La desgracia más importante de Hispanoamérica

De pluma ajena

Al sol de hoy, aún seguimos encontrando a muchos hispanoamericanos que siguen creyendo que nuestro nacimiento como países comenzó entre los años 1810 y 1821, período en que se llevaron a cabo las llamadas «independencias» de América. Sin embargo, la pregunta más importante que podemos hacer es esta: ¿Qué había antes de aquellas fechas?

La opinión más difundida, que, en todo caso, es la falsificada, dice que estos países americanos estaban «sometidos» a uno de los imperios más bárbaros que han podido existir. Los españoles, según la leyenda todavia en uso, llegaron a estas tierras con ansias desmedidas de riquezas y por lo tanto, todas las supuestas atrocidades y cruentas acciones de los conquistadores tenían como fundamento el lucro. En otras palabras: el español era la criatura más rapaz de la faz de la tierra que solamente deseaba posesiones.

No podemos olvidar la mentada masacre relatada por fray Bartolomé de las Casas en su Brevisima relación pero que, al día de hoy, nadie ha podido demostrar realmente que haya sucedido. Para muchos, pues, antes de las «independencias» existía la barbarie, existía un imperio de hombres nefastos, saqueadores y pervertidos.

Nuestros pueblos siguen creyendo en estas leyendas negras; el hispanoamericano no quiere saber nada de su pasado porque lo relaciona con noches oscuras y sanguinarias. Por lo mismo, al desconocer su verdadera historia, cree cualquier historia extranjera; en América el hispano que aún cree en la historia falsa se afrenta de su tierra, no encuentra raíces en su patria y por lo tanto, decide emigrar.

Si el hispanoamericano conociera sobre su verdadero nacimiento y que, por trescientos años fue hijo (nunca fue esclavo) de España, su Madre Patria, entonces entendería lo que significa ser hispano. No solamente podría encontrar su identidad en las huellas de aquel imperio, si no, que también estaría preocupado por lo que hoy le está pasando a su propia madre. Pero en América, lastimosamente, nuestra madre es una bastarda, fue la que devoró a sus propios hijos y la que llevó a la agonía a estos pueblos de la América hasta que, unos hombres iluminados, entre 1810 y 1821 nos vinieron a dar la «libertad».

Con ello, podemos comprobar lo efectiva que ha sido la propaganda en contra del imperio español, imperio del que parece que todo el mundo hispano se afrenta. Con todo, las mencionadas independencias aperturaron el camino para que, aquel vacío que dejara el paso de nuestra madre, fuera llenado por los caudillos y populistas. La verdadera herencia de las revoluciones de entre 1810 y 1821 han sido los tiranos.

El mismísimo Bolívar, veinte años de «mandar» en América, concluye en su decepción en carta escrita al general Juan José Flores que «Este país caerá infaliblemente en manos de la multitud desenfrenada, para después pasar a tiranuelos casi imperceptibles, de todos colores y razas». Y más adelante le continúa manifestando a su general «(…) verá que todo el mundo va a entregarse al torrente de la demagogia y ¡desgraciados de los pueblos! ¡y desgraciados de los gobiernos!»

Ciertamente, los hispanoamericanos hemos estado sometidos a un rosario de penas y desgracias. Sin embargo, la peor de todas ha sido la de separarnos por la fuerza de la España Católica. La conclusión de Bolívar es la consecuencia lógica de lo que significó perder la unidad.

Así, necesario es que reivindiquemos nuestro pasado español y emprendamos una desintoxicación mental de esa leyenda negra que inventaron los enemigos de España, y que ha sido tremendamente efectiva, a fin de reencontrar las raíces de nuestra identidad hispana y ver en las independencias, las causas de muchos de nuestros males presentes.

Por Francisco E. González

 


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41 comentarios sobre “La desgracia más importante de Hispanoamérica

  • el junio 19, 2021 a las 11:37 am
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    Sólo hay que tener ojos y mirar: ¿no se ven morochos por las calles ? ¿no se ven paraguayos y peruanos? ¿no era que todos los indios fueron masacrados por los españoles? Qué distinta la población norteamericana de gente blanca con ojos azules!

    • el junio 20, 2021 a las 8:58 pm
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      Este es un tema complejo
      Si uno hecha una rápida mirada sobre ambas Américas podrá ver:
      -Una América del Norte rica, con presencia en el mundo y aportes al mismo
      -Una América del Sur, pobre y sin significancia en el mundo, al cual sus aportes son mínimos
      La del norte, en el momento de la conquista y colonización, habitada por tribus salvajes, sin desarrollo, del cual tampoco sus «conquistadores» se ocuparon. Su colonización, desarrollo e inclusión en el mundo fue realizada principalmente por una nación, Gran Bretaña que vivió en toda su historia del saqueo.
      La del sur, centro y un pequeño retazo en el norte, en cambio, estaba habitada en parte por dos civilizaciones : aztecas e incas. Además poseía importantes riquezas minerales. Sus conquistadores y colonizadores los trataron como personas. Por ello el gran trabajo de conversión realizado por la Iglesia Católica. Además, en el caso de los Jesuitas, estos se ocuparon del desarrollo. Doscientos años antes que Mao enseñase a los chinos el aprovechamiento del mineral de hierro contenido en el suelo, les enseñaron esto a los guaraníes que habitaban el noreste de lo que hoy es Argentina.
      ¿A qué se debe, por lo tanto,tal diferencia?

      • el junio 21, 2021 a las 12:09 pm
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        La diferencia está en que las fabricas están en Estados Unidos, que fabrican las materias primas de los latinoamericanos y, una vez elaboradas, venden el producto final a los latinoamericanos.

        La materia prima en si no vale nada. No importa que sea oro, trigo, cobre…

        Lo que importa es AÑADIR VALOR transformando esa materia prima y llevando ese producto final al consumidor.

        Se añade valor aplicando a la materia prima una técnica, una patente, un procedimiento industrial…para hacer algo que el consumidor quiera comprar y pagar (y únicamente al precio que quiera pagar y no más)

        Lo que usted paga cuando compra un producto es el valor que han añadido todos los que han colaborado en transformar la materia prima en el producto hasta que llega a usted.

        Si usted compra una computadora, lo que menos vale son los alambres de cobre de las tripas y el plástico de la carcasa.

        Lo importante es lo que puede hacer esa computadora (tecnología, patentes… ), el diseño estético del aparato, llevarlo a la tienda más cercana, la financiación y el marqueting que hace que usted lo vea, se fije en él y lo compre.

        Esto es un problema de política económica; esto es, depende exclusivamente del gobierno soberano de cada pais (proteger la industria nacional de la competencia extranjera con aranceles, subvenciones, ayudas…)

        Curiosamente cuando se independizan las 13 colonias yankis de su metrópoli, lo hacen para no ser colonias mercantiles de Inglaterra. Pero Jefferson, lo que tenía en mente era unos Estados agrícolas que viviesen de vender a los europeos grano. Fueron las necesidades del nuevo pais, que estaba arruinado, y la influencia de Alexander Hamilton lo que hizo que copiasen las políticas industriales de Inglaterra. Con demasiado éxito.

        Cuando Inglaterra «libera» y divide los Virreinatos, hace dos guerras del Opio a China o invade la India es únicamente para colonizarlos comercialmente, no precisamente para que sean más «libres», que en si no le importa nada. Tiene que ver con la codicia de los merchants y banqueros de la City.

        La moralidad, la humanidad y la religión son vencidas por la cuenta de pérdidas y ganancias.

        Esto está superestudiado desde el siglo XVIII (Economía Politica), lo que pasa es que es muy conveniente olvidarlo y echar la culpa a otros, como la Iglesia Católica, «España» o el «Destino Manifiesto» de los Estados Unidos (America’s Backyard).

        Si quiere leer algo moderno, pruebe con:

        «How Rich Countries Got Rich…and Why Poor Countries Stay Poor» del economista noruego educado en Harvard doctor Eric S. REINERT; editorial Constable, Londres.

        (Reinert es de confianza porque se especializó profesionalmente en el desarrollo solidario de paises pobres. Además conoce personalmente la realidad peruana)

        • el julio 12, 2021 a las 1:14 pm
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          «La diferencia está en que las fabricas están en Estados Unidos, que fabrican las materias primas de los latinoamericanos y, una vez elaboradas, venden el producto final a los latinoamericanos»
          Sí, es una diferencia. Pero ¿Porqué las fabricas están en Estados Unidos?

      • el junio 23, 2021 a las 12:11 pm
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        ?Así que éste es un tema complejo?

        ?Que no sabe dónde está la diferencia ?

        Déjeme ponerle un ejemplo que hemos visto todos:

        Ya sabrá que la moneda venezolana, respaldada con los yacimientos más ricos del mundo de petróleo, ha sido hundida por los bolivarianos solo comparable al hundimiento del marcó alemán en la República de Weimar, donde un sello normal de correos costaba tres millones de marcos…

        La inflación daña la economía. La inflación gigantesca la destruye.

        Cuando Hugo Chávez entra en un supermercado y dice: !expropiese!
        ?qué cree que pasa?

        Si la tienda no vende, tiene que cerrar, echando a la calle a los empleados, que ahora ni ganan ni gastan. Ni el dueño paga impuestos, ni sus ex-empleados, porque no ganan.
        (y si no hay impuestos, el Gobierno no puede pagar funcionarios ni suministros)

        Los proveedores no pueden cobrar, porque sus mercancías han sido «expropiadas».

        Al no ganar, el ex-tendero, sus ex-trabajadores, sus ex-proveedores no pueden gastar, paralizando la economía. Tampoco pueden cobrar los Bancos que han financiado las operaciones mercantiles, ni las de compra del local y traspaso, ni las hipotecas de las casas que han comprado todas estas personas…(y los depositantes y accionistas no ganan, por lo que no pueden gastar. Tampoco invertirán más )

        Hay más: Los demás tenderos y proveedores ven lo que pasa y se preparan para lo peor (saben que tarde o temprano Chávez irá a por ellos y les hará lo mismo, con lo que evitarán comprar e intentaran poner a salvo su dinero; a ser posible en Estados Unidos.

