Los abusos homosexuales del clero

Como ya se ha debatido en varias partes y es de conocimiento general, el 80% de los casos de abuso sexual dentro del clero ha sido abuso homosexual (este es el tabú que algunos parecen querer tapar quizás «en defensa propia»). Basta con leer este magnífico post con tablas comparadas y todo que, hace pocos días apareció en Infocatolica.

Como muchos saben y los medios se han encargado de diseminar, en Roma ha comenzado una mega reunión en la que se analizan estos dolorosos casos que asolan a la Iglesia. Fue en este marco que el prelado canadiense, Mons. Scicluna, arzobispo de Malta y miembro del actual Comité organizador ha declarado ayer que ni la homosexualidad ni la heterosexualidad «predisponen al pecado».

Y en parte es verdad. Pero sólo en parte. 

Es decir: no porque un cura sea heterosexual va a estar «predispuesto» a romper su promesa de castidad con la primer damisela que se le presente; ni tampoco porque un cura sea un invertido, va a ser un abusador o pedófilo serial.

Estamos claros.

Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

Una cosa es la tendencia natural a la que estamos inclinados por esencia y otra la anti-natural a la cual podemos llegar por nuestros malos hábitos; tal es así que Aristóteles, hablando de las virtudes y los vicios, dice que un hábito muy arraigado engendra como «una segunda naturaleza».

Claro: que hoy ya nadie sabe lo que es ni la «esencia» ni la «naturaleza» de las cosas.

La homosexualidad es no sólo un pecado nefando sino, hasta no hace poco al menos, era una enfermedad mental hoy reducida y edulcorada a una leve «disforia de género» según el actual DSM V (el mata-locos de los psiquiatras).

Si fuéramos consecuentes con el razonamiento de más arriba, deberíamos decir que, sólo juzgando la materialidad de los actos:

– La cleptomanía no predispone al robo.

– El alcoholismo no predispone a la borrachera.

– La mitomanía no predispone a la mentira.

– La piromanía no predispone al incendio.

– La ludopatía no predispone al despilfarro de los bienes.

Y así sucesivamente…

En fin; habrá que repasar la moral nomás. Mientras tanto, recomendamos lo que hace dos años publicamos aquí al resumir el Liber gomorrhianus de San Pedro Damián, obispo y doctor de la Iglesia cuya fiesta se celebra mañana 23 de Febrero.

 

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

 


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22 comentarios sobre “Los abusos homosexuales del clero

  • el febrero 22, 2019 a las 2:02 pm
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    Es muy importante saber lo que nos enseña San Jerónimo, que es doctor de la Iglesia, respecto al significado del clero; se trata de la porción escogida por el Señor nuestro Dios.

    Los pecados de impurezas, como la homosexualidad, no es compatible con el clero, los anticlericales son masones, y los hijos de este mundo, los libertinos, que trata de confundir, buscando complicidad en los pobres ignorantes.

    Entonces, el clero, el clericalismo tiene un objetivo, la vida de pureza, de santidad, no pueden pecar porque son la porción escogida del Señor para bien de toda la Iglesia Católica, Apostólica.

    La Palabra de Dios; las enseñanzas de Jesús nos advierte que no nos dejemos engañar, porque hay muchos impostores, ladrones, mercenarios, falsos profetas, gente que pertenecen al anticristo, y algunos de ellos son movidos por el diablo, no por el Señor, pues por sus frutos se les pueden conocer, se meten en los seminarios, en los noviciados, están el trigo y la cizaña, y el Señor ya nos lo enseña también. Que estemos prevenidos para no ser engañados. Los impostores llegan a altos puestos de la Jerarquía de la Iglesia Católica para hacer el máximo daño.

  • el febrero 22, 2019 a las 2:18 pm
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    La gravedad de esta conducta que pretende soslayarse en la sociedad actual, es doblemente grave en los bautizados y ni mencionar los Clérigos. Inadmisible.
    Dios lo clasifica Abominación. Sodoma fue destruida por su promiscuidad.

