«Hospital de campaña» ¿sin capilla católica?
Cuentan que, durante la persecución de Valeriano (s. IV), el sanguinario emperador mandó a llamar a San Lorenzo, diácono de la Iglesia y le dijo:
— «Quiero los tesoros de la Iglesia».
El santo, luego de pedir un par de días para cumplir con lo mandado, recorrió los suburbios de Roma para regresar luego con un buen grupo de ciegos, cojos, mancos y pobres.
— «Aquí están; estos son los tesoros de la Iglesia» – le dijo[1].
Porque si hay una institución que, desde sus orígenes, sabe de caridad, es la Iglesia Católica. Es quizás por esto que, siguiendo las huellas del Buen Jesús, hoy por hoy en algunos templos se haya querido albergar a las personas que se encuentran en “situación de riesgo” de COVID-19, para ofrecerles, a pedido del Estado, la vacunación contra la gripe.
Y está muy bien que sea así.
Lo que resulta extraño es que, en este “hospital de campaña” en el que –literalmente– se ha convertido hoy un sector de la Iglesia, no exista también una capilla chiquita, diminuta, paupérrima, que, cuidando los recaudos sanitarios del caso, albergue a los enfermos de cuerpo y de alma, permitiendo así poder tener la Santa Misa y el sacramento de la confesión, vacunas dadas por el mismísimo Nazareno.
¡Si hasta hay algunos que, en un rapto de confusión llegaron a ir incluso a un vacunatorio a pedir… los sacramentos, y no se los dieron!
A una escuela y tampoco…
A una ONG de veganos y nada…
A un comité político y les dijeron que de eso estaban exceptuados…
Es decir: ¿no se podría pedir que estos nuevos hospitales de campaña, tuviesen también una capilla católica?
Todo, guardando las profilácticas medidas, claro está…
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
[1] Luego de ello San Lorenzo fue quemado vivo en el año 258 (Cfr. Francisco de Paula Morell, Flos sanctorum, Santa Catalina, Buenos Aires s/f, 234).
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Sería bueno que todos los capellanes militares acompañen a las ffaa desplegadas en apoyo a la crisis que desató este virus. De esa manera no solo se estaría distribuyendo comida para el cuerpo sino tamb para el alma. Fuerte abrazo!
Definitivamente todo esto tiene un trasfondo que no se relaciona con cuestiones medico-sanitarias. Ayer y hoy había 2 cuadras de cola para ingresar a los cajeros, pero a mí no me permiten que asista a la Adoración Eucarística donde somos solamente 3 individuos. Se arrogan el derecho de decidir por todos nosotros que cosa es esencial y que cosa no lo es.
Lo mas doloroso para mi personalmente, aparte de todo lo que vivimos con la pandemia es ver como la Conferencia Episcopal, los obispos de las diferentes Diócesis se han plegado sin ninguna clase de reparos a acatar la decisión del gobierno, y a su Señor su representado todos vicarios de Cristo, lo han cerrado sin mas ni mas. Soy agente de salud, esta bien tengo mi responsabilidad pero no por ello dejo de cuidar mi espíritu, la fortaleza de la Eucaristía y la comunión sacramental es irreemplazable, para mi una simple oveja del rebaño.
Hoy viendo que a veces somos obsecuentes con nuestros pastores y no obedientes, conceptos que se confunden muy a menudo conteste a una persona, no nos preocupemos tanto por lo que mata el cuerpo, pero si por lo que está matando el alma, de miles de jóvenes, niños, adultos, ancianos y no nos mueve un pelo. No le hagamos el caldo de cultivo a quienes quieren hacer desaparecer a Cristo y su Iglesia de la faz de la tierra.
Padre , después de ver el video en donde usted viene de ver un enfermo a una hora de distancia,
me pongo a pensar , los sacerdotes de aquí están aburguesados , ellos no hablan con las personas , no tienen contacto , si los buscan no van … una vez cuestionando a uno dijo : por eso deben de estar preparados …… …..Yo pienso que eso es lo que está mal en la iglesia , al menos aquí en éste estado del norte de México.