        El «expropiese» populista ha paralizado la economía empobreciendo a todos (menos a Chávez, que gana popularidad por ser «amigo del Pueblo» )

        La receta tradicional de la masonería dice que el problema está en la «educación» y en la Iglesia Católica que impide pensar y promueve «no trabajar»

        Receta equivocada porque por muy «educado» (se entiende que en una profesión que de dinero, porque no toda educación garantiza un empleo ni una vida digna) que esté uno, si no hay empleo, o no puede comer o tiene que emigrar a Estados Unidos donde con suerte podrá trabajar en su profesión (recuerde que el gasto de educarle lo han pagado los venezolanos y va a contribuir a la competencia estadounidense a hacer más rico a los Estados Unidos y más pobre Venezuela… Etc etc etc.

        Podría continuar…

        Dígame donde está la complejidad y por qué no ve usted la diferencia.
        (ya se habrá imaginado que en Estados Unidos no hacen esas cosas)

        Cuando Dios prohíbe robar y cuando la Iglesia enseña que la codicia y la envidia (lo que está detrás del «expropiese» y su aceptación en parte de la población ) son vicios a evitar es por algo.

        Es en beneficio del hombre, no de Dios, que no lo necesita.

        Tal vez usted piense, como los masones ilustrados, que el problema es «la Iglesia Católica». Pero la mayoría de los estadounidenses son católicos (24% de la población total) (no existe el Protestantismo, sino una multitud de sectas protestantes)

        O «España», la otra bestia negra de la masonería. Sin embargo los católicos (tradicionalistas) norteamericanos dan gracias a España por haber llevado el Evangelio a esas tierras y porque el Siglo de Oro español fue el Siglo de Oro de la cultura católica.

        ?No recomienda la Iglesia «a Dios rogando y con el mazo dando»?
        (San Benito de Nursia diría en latín: «ora et labora»)

        Pues siga el consejo, a ver que pasa.

        A lo mejor usted no será más ilustrado ni más dogmático. Pero si será mas próspero y más libre; porque la «libertad» no lo trae el canto de mantras masonicos hasta la autohipnosis, sino el bolsillo lleno. Y la satisfacción por la tarea bien hecha y la hombría por sacar a delante a la familia son impagables (self actualization/self fulfillment/autorrealización)

        Y ahora usted dirá conmigo:

        «Con esos amigos del Pueblo, ?quién necesita enemigos ?»

    • el julio 7, 2021 a las 12:12 am
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      No necesariamente la Independencia estaba reñida con la Hispanidad y no pocos que defendían al Rey eran liberales y masones. Por lo demás, en la Argentina reivindicaron la Hispanidad gobernantes distintos entre sí como Juan Manuel de Rosas, Nicolas Avellaneda, Hipolito Yrigoyen y Juan D. Peron. De América salieron los grandes escritores defensores de la herencia española como Ruben Dario, José Enrique Rodo, Manuel Ugarte, José Vasconcelos, Hugo Wast, Leonardo Marechal o el cura Castellani. Y de Hispanoamerica surgieron grandes impugnadores de la Leyenda Negra como Tomas Manuel de Anchorena, el Padre Castañeda, Romulo Carbia, Julio Irazusta, Ernesto Palacio, Alberto Ezcurra Medrano, César Pico, Guillermo Furlong, Vicente Sierra, Federico Ibarguren, Mario Amadeo, Alberto Ezcurra Uriburu, Marcelo Sanchez Sorondo (padre), Hector B. Petrocelli, Roque Raul Aragon, Carlos Steffens Soler, Hector Piccinalli, Enrique Diaz Araujo, Antonio Caponnetto, Vicente Ugarte del Pino, De la Puente Candado, Osvaldo Lira, Juan Antonio Window, Hector H. Hernandez, Alberto Caturelli, Juan Alfonso Carrizo, Juan Luis Gallardo, Bernardino Bravo Lira, Luis Alberto de Herrera, Salvador Abascal, Jaime Eizaguirre, Patricio Lons, Cayetano Bruno, Carlos Biestro, Marcelo Gullo Omodeo, Bernardo Lozier Almazan y un largo etcetera.

  • el junio 19, 2021 a las 11:55 am
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    ?Los hispanoamericanos por trescientos años fueron hijos de España?

    Será en todo caso que durante trescientos años los hispanoamericanos eran España (y no peninsulares)

    Una de las técnicas de la masonería para dar los golpes de Estado en Versalles y París y hacerse ilegitimamente con el poder del Estado fue decir:

    Nosotros somos «galos» y el Rey y los nobles son extranjeros invasores «francos» (esto es, no tienen derecho a gobernar el pais ni a permanecer en la «Galia»)

    Otra de las técnicas, también muy efectiva, era el declarar que los extranjeros «nos oprimen», «nos roban»…(el falso «derecho de pernada» viene de aquí para demostrar lo malo que eran los nobles «extranjeros», que eran por tanto unos opresores y que mancillaban el honor viril de los galos oprimidos)

    Es por tanto un deber patriótico robarles sus tierras («La Galia para los galos) y cortarles la cabeza.

    Curiosamente esas mismas manipulaciones de palabras las utilizó Marx para crear su «praxis de la Revolucion». Esta vez contra los «burgueses opresores y ladrones» (sí, los descendientes de los mismos «patriotas» galos que roban al Rey y a los nobles «extranjeros invasores» y ocuparon su lugar: Las famosas «200 familias» (hay «200 familias» allí donde los patriotas ladrones copiaron la estratagema. Hace referencia a los escaños de la Asamblea Nacional Francesa y a los que entonces se hicieroncon el poder, que lograron perpetuar, sobre todo por lo que robaron en nombre de la Patria oprimida))

    Naturalmente, si los patriotas galos utilizan la siniestra masonería secreta para controlar a la población en su beneficio, los políticos comunistas utilizan el Partido y su policía secreta para lo mismo.

    ?De donde eran Bolívar, San Martín, Miranda y tantos próceres patriotas?

    Seguramente eran galos oprimidos que habían sufrido el derecho de pernada de los frailes invasores.

    (hoy, que ya no estamos en el decimononico siglo XIX, hablaríamos de malvados «blancos, europeos y cristianos». Si, los mismos que hacen Holocaustos a los inocentes y les roban sus bienes, como a la familia de Soros)

    Y, reconozcamolos, el truco les salió muy bien (aunque con ayuda del vecino, mató mi padre el cochino: sin la inestimable ayuda de nuestros interesados benefactores, los industriales y mercaderes de la City de Londres, este sueño de libertad de tantas naciones hermanas empobrecidas y enfrentadas permanentemente entre sí nunca hubiera sucedido)

    • el junio 19, 2021 a las 1:50 pm
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      Bartolomé de las Casas, que fue encomendero antes que fraile y que contará lo que él mismo hizo y vio, escribe en 1539 en México.

      Esa relación la lee De Las Casas personalmente más tarde en Castilla ante el Emperador y otra vez ante las Cortes de Castilla reunidas en Valladolid.

      De aquí salen las Leyes de Indias, que son un monumento de legislación universal.

      Su libro se imprime en Sevilla dedicado al entonces Príncipe Felipe y se paga la impresión con el dinero que de las Casas recibe de la Corona (la regente, María de Austria, era simpatizante suya)

      De las Casas, que es responsable de misiones, es nombrado obispo de Cuzco (que no acepta) y de Chiapas (que sí ). Los obispos, por derecho de patronazgo, los presenta el Rey de España ante la Santa Sede, que los nombrará o no, a voluntad del Papa.

      De aquí podemos apreciar:

      1) 1539 (o antes, porque escribe de hechos anteriores) es el principio de la conquista y la evangelización). Desde esa fecha hasta el siglo XIX pasan muchas cosas, entre ellas la corrección de errores y los desafueros.

      Escribe de los abusos de los encomenderos sobre la población indígena. Y son sus denuncias lo que hace que la encomienda desaparezca.

      La encomienda no es otra cosa que hacer obligatoriamente un trabajo a cambio de una protección.

      Es el tipo de trabajo comunitario obligatorio que existe en todos los lugares con un nombre o con otro en las sociedades preindustriales (la economía de subsistencia impedía un sistema fiscal como el que sufrimos hoy) , como en Francia con la corvee (participar obligatoriamente, cuando no había actividad agrícola, en la construcción y mantenimiento de obras públicas cercanas, como las carreteras y los canales). En el imperio inca era la mita y tenía los mismos fines.

      La «conquista» (no hay tal, los españoles se introducen básicamente utilizando el derecho feudal europeo: ayudan militarmente a una tribu indígena a cambio de reconocer al Rey de España como su señor natural -vasallaje-. Solo la victoria en una guerra da derechos dominiales, de ahí que no todos los indígenas tengan el mismo estado. Los indios vasallos son iguales a los castellanos y conservan gobierno propio e independiente )… «la conquista» produjo un profundo debate moral y teológico en Castilla:

      ?Era licito apoderarse de otros Estados si no ha habido agresión?

      La respuesta fue no, salvo que hubiera un bien superior: La evangelización.

      Esto se concreta en unas obligaciones políticas y morales que nacen del testamento de Isabel la Católica, que prohíbe expresamente la esclavitud de los indígenas, y de las bulas pontificias que reconocen la conquista a cambio de evangelizar de la Hacienda Real a la población (a través del derecho de Patronato los reyes de España están obligados a formar y mantener misioneros, construir iglesias y catedrales y proteger la religión Católica frente a todos )

      De ahí que los reyes de España, a diferencia otras potencias coloniales, tienen un comportamiento muy diferente: Los indios son literalmente sus hijos a los que debe de proteger incluso de sus otros súbditos castellanos.

      Por eso ha bastado la carta de algún misionero en alguna aldea indígena perdida al Rey quejándose de injusticias de los castellanos para que el Rey ordene a su Virrey que arregle la injusticia y castigue al culpable.