  • el febrero 22, 2019 a las 2:45 pm
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    Buenas tardes me gustaría que el autor de este comentario se explicará más respecto al razonamiento por el cual cada uno de los ejemplos no son una predisposición a …… Y pedir que me aclare por que el DSM 5 es el mata locos de los psiquiatras , ya que quien escribe ejerce dicha especialidad .
    Noto una acidez en el artículo, que a mi juicio , más que aclarar confunde con los cambios de posición de términos usados.
    Lo saludo en el Corazón de Nuestra Pura y Santa Madre La Virgen María

    • el febrero 22, 2019 a las 4:10 pm
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      1) Si alguien padece cleptomanía estará más predispuesto al robo que quien no la padece; ídem respecto al derroche económico si alguien padece ludopatía.
      2) Lo del DSM V es una ironía, claramente.
      3) Sobre la acidez, es parte de mi estilo, que puede no coincidir con el de todos, sin duda.
      Dios la guarde y la Virgen nos proteja. Padre Javier

      • el febrero 23, 2019 a las 12:48 am
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        Entonces padre su escrito no es claro en cuanto a los ejemplos y parece que falta caridad en cuanto a referirse irónicamente al ámbito de trabajo de los demás. A veces me pregunto , leyendo artículos así , cuál fue la finalidad al escribirlo : lo saludo con respeto y sin ironías.

        • el febrero 23, 2019 a las 3:22 am
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          Gracias. No es necesario compartir ni el estilo ni la finalidad. De todos modos, como en tantos otros post, la idea es seguir el adagio latino que dice: «castigat ridendo mores».
          Yo también la saludo con respeto y sin ironías.
          Dios la bendiga. PJOR

      • el febrero 23, 2019 a las 1:51 am
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        No estoy de acuerdo con las comparaciones con la cleptomanía, la mitomanía, etc. pues en estos casos la inclinación patológica acentúa la inclinación de la naturaleza caída, mientras que en la homosexualidad la inclinación patológica no acentúa la inclinación sino que desvía el objeto natural de la misma. Las inclinaciones a robar, mentir, etc. son consecuencia del pecado original, mientras que la inclinación sexual no lo es. La inclinación homosexual es el mismo deseo sexual, que no es ni patológico ni consecuencia del pecado original, pero que aparece patológicamente desviado en su objeto.

    • el febrero 23, 2019 a las 11:43 am
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      Maria Lourdes, la acidez que ve en el artículo, la confusión de ideas, todo , son las suyas propias. Tenga en cuenta que no todos los que digan «Señor, Señor..»entrarán en el Reino de los Cielos.

      • el febrero 28, 2019 a las 3:54 am
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        Me gustaría saber quién escribe comentarios sobre mi , no se identifica ,clásico de los cobardes , se anima a decir quién se salvara!!!!!! Y va más allá ,también me conoce tanto que me diagnostica. Le recuerdo que el comentario es para el padre , no me interesan en lo más mínimo los suyos.

  • el febrero 22, 2019 a las 3:52 pm
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    Hola P.Javier! Gracias por estos post. Quería agregar y hacer una consulta …Sabemos que del 100% de los sacerdotes,religiosos etc…sólo el 10% me animaría a decir ha caído ,esta caído y va a caer en este horrible y nefasto pecado que arruina almas y hasta se pierden por culpa de.. Aún así no digo que se oculte debajo de la alfombra no? Mi pregunta es…por qué se cambian de lugar ,destino a aquellos sacerdotes que tienen estas tendencias ?..porqué mejor no se los ultima a cambiar de vida y se los envía a un «lugar»,lejos del contacto con personas ,ya sea niños,niñas,jóvenes etc. Para que realmente pueda ver que está mal lo que ha hecho ..? De lo contrario prohibirle ejercer su Ministerio ! Dónde vivo,en mi diócesis hay algunos casos…el último muy grave …Lo peor de todo que esto no se queda ahí ..en el pecado del sacerdote y el agravio al abusado sino que la Santa Madre Iglesia se ve envuelta y afectada en este pecado.
    Me duele mi Madre,me duelen los sacerdotes ! Dios quiera que en este Sínodo de obispos en contra de la pederastia …se llegue a alguna solución para este mal.
    Que María Santísima lo cuide Padre y lo ayude a vivir santamente su sacerdocio.
    Natalia Asencio
    Malargüe,Mendoza

