóstatas disfrazados de teólogos y redactores de «catecismos ambiguos», dieron a «Luz» los 《actuales tiempos pachamámicos》, ósea que son sólo un bebé de pecho nomás (por ahora), iremos contemplando su crecimiento y maduréz, hasta que DIOS disponga lo contrario.
      Donde el más GRAVE detalle del «GRAN Catecismo» está en separar la vivencia de la FE SOBRENATURAL de la MORAL (por paralelos caminos).
      La gran Barca al «navegar» por el nuevo río teológico-catequístico, naufraga en el «mar pachamámico»…igualmente DIOS es inmutable, Él tiene otras pequeñas balsitas, diría mejor unipersonales salvavidas que salvan otras almas antes del eterno avismo…

      También, TODAS las ‘notas aclatarorias’, y muchas traducciones de las ‘nuevas’ publicaciones Bíblicas católicas son ‘polietricamente modernistas ‘, están nutridas por el catecismo y los nuevos teólogos…
      Este Buen hombre Protestante iluminado por la Gracia, llegó a la verdadera Iglesia para recibir los únicos verdaderos Sacramentos; desde ahora, el pobrecillo comenzará un camino de APOSTASÍA.

  • el enero 8, 2020 a las 9:35 am
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    Buen día Padre, en su anécdota hace referencia a luteranos, ortodoxos, otras sectas. Cuando dice, ortodoxos se refiere a Católicos Apostólicos Ortodoxos ?

    • el enero 8, 2020 a las 9:42 am
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      A los cismáticos.

  • el enero 8, 2020 a las 10:03 am
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    A mi el mismo libro me puso en la senda verdadera.

  • el enero 8, 2020 a las 10:05 am
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    Gracias Padre siga instruyendonos en la sana doctrina.
    Rezamos por ustedes que son sacerdotes fieles a Cristo y a La Iglesia Catolica ,que se esfuerzan en vivir la santidad y predicar el camino estrecho del evangelio.
    Que Maria Santisima y San Jose nos conserven en la verdadeta Iglesia fundada por el Señor Jesus.

  • el enero 8, 2020 a las 10:31 am
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    Me gusta leer esta clase de noticias, porque cuando una persona encuentra la verdadera iglesia de Cristo demuestra humildad y que en realidad aman y buscan a Dios, miles de hermanos separados están ciegos y llenos de odio a nuestra iglesia que no les permite ver que están equivocados, que Dios Bendiga a todos aquellos que ayudaron a este hermano a buscar y hayan la verdad Dios,

  • el enero 8, 2020 a las 10:45 am
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    el olor a azufre desde hace tiempo que esta en la iglesia y no es de ahora.Pero los cristianos medianamente bien formados no siguen a personas, sino a Cristo, y aman a su SANTA Iglesia, formada por PECADORES.
    La medida es clara, IGLESIA, + Tradición+Magisterio, si alguno les predicara otra cosa sea anatema.

  • el enero 8, 2020 a las 2:21 pm
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    Querido Javier:
    Has cometido el imperdonable pecado de proselitismo. La peste como la ha calificado Francisco Magno. Aguardo tu conversion ecumenica y ecologica.

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