      En los siglos XVI y XVII España era la Estados Unidos de la época y formaban parte de la Corona: Holanda, hasta que se independiza, Bélgica, Luxemburgo, todo el norte de Francia, el Franco Condado, hoy en Francia, (herencia de Borgoña), casi dos tercios de Italia (los reinos de Nápoles, Sicilia, Cerdeña, el Milanesado, algunos presidios como Parma) que formaron parte del reino de Aragón…

      Por eso estuvo en guerra permanente contra Inglaterra, Francia, Holanda (y el imperio otomano) y los herejes luteranos y calvinistas (cualquier gobernante en un pais cristiano está obligado a proteger la religión cristiana, que es la base de la sociedad y la legitimidad de su gobierno )

      Y es aquí donde entra De las Casas: su obra, sacada de contexto, se utiliza como propaganda de guerra contra España y sus aliados.

      2) las quejas de De las Casas son escuchadas por la Corona, que extingue la encomienda.

      3) cuando se culpa a los «españoles» (castellanos) se olvida que hay muchos españoles, como los misioneros que se esforzaron en aprender las lenguas indígenas para llevar el Evangelio a los confines del mundo y que en medio de miles de penalidades convirtieron a los indígenas con su ejemplo santo. Y también mucha gente que solo quería una vida mejor y que llevaron con ellos la civilización allí donde se establecieron. Desde zapateros, sastres y herreros hasta hospitales, imprentas y universidades (antes que Harvard)

      4) solo hubo plata en los distritos mineros de México (no en todo México) y Bolivia («Alto Perú «) y no en toda Bolivia. Apenas hubo «oro». Y el quinto real (la parte de las explotaciones que se reservaba el Rey, como hoy en cualquier Estado) servía para el mantenimiento del Estado, defensa y pagar las guerras en Europa. De ahí salen las murallas de Cartagena de Indias entre otras muchas.

      La codicia de los españoles, que efectivamente fue un gran motivador para cruzar el océano, fue básicamente propaganda de guerra y envidia a partes iguales. Normal, porque esa plata servía para combatir a los herejes luteranos, calvinistas y anglicanos (y musulmanes que, aliados de Francia, estaban constantemente arrasando las poblaciones italianas y españolas)

      • el junio 19, 2021 a las 6:06 pm
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        La leyenda negra española fue bien vendida por la inglaterra masónica. No hay que olvidar que la masoneria siempre fue enemiga de la Iglesia catolica. Tampoco hay que olvidar que Clemente XII ya excomulga a los masones a perpetuidad en 1738.

  • el junio 19, 2021 a las 3:05 pm
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    Bien, con restricciones. Se debe conocer bien la situación en España desde 1808, invadida por los franceses desde el norte y la ilegitimidad de las Juntas que pretendieron asumir el gobierno. Las independencias fueron autonomías de las Juntas, pero no de a monarquía.

    • el junio 21, 2021 a las 11:04 am
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      Las juntas, que se organizan espontáneamente, no tienen absolutamente ninguna autoridad porque no son legales (ni ilegales) , no tienen ningún papel político y nadie ha votado a sus miembros.
      Tampoco nadie les ha conferido ningún poder ni ninguna diputación.

      La situación es la siguiente:

      Napoleón ha invadido España, ha sacado prisioneros del pais al Rey legitimo y a la familia real y, en Francia, hace que el Rey abdique en su hijo mayor, el Príncipe Fernando, de todos sus reinos y que éste abdique a su vez en Napoleón, quien muy graciosamente hace rey de España a su hermano Joseph.

      El pais está ocupado militarmente.

      Cuando sale del palacio real el último miembro de la familia real prisionero para Francia, el Infante Don Francisco de Paula, entonces un niño, el pueblo de Madrid se subleva, desengancha los caballos del coche y se levanta en armas contra el enemigo invasor. El alcalde de Móstoles, un pequeño pueblo cercano, ante las graves noticias de la Corte, declara la guerra contra el invasor ilustrado y ateo.

      Como sucede en otros lugares y por las mismas razones (China con la caída de los Manchú, por ejemplo ) el orden legal se desmorona en todas partes.

      De una manera normal, ciertos ciudadanos más o menos pudientes, más o menos activos y más o menos interesados se reúnen para salvar la situación (por ejemplo para protegerse de los ladrones). Este es el origen de las juntas.

      Juntas que tendrán importancia política porque, al estar la nación en guerra y descabezada, acaban reuniéndose en el sur de España (juntos con diputados de los virreinatos) para redactar una Constitución para los «españoles de los dos hemisferios». En la iglesia de los padres Filipenses de la ciudad de Cadiz bajo las bombas francesas.

  • el junio 19, 2021 a las 7:20 pm
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    50/50 verdad y mentira lo importante es esto la unión latinoamericana era es y sera temida porque un solo pueblo desde el río grande a tierra del fuego seria tan formidable fuerte joven y pujante que el resto del mundo ha manipulado a estos hijos de mala madre politiqueros para que no suceda DESPIERTA AMERICA LATINA JUNTOS VENCEREMOS

    • el junio 21, 2021 a las 1:08 pm
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      Le recuerdo que el Virreinato de la Nueva España llegaba hasta lo que hoy es Alaska, no se quedaba en Rio Grande; y que por el Este abarcaba la Capitanía de Filipinas, que incluía también Guam y Palaos (Palawan)

      Una unidad política de lengua, comercio y religión.

      Sin la técnica «divide et impera» nada de esta catástrofe hubiera pasado, porque, como comprobaron los ingleses una y otra vez, fue imposible conquistar nada con las armas.

      Tuvieron que recurrir a la masonería secreta para destruir el pais por dentro, como un cáncer maligno con metástasis.

      Si el pais hubiera permanecido unido, Bolivia no hubiera perdido el acceso al mar, lo que le condenó a la miseria perpetua, Estados Unidos no hubiera fabricado una revolución y un pais de bolsillo (Panamá ) para adueñarse del canal; en Filipinas se seguiría hablando castellano y no americano y Chile no sería el enemigo perpetuo de Argentina…y los invasores sajones no les hubieran robado a los rancheros mexicanos sus propiedades (Holywood fue un rancho mexicano)

      Ha sido el proceso contrario al que utilizó Estados Unidos para hacerse como pais y como imperio:

      E pluribus unum, dice su lema nacional.

      De 13 colonias independientes hacen un Estado Confederado; y luego un Estado Federado. Hoy es un imperio -el más importante del mundo-

      Con el imperio español sus enemigos hacen exactamente lo contrario. Y, como es natural, los Estados resultantes están permanentemente enfrentados entre sí (lema internacional: Divide et impera) y permanentemente empobrecidos.

      Y espera que esto no lo dividan en más Estados enemigos (Estado mapuche, Estado maya, Estado araucano…)

      Gracias a la necesaria colaboración de los «patriotas» ilustrados secretos.

  • el junio 19, 2021 a las 10:13 pm
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    Siempre me ha impactado escuchar a los alumnos de los colegios católicos argentinos gritar el ideal masónico «libertad, libertad, libertad» en vez de «Dios, patria y rey» y alegrarse de ver «en trono a la noble igualdad» en vez de a Nuestro Señor Jesucristo. Y parece que los padres de familia y religiosos responsables de estas almas ni pestañean al presenciar está aberración…

    • el junio 21, 2021 a las 11:21 am
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      Después de 200 años podemos evaluar la veracidad de esos eslóganes y quién se beneficia de ellos.

      ?que libertad ha habido en América Latina?

      Lo que ha habido han sido dictaduras, más o menos duras y siempre controladas en la sombra por el órgano de presión secreto de la masonería, que nadie sabe quien da sus ordenes, ni a quien favorecen ni si es extranjero.

      Lo que favorece la libertad es la Iglesia católica y su doctrina, porque ésta es independiente de los políticos (de los mismos políticos que dicen hablar en nombre del Estado y de los políticos dominados por la masonería secreta). Y por la doctrina católica porque es racional, es conocida por todos y obliga a todos por igual, sean políticos, clérigos y Pueblo.

      Teniendo siempre en cuenta que la «libertad» o cualquier otro concepto abstracto NO existe en la realidad. Es una construcción humana ( y muy útil para manipular a los desprevenidos).

      Tenga en cuenta que el ser humano es un ser social que sólo puede vivir en sociedad con otros hombres, lo que OBLIGA a todos a comportamientos que beneficien a la mayoría. Esto es, no somos realmente «libres».

      Una prueba son las «mentiras piadosas» que existen en todas las culturas, porque «libres», «libres» no podemos ser. Otra es que normalmente no vamos de vacaciones donde queremos, sino más bien donde quiere la mujer. !y atrévete a decir nada! (esos errores, naturales, solo pasan una vez)

  • el junio 20, 2021 a las 12:18 pm
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    Maria Elvira Roca Barea, que es una investigadora española de historia (y nieta de masón ) ha publicado dos libros: «Imperiofobia y Leyenda Negra» y «Fracasologia» donde estudia el fenómeno único en el mundo del autoodio de los españoles desde el siglo XVIII hasta hoy.

    Efectivamente el origen es propaganda de guerra de protestantes contra la potencia católica del momento.

    Pero sucede algo en el siglo XVIII: la muerte sin herederos directos del último rey de la Casa de Austria Carlos II.

    Para evitar el despiece del imperio, en condiciones nada aclaradas (porque el rey moribundo se negaba a eso y el obispo de Astorga sale al balcón con un papel «firmado por el Rey») se acaba ofreciendo el trono al nieto del Rey de Francia (cosa que Carlos II no quería).

    La razón era que Luis XIV, entonces con el ejercito mas grande de Europa y con el pais de mayor población, estaba conquistando el Flandes y el Franco Condado españoles y se pensó que si se le hacia rey a su nieto se pararian las agresiones y las anexiones.

    Para abreviar, la opción francesa provocó una guerra internacional (la Guerra de Sucesión) que acabó en lo que se intentaba evitar: La pérdida de los reinos italianos y de los Paises Bajos españoles.