  • el febrero 22, 2019 a las 4:00 pm
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    Padre,
    Soy católico tradicional.
    Leí el Libro de San Pedro Damián entero.
    Leo este post y la verdad que me parece que no es muy constructivo que digamos.
    Decir:
    «La homosexualidad es no sólo un pecado nefando sino, hasta no hace poco al menos, era una enfermedad mental hoy reducida y edulcorada a una leve “disforia de género” según el actual DSM V»
    Una enfermedad no es un pecado.
    La gente que padece la homsexualidad y vive castamente, o por lo menos hace el esfuerzo como el heterosexual, debe ser respetada.
    Decirle «puto», «invertido», «maricón», a todo aquel que sea homosexual realmente no es cristiano.
    Los homosexuales no deben ser curas. Los que son curas deberían pedir dispensa. Pero son personas, hay que respetarlas.
    Con el tema de que la homosexualidad es «una enfermedad», muchos pensando en que podían curarse o que podian sobrellevarla como quien tiene diabetes, se metían en el seminario. Y hasta había quienes se lo recomendaban. Piensen que si solo se lo ve como una enfermedad más, entonces se mira para otro lado y listo. Esto tanto los progres, tradis, neocones o lo que sea.
    Hoy sabemos que la homosexualidad, por más que nos parezca una enfermedad y se viva castamente, no es compatible con el sacerdocio.

    Iván

    • el febrero 26, 2019 a las 11:00 am
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      Está en Amazon

  • el febrero 22, 2019 a las 8:31 pm
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    La homosexualidad ha sido expresamente eludida o solayada en esta «megacumbre» romana. Todo se ha centrado en el abuso de menores, cosa gravísima sin ninguna duda; pero el problema es todavía mucho más grave.
    En los años ssenta y setenta, los comunistas se infiltraron en la Iglesia, vía «teología de la liberación», con el fin de destruir a la Iglesia. En estas décadas del siglo XXI el lobby homosexual está infiltrando la Iglesia con fines inconfensables. Hay una alarmante red de clérigos homosexuales desparramada por todos lados. Este es el asunto central. No se lo ha tocado. Por el contrario cada día nos llegan noticias de sacerdotes y obispos que promueven abiertamente este vicio nefando.
    Lo de Roma es un show mediático. En vez de poner la Iglesia ante la mirada de Dios se ha preferido ponerla ante la mirada del mundo.

  • el febrero 23, 2019 a las 1:41 am
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    Fuera de los estudios y estadísticas, tan necesarios para poder demostrar en forma científica, practica y tangible los conceptos abstractos, hay una simple realidad: El homosexual es un pervertido, dicho con todo respeto sin juzgar los casos individuales ni las causas, que aunque fuesen dolorosas e injustas no cambian su status de degenerado (o sea que sus inclinaciones están fuera de su género o sexo de nacimiento sellado en los genes de cada una de sus millones de células que componen su cuerpo) .

    Su tendencia no es la natural, o sea la atracción entre los sexos opuestos, femenino y masculino, sino que se pervirtió la misma desviando sus deseos hacia lo antinatural (contra natura) Si observamos a la naturaleza vemos, sea en el reino Vegetal, el animal y hasta en la materia, que todo tiene un sentido, una razón de ser. El toro busca la vaca para satisfacer su placer, pero ese no es el fin en si mismo, el fin es la reproducción de la especie y ese instinto tan potente, como lo es el sexual, solo es el medio, de hecho infalible por lo menos hasta estos tiempos, para conseguir dicho fin. La luna gira alrededor de la tierra no solo para brindarnos un gran espectáculo romántico a los enamorados. sino que entre otras cosas regula las mareas, que posibilitan la vida en los océanos, también regulan las cosechas y el clima. Se pueden dar mil ejemplos más.