    La nueva dinastía se presenta como «regeneradora» de una nación «degenerada» por los últimos reyes…

    …Y coloniza culturalmente el pais.

    A partir de entonces el problema es que los españoles no son como los parisinos.

    Este es el mensaje que adoptan las elites españolas y el que promueve y difunde constantemente la masonería:

    «España es un Estado fallido porque es católico (ya se sabe que el catolicismo «impide» pensar), porque expulsó a los trabajadores y tolerantes judíos (porque la Iglesia Católica es intolerante y fomenta el no trabajar -dice que es un «castigo de Dios»-), porque está «lejos» de Europa…etc

    Asombrosamente el mensaje caló profundamente en la población y realmente cree que el «problema» de España es la Iglesia Católica y una Historia «equivocada» (sí, como suena).

    (Así el famoso escritor Perez Reverte (un «intelectual» e «ilustrado» sin conocimientos de historia ni economía) no tiene inconveniente en decir públicamente que «España se equivocó de Dios en Trento»

    (es decir, que si se hubiera hecho luterana, ahora seria tan rica como los calvinistas suizos, sin trabajar) o que la invasión y colonización francesa por Napoleón fue una oportunidad perdida para «ilustrar» a la fuerza a la población y ser así como los ilustrados franceses» etc)

    La profesora Barea, además de desmontar estos mitos, descubre que el argumento tiene una gran utilidad para las élites gobernantes y culturales.

    Así, la culpa de que los políticos españoles fracasen o roben a la población se debe a la maldición gitana de tener la religión católica y de tener una Historia «equivocada».

    Lo curioso del caso es que cuando el dictador Franco (lamentablemente católico practicante de misa diaria ) industrializa el pais y lo equipara a los paises que prosperan… vienen los «demócratas» (incluidos los marxistas socialistas) y cierran las industrias llevando a la población a la casilla cero otra vez; porque como de todos es sabido, la maldita Iglesia Católica y la Historia equivocada impiden que España pueda prosperar y sea como París (el Paris elegante de los bulevares, de la Sala Garnier y del hipódromo de Longchamp, no el de las favelas del proletariado parisino, del olor a alcantarilla y su poco elegante sintaxis francesa )

    Ya sabemos que la misma idea tan ilustrada y tan falsa la difunden los masones en los paises hispanos, creando una auténtica psicosis y justificando, como en España, que las élites políticas (incluidas las masonas) fracasen sistemáticamente en su gestión política o simplemente roben al Pueblo a manos llenas porque dicen:

    «Si nos hubieran conquistado los ingleses (como si ellos no fueran hijos de conquistadores, colonos y «libertadores»), ahora seríamos como Estados Unidos» se entiende que sin trabajar y sin hacer las políticas económicas que han permitido a Estados Unidos, a Inglaterra, a Alemania, a Japón, a Corea, a la España del católico Franco… enriquecerse y modernizarse…

    «porque de todos es sabido que la religión católica, la Historia equivocada y los españoles…atrasan, empobrecen e impiden pensar»

    (?Será algo genético; pero genético «ilustrado»?)

    Sí, estas malas excusas sin fundamento real justifican no solo que el político robe (porque el político fue conquistado y colonizado por los codiciosos, perezosos y católicos españoles )…

    También justifican que el individuo no haga ningún esfuerzo para prosperar y al final tanta ilustración de pacotilla convierta a la nación entera en «loosers»…

    ?no es todo un problema de genes católicos e historia equivocada ?

    Pues !para qué molestarse!. Lo mejor es dejarse robar por el corrupto político de turno con genes católicos y españoles y sentarse a esperar tiempos mejores, mientras lamenta el amargo destino de la traicionera Historia: la religión católica y no ser como los ilustrados masones parisinos.

    (afortunadamente los masones españoles, después del golpe de Estado que dan para echar al jefe de Estado legítimo, Alfonso XIII y proclamar la Segunda República Masonica Bananera, se dedican a la humanitaria labor de quemar las iglesias y de torturar y martirizar a los católicos -acabando en un auténtico genocidio católico, continuado por ilustrados socialistas y humanitarios anarquistas. El «problema católico» ha dejado de ser un problema y ahora todo el mundo era ilustrado y próspero y suizo (hasta que vino el católico Franco)

  • el junio 21, 2021 a las 9:05 am
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    Lástima lo de los «caudillos populistas»
    Y la última frase de la nota. Pero por lo demás lo escrito es muy atinado
    La herencia hispana quiso ser atacada y lo es, por la ignorancia y la mala fe. ¿,Qué nos dieron en la Argentina? Nada menos que gran parte de nuestra sangre, nuestra cultura nuestra religión y nuestro idioma Por eso Yrigoyen fijó al 12 de Octubre como rl Día de la Raza, Perón por la integración el de la Raza Nueva y los K para acabar con todo eso y dividirnos a cualquier nivel

  • el junio 21, 2021 a las 11:48 am
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    El Gran problema de America (el nuevo mundo hipano y Catolico) fue la guerra propagandistica con que bombardearon insesantemente los paises protestantes del norte que, en un momento lograron hacer mella,hasta que la grieta ya fue demasiado grande y rompio la unidad Hispana-Catolica. La masoneria tomo las riendas del poder y dirigio la politica de este pais con un odio tan profundo como su desprecio, por todo lo Catolico y le haria pagar por el pecado de haber nacido Catolico. Desde entonces las élite que gobiernan son claramente anticlericales, anticristianos, anglofilos, masones, se necargan de hacer sentir una gran verguenza a los hijos de España por ser sus hijos, de renegar de su pasado glorioso y de lamentar su suerte y que todo esto tiene su origen y este es, la Santa Iglesia Catolica.

  • el junio 21, 2021 a las 7:38 pm
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    «Ciertamente, los hispanoamericanos hemos estado sometidos a un rosario de penas y desgracias. Sin embargo, la peor de todas ha sido la de separarnos por la fuerza de la España Católica. »

    No termino de entender la idea. Si se refiere a que nos separamos de la España «Católica», en cuanto ideal de Hispanidad, no veo que sea así en todos los casos. Que se fracasó en general, puedo coincidir, pero no era la intención de muchos de nuestros próceres. Belgrano en Argentina, o Iturbide en México, por ejemplo.

    Si se refiere en cambio a que la España Católica de la cual nos separamos, fue la España de esa época, pues no la veo por ningún lado. Ni Carlos IV ni Fernando VII eran muy católicos que digamos (y toda la corona Borbónica si vamos a al caso). Hablar de la Hispanidad de los Borbones como si fuera la de los Austria, es tener una mirada totalmente parcial de la situación.

    Herido el pastor, la ovejas se dispersan. Y eso no implica que la dispersión sea un acto de injusticia por parte del que se va.

    Recomiendo la lectura del Prólogo de Eugenio Vegas Latapié, al libro «El fin del Imperio Español en América», que me resulta un excelente resumen (aunque largo para leer en internet) de lo que se plantea, además de ser un texto que creo, favorece mucho la unidad de la Hispanidad:

    https://expansioncatolica.blogspot.com/2019/06/el-fin-del-imperio-espanol-en-america.html

    • el junio 22, 2021 a las 12:28 pm
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      Iturbe fue un general lealista fiel a Fernando VII hasta que se dio cuenta que la causa estaba perdida o que la política anticatolica de España podía extenderse a México; y entonces se pasó de bando.

      Los independentistas mexicanos ofrecieron la corona de México a Fernando VII o a alguno de sus hijos a elección libre de Fernando VII (que no accedió )

      De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno (proverbio inglés )

      Lo importante son los resultados (y los medios éticos para conseguirlos). Los resultados han sido nefastos por lo menos en Argentina.

      La que mejor sale de esto es España, porque el imperio cuesta dinero y dispersa fuerzas.
      Tiene que pagar las guerras de independencia pero las independencias también repatrian capitales que ahora se invierten en la península.

      Quien sale peor es Lima y México, porque dejan de ser capitales de virreinatos.
      Lima pierde el acceso a las minas de plata (Potosí ), que ahora están en otro pais independiente. Literalmente se hunde económicamente.
      México pierde América central y acabará perdiendo todo el sur y este a los Estados Unidos.

      La oligarquía bonaerense, despertada con la invasión inglesa, pretendía hacerse con un pais que incluía las minas de plata de Bolivia, todo Chile, Paraguay, Uruguay…y ser la capital de este pequeño imperio.

      En general quienes pierden más son los indígenas (normalmente son Realistas y combaten por el Rey contra los insurgentes blancos ). El triunfo de los criollos significa que éstos copian de Estados Unidos las políticas de exterminio contra la población indígena para robarles sus tierras. Además pierden su estatuto privilegiado y su independencia política. Sin el Rey, los charrúas de Uruguay no tienen a nadie que les defiendan de los blancos y son completamente exterminados. No son los únicos.

      Carlos IV y Fernando VII fueron católicos practicantes. No creo que sean mejores ni peores que otros gobernantes, aunque los problemas que tuvo Fernando VII con la masonería hizo que hoy tenga mala fama.

      El error estuvo en que Carlos IV tenía la intención de, ante la invasión francesa, ir a América, salvando la legitimidad política; eso mismo hizo los Braganza, que fueron a Brasil y eso mismo hicieron varias familias reales europeas que se exiliaron en Londres ante la invasión nazi. Fue el Principe heredero Fernando quien lo impidió. Tal vez si Carlos IV hubiera huido a México, como pasó con Brasil, hoy Hispanoamerica sería independiente, sí; pero una, grande y libre.

      El tema es muy complejo porque hay varios intereses contrapuestos en la independencia (los tradicionalistas y los masones)

      Yo diría que hay unos intereses (Jefferson-Hamilton para extender su pais al oeste y al sur, la masonería, que no quiere reyes católicos y quiere dominar a la población en las sombras), un descontento de las élites (expulsión de los jesuitas, que les condena a la indigencia – sus familiares son las élites locales-, además de hundir la educación de calidad al tener que cerrar sus colegios o cambiar el profesorado. Carlos III permite el libre comercio con los ingleses durante 5 años, lo que hunde la manufactura local, que no puede competir. Terminado el plazo, los ingleses están obligados a recuperar el mercado para no cerrar sus fabricas, fomentando las independencias) y desaparecen los Juicios de Residencia (con Carlos III para los funcionarios menores y con Carlos IV para los mayores) lo que fomenta la corrupción y el dominio de las elites locales (si el funcionario tarde o temprano se marcha, lo mejor es no meterse en problemas con nadie y deja a los ricos locales que se salgan con la suya contra el Pueblo)

      Además de despiezar el pais en repúblicas enfrentadas entre sí, la corrupción de las elites locales y la colonización comercial inglesa, lo peor fue la persecución de la Iglesia catolica, que es la religión de la población. Es decir la ideología de ir contra la misma población sin resolver los problemas que dicen que hay, que son políticas económicas que no funcionan y que no pueden funcionar nunca.

      Así los ingleses son relativamente tolerantes: con tal de ganar dinero realmente les importa muy poco la religión de los demás.

      Los españoles es lo contrario: Para ganar dinero le echan la culpa a la Iglesia católica que no lo pueden ganar (porque la masonería les hace creer que la Iglesia católica no es «ilustrada» (?), ni «científica» (??) ni «librepensadora» (???)). Pero no copian a los ingleses las políticas económicas que funcionan (protección de la industria)

      Estas políticas económicas también producen perdedores y descontentos en Inglaterra, pero como al final todos se benefician de alguna manera de ellas (hacen nacer las clases medias ) el descontento es menor o no se ve.

      Las políticas españolas (copiadas de las francesas y divulgadas por la masonería ) traen en un siglo, además de las guerras en América, varios golpes de Estado, 2 repúblicas masonicas, 4 guerras civiles, el robo del Estado, Iglesia, municipios, universidades y colegios y universidades y el genocidio católico de la Segunda República. Sin arreglar ni en un ápice las políticas económicas equivocadas de la masonería, que no funcionan ni pueden funcionar. Es decir, es un problema que se extiende en el tiempo porque las soluciones son equivocadas y provocan conflictos gratuitos con la población católica.

      Como se ve, hay un paralelismo entre lo que pasa en América y lo que pasa en la península:

      Pero descatolizar el pais (objetivo obsesivo de los muy poco «ilustrados» masones ) ha sido tal vez el mayor error.

      Efectivamente las políticas borbonicas son muy diferentes de las austriacas y acaban produciendo tensiones porque son centralistas, chocando con intereses locales y, al contrario que Inglaterra, entorpeciendo la actividad de la población, su iniciativa y su desarrollo económico, porque intenta controlarla.

      La religión católica es una religión que, por influencia griega, sigue el principio «nada demasiado», es lo suficientemente grande como para que cada uno se sienta mejor eligiendo lo que mejor le conviene a su carácter o a sus necesidades, además de ser independiente de los corruptos políticos y de proteger al Pueblo. Es realmente la religión que crea y da forma a la civilización hispana.

      Quitarla para poner no sé qué que nadie sabe si va a funcionar es una grave irresponsabilidad típica de los ilustrados de pacotilla, que se creen mejor que los demás y más «sabios».

      Llevamos más de 200 años tragandonos sus errores y recogiendo sus platos rotos; y estos soberbios ni se cansan ni se arrepienten.

      Es como una plaga bíblica.

    • el junio 22, 2021 a las 7:46 pm
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      Que el rey haya dejado bastante que desear no justificaba levantarse contra España. Ni el tiranicidio está permitido si los males que va a acarear son mayores que el bien que se busca. Y en nuestro caso es evidente que los males de nuestra “independencia” fueron muchísimo mayores que lo que hubiera significado permanecer fiel a España. Alegar que no queríamos depender de los franceses que habían invadido la Península es una falacia, porque la guerra fue contra los españoles, no contra los franceses: la sangre que derramaron San Martín, Belgrano, O’Higgins y demás “padres” de las naciones hispanoamericanas fue sangre española. Y bastante después de que el rey de trágica memoria hubiese recuperado su trono. La guerra de independencia fue una guerra civil y representó un golpe bajo a nuestra Madre Patria en el momento en que se hallaba herida. Quién podrá decir qué habría sido la historia de estos dos últimos siglos si España no hubiera perdido su imperio bajo los golpes del extranjero y, ¡oh dolor!, bajo los de sus propios hijos de América.
      Que la independencia se hubiera dado tarde o temprano, es probable, pero ése no era ni el modo ni el momento. Lo único que hicimos fue colaborar con los fines masónicos y asegurarnos de quedar “libres” de España… ¡y de rodillas delante de los yanquis y demás herejes por los siglos de los siglos! No basta ser devoto de la Virgen y tener buena intención para hacer el bien, hay que tener la virtud de prudencia, y decapitarnos sin tener asegurada un cabeza de repuesto fue un gran crimen. No hablemos de la ingratitud abyecta de levantar las armas contra la que nos lo dio todo.
      Enteramente de acuerdo con el autor del artículo: no nacimos en 1810, y los padres de nuestra patria no son los que honramos como tales. Nuestros padres son los adelantados y los conquistadores, son el primer sacerdote que celebró misa en nuestro suelo y los mártires que derramaron su sangre para entregarnos el depósito de la Fe. No deja de ser muy significativo que ninguno de nuestros “próceres” haya entregado su vida por la patria: todos murieron tranquilamente en su cama. Que Dios haya tenido misericordia de sus almas.

      • el junio 24, 2021 a las 12:27 am
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        Petra. Quiero admitir en Ud buena voluntad, aunque reconozco que me cuesta, porque observo lo que bien dice Antonio Caponnetto: se usan distintas varas para medir a los reyes borbónico y a nuestros héroes. Pero le doy mi palabra que voy a responder pensando que Ud no hace eso. Y si me equivoco, dígame en qué, que no tengo inconveniente que cambiar mi parecer (no sería la primera vez).
        “Que el rey haya dejado bastante que desear no justificaba levantarse contra España”.
        Entiendo que se puede hacer esa afirmación si uno lee manuales de uso escolar. Pero para ver si era lícito levantarse o no contra el rey (no contra España) hay que sumergirse en la época.
        En primer lugar, Fernando estaba preso. En segundo el levantamiento nuestro (mal llamado “Revolución” de mayo) fue contra la Junta de Cádiz (liberal, por cierto) y no contra el rey. Por trasladar el ejemplo a la actualidad (obviamente legalmente es imposible, pero quédese con la esencia): El Presidente argentino está detenido, y la “Junta” de Buenos Aires, se arroga derechos sobre Mendoza. Mendoza forma su propia Junta y desconoce la de Buenos Aires en nombre del Presidente. (¿Le parece un levantamiento contra el Presidente?).
        Tercero: no niego que para cuando volvió el Fernando (mayo de 1814), ya había pasado tiempo y había influido el ánimo en los americanos de lograr una independencia. Pero es difícil desarraigar el sentimiento cuando el mismo Fernando decreta que todos los cabecillas (de América) tenían que ser pasados por las armas sin más tiempo que para confesarse. (Esta actitud de Fernando VII parece repetida en su vida. Según leí en libro de los proyectos monárquicos mencionado en mi anterior comentario, luego de la revuelta de Riego, Fernando no tuvo ningún empacho en mandar matar a Elío. Para decirlo en criollo, lo mejor que se puede decir de él, es que fue un bol….o. Y ser tonto, no es católico. Menos ser masón y liberal. Que lo que tuvo que combatir el Carlismo fue lo que dejó Fernando).
        Siguiendo la comparación: ¿que haría Mendoza si, cuando vuelve el Presidente al poder, manda fusilar a los cabecillas que se apartaron de la Junta de Bs As?

        • el junio 24, 2021 a las 12:28 am
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          “Ni el tiranicidio está permitido si los males que va a acarear son mayores que el bien que se busca”.
          Estoy de acuerdo con la afirmación.
          “Y en nuestro caso es evidente que los males de nuestra “independencia” fueron muchísimo mayores que lo que hubiera significado permanecer fiel a España”.
          Esa una afirmación con la que no puedo coincidir. Primero porque es totalmente indemostrable. ¿Cómo sabe que los males no hubieran sido mayores? Los libros liberales y masones que llegaban a América, lo hacían en manos de los españoles. Revise los listados de lo que se oponían a la independencia en América, y no encontrará muchos católicos que digamos (no digo que no los haya habido. El caso de Olañeta por ejemplo, me atrae, aunque lo creo equivocado. No estaba en Fernando la Hispanidad). Si no hubiera habido independencia, no se habría impuesto el liberalismo en América? Yo creo que sí, dado lo que dejó Fernando en la España peninsular al momento de su muerte. Pero no lo puedo asegurar.
          Por otra parte, se analiza con el diario del lunes. Belgrano tuvo chances de imponer una Monarquía y fracasó. Lo mismo San Martín (que curiosamente pedía por Carlos Isidro. No tenía mal ojo si vemos que lo siguió en la historia). Que se haya fracasado, no implica que un sector no tuviera buenas intenciones y lo llevara a la práctica y casi ganara. (Lea el libro de Lozier Almazán). Lo mismo en el caso de Iturbide. Acá planteo lo mismo pero al revés que en el párrafo anterior: ¿no hubiese sido mejor para América imponer una monarquía con Carlos Isidro que permanecer fieles a un rey que era contrario a la Hispanidad?
          Insisto, se lee con el diario del lunes. Y mal leído además. Porque no fue malo el gobierno de Rosas, no fue malo el de Iturbide (aunque corto), no fue malo el Gabriel García Moreno. Y creo que a veces nos hemos dejado imbuir de cierta idea de paraíso terrenal. Decimos que se fracasó porque no se logró imponer un gobierno con Cristo a la cabeza. Pero en una época en la que se le permitió al anticristo “vencer a los santos”, pretender otra cosa, y tirarse culpas mutuas me parece una estupidez. No se ganó en ningún lado en el mundo (dígame uno). Pienso en la Vendee, en los Cristeros, en el Carlismo, o cualquier otro movimiento contrarrevolucionario de armas. Si Dios hubiese querido que se ganara, pues se hubiese ganado. Pero no. Permitió otra cosa. Él sabe por qué. Lo que no haría sería repartir culpas porque no se logró ganar. (Siempre que se haya peleado).