    Por supuesto que la sexualidad humana es mucho más compleja, pero este no es el tema.

    El problema es que esta desviación, al estar corrompida la consciencia y el gusto por lo natural, no queda en un plano de moderación sino que siempre busca más y nuevos placeres, todo vale mientras pueda saciar los apetitos descontrolados de su voluntad e inteligencia. Y lo que más les gusta, no seamos ingenuos, son los niños… muchos se contendrán sea por miedo a las consecuencias o falta de oportunidades para acometer con su crimen, o sea por algo de consciencia que todavía les queda pero muchos otros lo llevan a la práctica. Los abusadores de menores y no menores, son en su mayoría homosexuales. (Considerando como homosexual a cualquiera que tenga esos gustos pervertidos sin hacer distinciones en mil categorías inventadas, aunque tenga mujer e hijos ya que si tiene «el gusto» por las relaciones homosexuales es definitivamente un homosexual o pervertido, como quieran llamarlo.) Claro que hay excepciones, hablo en general

    Volviendo al doloroso tema que nos ocupa, en el clero el problema central es la homosexualidad que lógicamente llevará al abuso. Querer verlo de otra forma es querer seguir tolerando y apañando esta gran tragedia con estos pecados de sodomía que “claman al Cielo”
    Resulta que la tónica parecería ser: resolvamos el tema de los abusos de menores (por un problema legal, de la ley escrita por los hombres, de la ley positiva), no hay que extenderse mucho sobre la gravedad del tema que todos conocemos, pero…no resolvamos ni condenemos la homosexualidad en los sacerdotes que son «adultos» siendo además esto la causa de lo otro.

    Supongo que lo que digo molestará a unos cuantos ya que no es «políticamente correcto» pero si no tenemos libertad para decir sin «autocensura previa» lo que pensamos estamos en una dictadura, «la dictadura del relativismo» y eso es muy peligroso, ya vimos lo que pasó en otras épocas de la historia con este tipo de ideologías…

    Omar El Jaouhari

  • el febrero 23, 2019 a las 3:04 am
    Permalink

    Fuera de los estudios y estadísticas, tan necesarios para poder demostrar en forma científica, practica y tangible los conceptos abstractos, hay una simple realidad: El homosexual es un pervertido, dicho con todo respeto sin juzgar los casos individuales ni las causas, que aunque fuesen dolorosas e injustas no cambian su status de degenerado (o sea que sus inclinaciones están fuera de su género o sexo de nacimiento sellado en los genes de cada una de sus millones de células que componen su cuerpo) .

    Su tendencia no es la natural, o sea la atracción entre los sexos opuestos, femenino y masculino, sino que se pervirtió la misma desviando sus deseos hacia lo antinatural (contra natura) Si observamos a la naturaleza vemos, sea en el reino Vegetal, el animal y hasta en la materia, que todo tiene un sentido, una razón de ser. El toro busca la vaca para satisfacer su placer, pero ese no es el fin en si mismo, el fin es la reproducción de la especie y ese instinto tan potente, como lo es el sexual, solo es el medio, de hecho infalible por lo menos hasta estos tiempos, para conseguir dicho fin. La luna gira alrededor de la tierra no solo para brindarnos un gran espectáculo romántico a los enamorados. sino que entre otras cosas regula las mareas, que posibilitan la vida en los océanos, también regulan las cosechas y el clima. Se pueden dar mil ejemplos más.

    Por supuesto que la sexualidad humana es mucho más compleja, pero este no es el tema.