      • el junio 24, 2021 a las 12:29 am
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        “Alegar que no queríamos depender de los franceses que habían invadido la Península es una falacia, porque la guerra fue contra los españoles, no contra los franceses”
        Confunde etapas. Inicialmente era contra Francia. Luego, fue contra el rey.
        “la sangre que derramaron San Martín, Belgrano, O’Higgins y demás “padres” de las naciones hispanoamericanas fue sangre española”.
        Si al caso vamos, la sangre que derramaron los españoles de la península en América, también era sangre española. Y la que mandó derramar Fernando VII, también.

        “Y bastante después de que el rey de trágica memoria hubiese recuperado su trono”.
        Sí, pero ya lo mencioné más arriba: el mismo rey mandó matar a todos, sin discriminar cada caso. Además de que hoy por hoy todo el mundo reconoce que como rey fue lo peor que tuvo España. algo que entiendo, Ud mismo reconoce al mencionar que es de “trágica memoria”. Y si es así, ¿por qué tenemos que soportar un rey (no un papa, valga al caso) de trágica memoria? Por qué el tiranicidio no era aplicable? Acaso no hizo lo mismo el Carlismo con Isabel? Por qué unos sí y otros no? Porque estaban en la península?.

        • el junio 24, 2021 a las 12:30 am
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          “La guerra de independencia fue una guerra civil y representó un golpe bajo a nuestra Madre Patria en el momento en que se hallaba herida”.
          Bueno, Madre Patria es demasiado. El tema es que se absolutiza una idea y se la aplica a todos por igual. No era la España de Isabel, Fernando, Carlos y Felipe. Era una cosa distinta. Mantenía una imagen que no era real. Teatro si se quiere. Pero en esencia no era la Madre Patria, sino una usurpadora que usaba la imagen que le legaron sus padres. Que ocupe el mismo trono, no significa que sean iguales. No es lo mismo San Eduardo que Enrique VIII: son dos Inglaterras distintas. Aquí pasó lo mismo (y tal vez peor, que un católico liberal es peor que un anglicano).
          Además, de qué herida habla? De la invasión napoléonica? La herida más profunda que tenía era espiritual, no terrenal. Leí de adolescente una expresión que no recuerdo de quien es, pero decía algo así: “Cuando España se alejó de Dios, Dios le quitó América”. Napoleón y lo demás, tiene su causa en la defección de la corona. Y esa sí es una herida en serio. Y lo peor, es que no quería ser curada. Y para mayor mal, propiciaba y difundía en América.

          “Quién podrá decir qué habría sido la historia de estos dos últimos siglos si España no hubiera perdido su imperio bajo los golpes del extranjero y, ¡oh dolor!, bajo los de sus propios hijos de América”.
          Para el caso, hubiera sido lo mismo que vivió España en estos dos últimos siglos. ¿Por qué cree que cambiaría algo? No ve que fantasea porque se perdió? Acaso piensa que Fernando VII no era masón o que al menos, no los favorecía? El Carlismo tuvo que pelear contra lo que dejó Fernando en la España peninsular. ¿Por qué piensa que eso que dejó Fernando hubiera sido distinto si no se separaba América?
          Y por qué se duele de que los hijos de América se hayan apartado, cuando es el mismo rey el que hizo todo lo posible por apartarlos? Los hijos de América (me refiero a la parte sana, se entiende), son hijos sí, pero de la España Católica, no de la España masónica y liberal. Habla de la Madre España como si fuera una persona. Y no, no lo es. Es un país, una Nación, una casa, que fue gobernada por distintas personas. La rebelión no es contra Isabel la Católica. La rebelión es contra la nefasta corona Borbónica que ocupó una casa que no merecía por una simple razón: era tan católica como católico es el cardenal Kasper: es cardenal, ocupa un puesto en la Iglesia, celebra misa (creo), cumple algún que otro rito externo, pero de católico no tiene nada.

        • el junio 25, 2021 a las 11:12 am
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          Es difícil juzgar a Fernando VII porque ha pasado a la Historia por boca de sus enemigos, los masones.

          Así, cuando vuelve a España, el «Deseado» jura la Constitución de Cádiz, con la que los masones limitan su poder. Pero ellos no son nadie para limitar los poderes de nadie. Tampoco han sido votados por nadie.

          Como es natural el intenta conservar el poder real y transmitirlo integro a su heredero.

          Hay que recordar que los masones le roban las tierras con las que los reyes de España tradicionalmente mantienen su persona, su familia y los oficios de la Corte.

          Ahora tiene que depender cada año de la buena voluntad del político corrupto (Presupuestos Generales del Estado , partida Casa Real)

          El pais está arruinado por la guerra de independencia y por las guerras civiles en América; y tendrá que resistir los golpes de Estado masones.

          Pero él nunca fue masón.

          Al final, como todos vemos en las elecciones generales, hay solo dos opciones:

          Una mala y otra peor.

          El elige la que entiende mejor para él y su hija.

      • el junio 24, 2021 a las 12:30 am
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        “Que la independencia se hubiera dado tarde o temprano, es probable, pero ése no era ni el modo ni el momento.”
        Coincido. Es cierto que no era el momento. Pero sin dudas las circunstancias llevaron a eso. Vuelvo a insistir en que la responsabilidad principal la tuvo Fernando VII.

        “Lo único que hicimos fue colaborar con los fines masónicos”
        Aquí coincido y discrepo. Es cierto que la masonería quería hacer repúbliquetas en todos lados. Y esa fue su labor principal. Pero eso no significa que se haya querido colaborar en eso. Vuelvo a destacar la imagen de Belgrano. Su temor principal (y por eso su apuro por poner a un rey) era que, preso Fernando, se impusieran las ideas revolucionarias. Y para salvar una parte sana, buscó la instauración de la monarquía católica. Que fracasó en el intento, no lo niego. Pero acusarlo de favorecer intereses masónicos cuando el masón era Fernando, resulta una acusación injusta.
        “y asegurarnos de quedar “libres” de España…”
        De Fernando VII, no de España. O si quiere mejor, de la España de Fernando VII.
        “¡y de rodillas delante de los yanquis y demás herejes por los siglos de los siglos!”
        No me lo puedo tomar en serio. Está haciendo fantasía. No puede saber lo que hubiera pasado si no hubiera ocurrido la independencia. Y si lee un poco de historia, vería que decía de la España de entonces que mientras los franceses salían por la puerta, los ingleses entraban por la ventana. Parece que el sometimiento (acuerdo si quiere) de España con herejes de Inglaperra, no le molesta para nada.

        • el junio 24, 2021 a las 12:33 am
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          PADRE!! acabo de darme cuenta que los comentarios tienen un límite y se cortan solos en el límite. Borre todas las respuestas que hice por favor. Disculpe el bodrio. Ya veré como hago.

          (la de la respuesta a «Javier» está bien). Pero las otras no sirven.

  • el junio 23, 2021 a las 7:50 pm
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    Javier. (No sé si el padre Javier u otro). En líneas generales puedo coincidir. Pero lo que critico del artículo en sí, es que (aparentemente, que por eso dije en mi primer comentario que no me quedaba claro) se acuse a todos de «separarnos por la fuerza de la España Católica», lo cual no es cierto.

    Primero porque la España Borbónica no era católica. Ud algo menciona cuando afirma por EJEMPLO, la expulsión de los jesuitas. El ministro de Carlos III, Roda, escribía al ministro de Luis XV, duque de Choiseul: “La operación nada ha dejado que desear: hemos muerto al hijo; ya no nos queda sino hacer otro tanto con la madre, nuestra Santa Iglesia Romana”.

    Segundo, porque en algunos casos, no se buscaba la separación de la España Católica, sino de la España que no era católica. Y bastan de ejemplo, los mencionados Belgrano e Iturbide.

    Sobre la expresión «De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno», me parece una falacia (no acuso en Ud una mala intención). Las buenas intenciones «que no se llevan a la práctica» son las que llevan al infierno. Es decir: «me gustaría rezar el Rosario todos los días» (intención), y después no rezar ni un padrenuestro (inacción). No veo como puede aplicar el proverbio a los mencionados héroes, que en cualquier caso quisieron una monarquía católica para estas tierras.

    Recomiendo 3 libros (además de los de Díaz Araujo, que recomiendan en esta misma página): «Nacionalismo e Independencia» y (mejor explicado) «Respuestas sobre la independencia», ambos de Antonio Caponnetto. Y «Proyectos monárquicos en el Río de la Plata 1808-1825» de Bernardo Lozier Almazán.