    El problema es que esta desviación, al estar corrompida la consciencia y el gusto por lo natural, no queda en un plano de moderación sino que siempre busca más y nuevos placeres, todo vale mientras pueda saciar los apetitos descontrolados de su voluntad e inteligencia. Y lo que más les gusta, no seamos ingenuos, son los niños… muchos se contendrán sea por miedo a las consecuencias o falta de oportunidades para acometer con su crimen, o sea por algo de consciencia que todavía les queda pero muchos otros lo llevan a la práctica. Los abusadores de menores y no menores, son en su mayoría homosexuales. (Considerando como homosexual a cualquiera que tenga esos gustos pervertidos sin hacer distinciones en mil categorías inventadas, aunque tenga mujer e hijos ya que si tiene «el gusto» por las relaciones homosexuales es definitivamente un homosexual o pervertido, como quieran llamarlo.) Claro que hay excepciones, hablo en general

    Volviendo al doloroso tema que nos ocupa, en el clero el problema central es la homosexualidad que lógicamente llevará al abuso. Querer verlo de otra forma es querer seguir tolerando y apañando esta gran tragedia con estos pecados de sodomía que “claman al Cielo”
    Resulta que la tónica parecería ser: resolvamos el tema de los abusos de menores (por un problema legal, de la ley escrita por los hombres, de la ley positiva), no hay que extenderse mucho sobre la gravedad del tema que todos conocemos, pero…no resolvamos ni condenemos la homosexualidad en los sacerdotes que son «adultos» siendo además esto la causa de lo otro.

    Supongo que lo que digo molestará a unos cuantos ya que no es «políticamente correcto» pero si no tenemos libertad para decir sin «autocensura previa» lo que pensamos estamos en una dictadura, «la dictadura del relativismo» y eso es muy peligroso, ya vimos lo que pasó en otras épocas de la historia con este tipo de ideologías…

    Omar El Jaouhari

  • el febrero 23, 2019 a las 10:45 am
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    Un poco mas de información que explica lo mismo del articulo. Que por cierto es excelente.

    Relación entre homosexualidad y pedofilia en la Iglesia Católica
    El 12 de abril de 2010, el cardenal Tarcisio Bertone fue consultado por la prensa acerca de la incidencia del celibato en la aparición de casos de pederastia en la Iglesia Católica. El número dos del Vaticano respondió que de acuerdo con los expertos, las causas de la pedofilia hay que buscarlas en el homosexualismo, no en el celibato.

    Han demostrado muchos psicólogos, muchos psiquiatras, que no hay relación entre celibato y pedofilia, pero muchos otros han demostrado, y me han dicho recientemente, que hay relación entre homosexualidad y pedofilia… Esto es verdad, éste es el problema[14].