  • el junio 24, 2021 a las 4:25 pm
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    Estimado Alfonso Jesús, le ruego me juzgue con la misma indulgencia con la que mide a nuestros “héroes” porque le aseguro que soy de absoluta buena voluntad (gracias a Dios, las consecuencias de mis errores serán mucho menos graves que las de los que ellos cometieron) y le aseguro a usted que si sus argumentos me convencen, no tendré empacho en reconocerlo, pues nada deseo más que superar mi ignorancia.
    Y justamente, lo primero que quiero dejar en claro es que no pretendo enjuiciar intenciones, que ésas las juzga Dios, sino hechos y consecuencias: han pasado más de dos siglos y podemos permitirnos las gruesas líneas de un balance, creo. Lo segundo, no entiendo cómo se puede separar España de los españoles. ¿Sería justo que hoy una provincia argentina profundamente católica (ojalá la hubiera) reclamara su independencia para protegerse de los gobernantes criminales que nos rigen? Argentina es su suelo y su gente, todo junto. En aquel entonces, nosotros éramos España.
    En todo caso, es una satisfacción ver que tenemos algo en común, ya que usted también juzga con varas diferentes al rey de aquella época y a nuestros próceres: si Fernando es tan culpable por haber mandado ejecutar a los cabecillas, a quienes no debía nada, ¿qué diremos de la ejecución de Liniers y Álzaga, a quienes debíamos muchísimo? ¿El espíritu que sopló detrás de estas muertes era acaso el espíritu católico que quería salvarnos de la Junta de Cádiz? ¿O era un espíritu liberal y masón que venía de lejos, de allende los mares, el espíritu de la venganza por haber entrabado los planes de las logias? Ellos sí deberían ser considerados padres de la patria: nos salvaron de las fauces del hereje en vez de precipitarnos a ellas, y regaron nuestro suelo con su sangre.
    Ahora bien, ¿es legítimo secundar los esfuerzos de los malos y perseguir sus mismos fines como medio para alcanzar un bien inseguro? Belgrano el bueno con Moreno el malo, San Martín el católico con Bolívar el masón, ¿era prudente? ¿No demuestra esto que la mentalidad de los que consideramos nuestros héroes estaba ya, por decir lo menos y para concederles el beneficio de la duda, contaminada? Es inevitable preguntarse: ellos, ¿no midieron el peligro? ¿Estaban seguros de llevar a buen puerto sus buenas intenciones en tan mala compañía? ¿Pensaban tener la fuerza de imponerse al liberalismo una vez alcanzada la independencia? ¿O simplemente no identificaron al enemigo y no se percataron del riesgo inmenso? Cuando aspiras a lo mismo que tu peor enemigo, ¿no te hace “un ruidito” aunque sea…? Concuerdo con usted: la estupidez es pecado. Si éste fue el caso, o si fue simple ignorancia, o imprudencia, o soberbia por confiar demasiado en sus propias fuerzas, o alguna otra razón más luminosa o más oscura, lo sabremos del otro lado.
    Lo que sí sabemos de este lado es que las consecuencias de sus actos fueron catastróficas. Francamente, no entiendo cómo puede usted dudar que hubiese sido mejor quedarnos junto a nuestra madre, aunque ella ya estuviera dando pasos en falso, a quedar aplastados bajo la pezuña (porque en definitiva es del “Otro” de quien se trata, coincidamos en eso al menos, ¿no?) que desde entonces nos viene destrozando. ¿Qué hubiera podido ser peor que las guerras fratricidas cuyas consecuencias arrastramos hasta hoy , que el desarraigo atroz en todos los campos de nuestra identidad, que el sometimiento servil al que quedamos reducidos? Usted invoca una y otra vez las buenas intenciones de Belgrano y San Martín, pero ése argumento no es válido porque no estamos hablando de intenciones, sino de hechos y consecuencias, que es lo único que nosotros podemos constatar. El infierno está tapizado de buenas intenciones, dicen los franceses.
    España tenía aún mucho de católico, los otros eran herejes de pezuña a rabo: es evidente que pasar de la falda de una al felpudo de los otros engendró un daño mucho mayor. Los “próceres” olvidaron que aunque todo ha de perecer, debemos conservar lo que tenemos.
    Si el tiranicidio estaba permitido en este caso, como lo sostiene usted, ¿por qué no se quedó San Martín en España como lo había estado toda su vida y solucionó el problema de raíz? ¿Y por qué se negó a ayudar a Rosas a poner orden en el caos que había dejado aquí en América? No quería enfrentar hermanos con hermanos, alegó. ¿Acaso no éramos españoles cuando luchamos contra los españoles? ¿Acaso en las mismas familias criollas no se levantó hermano contra hermano durante la guerra de independencia? ¿Acaso a él le tembló la mano en ese entonces para derramar la sangre de sus hermanos? Pero tenía que ir a Europa para “educar a Mercedes”. Por lo visto, nos consideraba lo suficientemente capaces para gobernarnos a nosotros mismos pero no para educar a una señorita…
    Y por favor, no comparemos la Vendée con nuestra (¡basta de llamarla “independencia”, ése es el eufemismo del enemigo, la llamaré “nuestra entrega”!), decía que no se puede comparar la Vendée con nuestra entrega. Los vendeanos triunfaron muriendo, al modo que triunfó Cristo: todas las consecuencias de su resistencia fueron buenas, gloriosas, tanto que las profecías anuncian que el día del castigo, esas regiones de Francia serán tratadas con menos rigor en consideración a tantos mártires. Nosotros en cambio, no sólo no engendramos mártires con nuestra guerra (¡sólo víctimas hasta el día de hoy!) sino que entregamos nuestro porvenir en manos de un titiritero que hasta hoy nos hace bailar a su gusto.
    La meta no es distribuir culpas, cosa que también corresponde a Dios. Pero sí debemos reconocer quiénes fueron los instrumentos de nuestra desgracia. Basta de honrarlos como si nos hubieran hecho un gran bien. Basta de imprimir manuales escolares con sus loas. Estoy convencida de que el primer paso para salir del atolladero es tener el valor de mirar nuestra historia de frente y reconocer la verdad. Esto es como la confesión: si no exponemos abiertamente la llaga, no curaremos.
    Que Dios saca lo bueno de lo malo, como en el caso de García Moreno, es verdad, gracias le sean dadas. Pero que el mal se diseminó por nuestro suelo con mucha mayor rapidez con la mal llamada independencia, qué duda cabe. Que hubo valor, que hubo actos heroicos, que en muchos hubo buenas intenciones, nadie lo niega. Que de hecho fue un desastre, nadie debería negarlo.
    Sin hablar de lo que hubiéramos podido hacer por la Madre Patria permaneciendo junto a ella. Usted llama a esto “fantasear”, yo lo llamo pecado de omisión: nuestro deber era luchar contra el enemigo dentro de España y procurar salvarla, no desgajarnos de ella. Permita Dios que algún día paguemos a España parte de lo que le debemos y podamos lavar nuestra culpa ayudando a rescatarla del abismo en que se halla.

  • el junio 24, 2021 a las 11:43 pm
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    Estimada (digo bien?) Petra. Como hace varias preguntas, me resulta más fácil responder.
    Sobre el juicio de la intenciones. Entiendo lo que plantea. Pero los hechos de los que acusa Ud a Belgrano y demás, son HECHOS que ocurrieron y que no estaban en sus intenciones. Más adelante menciona lo mismo que Javier en su comentario: “El infierno está tapizado de buenas intenciones” (aunque Ud dice que es de los franceses y Javier, de los ingleses). Evidentemente no leyó mi respuesta a Javier. El proverbio está mal usado, porque se refiere a aquellos que teniendo buenas intenciones, después NO OBRAN en consecuencia. Y no tiene nada que ver con quien OBRA con una intención y le sale todo mal. Por poner un ejemplo, San Carlos de Foucauld estuvo 20 años misionando a los musulmanes y sólo logró una conversión. Su intención era la conversión de todos los musulmanes, pero no lo logró. Pero obró conforme a la intención. ¿Podría aplicarle el dicho a san Carlos?

    “¿Sería justo que hoy una provincia argentina profundamente católica (ojalá la hubiera) reclamara su independencia para protegerse de los gobernantes criminales que nos rigen? Argentina es su suelo y su gente, todo junto.”

    Me gusta el planteo. Pero llegado el caso, con dolor (y destaco el término “dolor”) lo admitiría si no viera otra forma de salvar al menos una parte (no lo veo ahora, aclaro. Es sólo siguiendo el ejemplo). La Hispanidad de los reyes católicos formó un árbol frondoso, noble y fructífero. Católico, en definitiva. Después entró el virus de los borbones y lo pudrió. Y si el cuerpo se gangrena, no veo mal cortar una parte. El problema en este caso es que la podredumbre estaba en la misma cabeza/raíz. Respondiendo a su pregunta, no me parece mal trasplantar un retoño saludable del árbol podrido. (No niego que el gusano se coló en ese retoño y nos arruinó. Pero insisto, la intención y las obras (tengo que aclararlo, parece) que llevaron adelante los próceres, eran otras.

  • el junio 24, 2021 a las 11:44 pm
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    Respecto de que juzgo con varas diferentes al rey y a nuestros próceres, tengo que admitirle cierta veracidad, porque es cierto que reacciono ante las acusaciones a los segundos. Pero hay una razón también para ello: y es que la responsabilidad principal está en la cabeza. Si la cabeza es santa (o buena, al menos) no hay excusa alguna para ser desobediente. Pero si es el caso contrario, entonces se transforma en un DEBER hacer resistencia. Comparando, es más grave el pecado del Papa que el de un sacerdote. Y tan es así, que de la cabeza depende la unidad. “Herido el pastor, la ovejas se dispersan”. Por eso me niego a aceptar acusaciones a Belgrano o San Martín (y demás) cuando el peor mal estaba en el rey (y sus antecesores, que no se llegó a esto de un día para el otro).

    No aplaudo para nada la ejecución de Liniers y Álzaga. Al contrario. Era, como Ud dice, un espíritu liberal y masón quien mandó a matarlos. Fue además, una venganza de los ingleses. Y sí, los considero padres de la Patria. Y que nos salvaron de las fauces del hereje, es cierto, pero sólo de un hereje. Del inglés. Pero de Fernando venía la misma herejía liberal. Y hay algo más, que parece que Ud no nota: y es que mientras la acusación a Fernando es por haber ordenado él matar, Ud acusa a nuestros próceres de algo que NO ORDENARON.