    Estas palabras han desatado la ira de colectivos homosexuales y la protesta formal de algunos países[15].
    En las estadísticas facilitadas recientemente por monseñor Charles J. Scicluna sobre los casos remitidos a la Congregación para la Doctrina de la Fe entre los años 2001-2010, resulta que solo un 10 por ciento de los casos eran de pederastia en sentido estricto, mientras que el 90 por ciento tenían que ver con adolescentes: el 60% hacen referencia a actos sexuales con personas del mismo sexo y el 30% de carácter heterosexual. Es decir, en la gran mayoría de los casos se trata de varones que abusan de menores del mismo sexo.
    Los datos confirman que entre el clero católico no se dan más casos de abusos a menores que en otros ámbitos. Ciertamente, nadie ha dicho (tampoco Bertone) que cualquier homosexual sea un pederasta ni que cualquier sacerdote con tendencia homosexual abuse de menores. Pero igualmente habría que reconocer que en la Iglesia el problema de los abusos a menores no proviene de los sacerdotes que viven el celibato, sino de los que no lo viven y que, según se ha visto, en su gran mayoría se sienten atraídos por adolescentes varones.
    Lo que molesta es que las palabras de Bertone hayan suscitado un tema que hoy es tabú, como si cualquier dato que vaya en desmedro de la conducta homosexual debiera silenciarse. Como ha declarado el profesor Massimo Introvigne, los que se rasgan las vestiduras «buscan prohibir la cita de aquellos datos estadísticos que consideran como políticamente incorrectos. Es una forma de censura inaceptable, en ocasiones disfrazada de científica». Pero los datos estadísticos son números y «estos números, en cuanto tales, no deberían ofender a nadie y no se les puede hacer decir más –ni menos– de lo que dicen».
    Homosexualidad y pederastia
    La relación que existe entre la homosexualidad y la pederastia es un aspecto esencial dentro de ambos fenómenos y uno de los temas que algunos activistas gay desean negar o ignorar, mientras que otros lo admiten sin reparos.
    La Dra. Judith A. Reisman, ex profesora de investigación de la American University y testigo en calidad de experta ante la comisión sobre la pornografía del fiscal general de Estados Unidos, confirma que solamente el 9% de la población heterosexual, es pederasta. En cambio la población homosexual pederasta alcanza el 60%.[3] En otras palabras, el 87% de la población pederasta es homosexual, mientras que el 13% restante es heterosexual. Sin embargo, la Asociación Americana de Psiquiatría, compuesta mayormente por activistas gay, niega que exista esta relación.
    Por otra parte, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, los pederastas adultos son varones en más de un 90% de los casos. El informe publicado en 2004 por el John Jay College, considerado como el más completo sobre el tema en EE.UU., constata que además, el 81% de las víctimas eran también varones. En otras palabras, ya sea que el agresor se declare homosexual o no, la pederastia implica un acto homosexual en la gran mayoría de los casos, donde tanto el adulto como el niño son varones.

  • el febrero 23, 2019 a las 4:14 pm
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    Una cosa es el ACTO homosexual y otra la TENDENCIA homosexual.

    – “Los ACTOS homosexuales son intrínsecamente desordenados. Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso” (Catecismo de la Iglesia Católica 2357).
    – La TENDENCIA homosexual es «objetivamente desordenada» (Catecismo de la Iglesia Católica 2358), por lo cual «constituye una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral» (Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta “Homosexualitatis Problema”).

    O sea que a las personas que tienen la inclinación al pecado, fruto del pecado original, se les suma otra inclinación (o tendencia), frtuto del desorden homosexual. No es que pequen necesariamente, pero requieren un esfuerzo mayor que un heterosexual para dominar su deseo sexual; por la sencilla razón de que la inclinación heterosexual no es anti-natural.

    Para repetir lo que dice el P. Javier en el post, con otras palabras nomás.

  • el febrero 23, 2019 a las 6:09 pm
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    P. Javier, si bien usted especifica al hablar de homosexuales que llegan a esa situación por sus malos hábitos, parece que mete en la misma bolsa a quienes lo son sin culpa alguna de su parte. Usted, como sacerdote, debe saber que hay muchas personas homosexuales que no quieren serlo, y que jamás quisieron serlo, y que a pesar de todo, llevan su cruz y viven castamente.
    Muchos sacerdotes hubo y hay en la iglesia que tienen tendencia homosexual y que, sin embargo, no faltan a la castidad y son virtuosos. No me parece justa su generalización.

  • el febrero 24, 2019 a las 12:52 am
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    Recienteme escuche que un porcentaje alto de sacerdotes alemanes implicados en pecado de Sodomia, tenian años sin confesion, me impacto ya que la confesion es una forma de permancer en gracia, tambien fue señalado. Y necesariamente me cuestione como esta esto en los sacerdotes de mi diosecis, ciudad, paid, …
    Rolando Ortiz

  • el febrero 24, 2019 a las 2:51 pm
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    Creo que la Iglesia recuperaría credibilidad si dejan a cada uno que abrace la fe , la profece incluso desde la union civil .- Tanto monjas como curas podrian hacerse carne mejor de los problemas en las familias siendo parte de una y no por ello dejar de servir al Señor.-que la Virgen Maria guie siempre nuedtros pasos./

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