  • el junio 24, 2021 a las 11:44 pm
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    Sobre la pregunta si es legítimo secundar los esfuerzos de los malos y perseguir sus mismos fines como medio para alcanzar un bien inseguro. Por de pronto le diría que lo mismo hizo Fernando al aliarse con Inglaterra contra Napoleón (lo explica bien Caponnetto en su libro “Respuestas sobre la Independencia”), y en todo caso no veo ninguna acusación de su parte. (La doble vara otra vez). Pero eso de que secundaban a los malos es absurdo. En todo caso los malos se nos colaron. Tampoco perseguían los mismos fines últimos. En todo caso había un fin intermedio compartido.
    Y sobre “un bien inseguro” tengo que pensarlo/estudiarlo mejor porque nunca me lo había planteado. Pero de entrada le diría que las oportunidades de imponer una monarquía católica fueron más que sólo ideas. El libro que le comenté sobre los Proyecto Monárquicos, muestra que estuvo bastante avanzado, y que fracasaron. Lo que veo en Belgrano (y no tanto en San Martín en sus inicios) es que se abocó desde un primer momento a lograr el objetivo de trasplantar la monarquía católica en América, y las gestiones que realizó fueron casi logradas. En el caso de Carlota, la intervención de Inglaterra lo impidió (lee bien, Inglaterra no quiso la independencia). En el caso de Francisco de Paula (si no recuerdo mal el nombre), fracasó por el achique de Carlos IV que inicialmente fue favorable, y cuestiones personales de los gestores. En el caso del Inca, los porteños no quisieron que el poder residiera en Perú. En el caso de San Martín (con Carlos Isidro), había logrado cierto favor de De la Serna, pero los generales de este último tiraron todo para atrás. La Constitución de 1819 fue considerada en Europa como monárquica (decían que sólo bastaba con cambiar el modo de poner a un rey y su sucesión), aunque Belgrano puso reparos por no ser lo monárquica que él pretendía.

    “Belgrano el bueno con Moreno el malo, San Martín el católico con Bolívar el masón”. Se sabe de la enemistad de Belgrano y Moreno. No puede juntarlos. Respecto de San Martín con el primer Bolívar (después de convierte, y lo puede leer en el artículo), no niego la coincidencia de un camino, pero sí la diferencia en su finalidad (no distingue Ud distintos fines? Fin último, fines intermedios?). Querían cosas distintas. Pero esas cosas suceden en la vida. Se va a encontrar manifestándose en contra del aborto con alguien con quien no tiene nada que ver. Y en el camino, tal vez lo convierte. Y de ejemplo, creo que basta con ver la influencia de Belgrano en San Martín, respecto de la monarquía y la Fe Católica.

  • el junio 24, 2021 a las 11:45 pm
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    “¿era prudente?” Creo que sí. Por ejemplo: En lo particular, no tiro culpas a Fernando por aliarse estratégicamente a Inglaterra para combatir a Napoleón. Sí lo responsabilizo por todo lo que les concedió a los ingleses.

    “¿No demuestra esto que la mentalidad de los que consideramos nuestros héroes estaba ya, por decir lo menos y para concederles el beneficio de la duda, contaminada?” No entiendo la pregunta. Contaminada con qué? En el mundo de las guerras, esas alianzas suceden con más frecuencia de lo que se cree, porque se está buscando el triunfo. Después se pelean por imponer cada cual su idea (unitarios y federales, etc). Pero ante el enemigo en común se suele unir esfuerzos.

    “¿no midieron el peligro? ¿Estaban seguros de llevar a buen puerto sus buenas intenciones en tan mala compañía?” Es una buena pregunta. Y no sé responderla. Creo que en el caso de Belgrano confió mucho en la fuerza de sus argumentos (y algo de razón tendría, puesto que en Tucumán casi logró imponer su objetivo, boicoteado por abajo por los porteños). Además fueron pocos años. 10/15 años de un caos absoluto, no permiten tener la visión tan completa que tenemos nosotros con el paso del tiempo. Mire si quiere los problemas post conciliares que tenemos después de más de medio siglo.

  • el junio 24, 2021 a las 11:45 pm
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    “¿Pensaban tener la fuerza de imponerse al liberalismo una vez alcanzada la independencia?” Creo que sí. El pueblo era católico y monárquico. Castelli fue rechazado. Belgrano, no.

    “¿O simplemente no identificaron al enemigo y no se percataron del riesgo inmenso?” Identificar al enemigo, no lo sé a ciencia cierta. Creo que algunos verían, y otros fueron claramente traidores. Pero no sé hasta qué punto era posible verlos. Del riesgo inmenso, no sé a qué se refiere. Si es a que podríamos convertirnos en una república, creo que Belgrano lo vio desde un primer momento (y por eso me atrae más su figura que la de San Martín). De hechos, todas sus gestiones fueron tendientes a evitar eso mismo. Con Fernando en poder de los franceses, su preocupación era que se impusiera una revolución (en el sentido anticristiano de la palabra), y su ocupación fue en el sentido contrario.

    “Cuando aspiras a lo mismo que tu peor enemigo, ¿no te hace “un ruidito” aunque sea…?”. Sí. Me hace ruido. Pero eso no implica que mi camino sea malo. Si combato el aborto, no me hace ruido que venga un protestante a ayudarme. A lo sumo me preguntaré si voy bien encaminado por las dudas. Pero de eso no concluyo que sí o sí vaya por mal camino.

    “Lo que sí sabemos de este lado es que las consecuencias de sus actos fueron catastróficas. etc”
    Buena pregunta. Respondo: las guerras fratricidas ocurrieron en todo el mundo católico. Acaso España se libró de ellas? O Francia? Cree acaso que las guerras carlistas no se hubieran trasladado a América? Que Rosas, Belgrano, Dorrego, Quiroga no hubieran sido carlistas llegado el caso? Y que Paz, Lavalle, Rivadavia, etc no hubieran estado del otro lado? Nadie se escapó de la Revolución. Hablarme de nuestras guerras fratricidas, es poner una lupa en América ignorando lo que pasaba en el mundo. Piensa que de habernos quedado con Fernando, no hubiera surgido el carlismo?

  • el junio 24, 2021 a las 11:46 pm
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    “España tenía aún mucho de católico, etc”. No y no. No tenía mucho de católico. Tenía católicos en todo caso, pero la corona, no era católica. Al contrario. En los hechos combatía el catolicismo.

    “Los “próceres” olvidaron que aunque todo ha de perecer, debemos conservar lo que tenemos.” Pero si es justamente lo que estoy diciendo. Conservar lo que se tiene, era rescatar la monarquía católica, la Hispanidad. No mantener a un rey anticatólico. Ud dice que hay que mantener la legalidad. Yo digo lo contrario: hay que mantener la Hispanidad.

    “Si el tiranicidio estaba permitido en este caso, como lo sostiene usted, ¿por qué no se quedó San Martín en España como lo había estado toda su vida y solucionó el problema de raíz?” Me lo he preguntado más de una vez. Pero creo que era una empresa imposible. San Martín no vio corrupción sólo en el rey, sino en gran parte de la corte. Más fácil y con más probabilidades de éxito era separar una parte.

    “¿Y por qué se negó a ayudar a Rosas a poner orden en el caos que había dejado aquí en América?” No sé si se negó, pero sin duda le dio su apoyo testimonial. Además de que Rosas se desempeñó muy bien sólo. (La frase de que jamás desenvainaría su espada para derramar sangre de hermanos, está sacada de contexto por la historia oficial y Ud se la creyó).
    No entiendo lo de llevar a Mercedes a Europa. No era nada malo hacerlo, y en cualquier caso, era habitual.

  • el junio 24, 2021 a las 11:47 pm
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    Respecto de la Vendée, hice la mención (y no la comparé con nuestra independencia porque observo diferencias) para mostrar que, después de la Rev Franc, “TERRENALMENTE” no se obtuvo victoria permanente ninguna (salvo tal vez la de Franco que fueron 40 años, o algo tranquilo como Oliveira Salazar). No puede ser que me cambie el plano de discusión de ese modo: Nadie niega la Gloria y la victoria espiritual de los mártires de la Vendée. Evidentemente no me entendió.
    Y por cierto, dígame qué país se libró del titiritero? España con Fernando VII acaso?

    Ud honra a Fernando VII al decir que no era lícito separarnos de él. Acaso la corona borbónica le hizo un “gran bien” a América? Dígame cual porque lo único que encuentro es una destrucción paulatina de la Hispanidad.

    No veo por qué no puedo honrar a quienes hicieron lo posible porque en esta tierra reinara Cristo. Al contrario, su fracaso nos hace más necesario el exaltarlos, porque en definitiva nos marcan un ideal perseguible.

    Y si quiere salir del atolladero mirando con valor nuestra historia de frente, y exponiendo abiertamente la llaga, mire por favor a la corona borbónica. Ya se lo dije: la responsabilidad principal está en la cabeza, cosa que Ud se niega a admitir como posible. (Por cierto, no respondió mi pregunta: Si Carlos Isidro hubiera venido a reinar a América como pedía San Martín, no hubiera sido mejor que seguir bajo el mando de Fernando VII?)

    No niego para nada que el mal se diseminó en América. Hay que ser imbécil para no verlo. Lo que si niego es que el mismo mal (y peor) no existiera en Fernando, y que no fuera lícito apartarse de él.

  • el junio 24, 2021 a las 11:47 pm
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    “Sin hablar de lo que hubiéramos podido hacer por la Madre Patria permaneciendo junto a ella. Usted llama a esto “fantasear”, yo lo llamo pecado de omisión: nuestro deber era luchar contra el enemigo dentro de España y procurar salvarla, no desgajarnos de ella”. Esta sola frase suya, muestra que desconoce totalmente la corrupción de la corona española. Es más, creo que desconoce incluso lo que fue (o es) el Carlismo. Y poder salvarla, es posible si hay posibilidades. No las había en ese momento. Que pretende? Que se embarcaran desde América y fueran a la Península a matar a Fernando? No ve lo imposible? (Vuelvo al ejemplo del árbol corrompido).

    “Permita Dios que algún día paguemos a España parte de lo que le debemos y podamos lavar nuestra culpa ayudando a rescatarla del abismo en que se halla”. Dios quiera (aunque me aparto de lo de “nuestra culpa”). No soy contrario a España. Me siento español y argentino (y le aseguro que no veo contradicción en ello). Una de mis hijas se llama Isabel por la Católica. (En lo personal, creo que a España la corrompió una virtud vuelta vicio. Tienden a ser “papólatras”. El Rey es el rey aunque sea infame. El Papa es el Papa, aunque haga estupideces. Les resulta fácil justificarlos en todo porque en la historia han tenido muy buenos. Los mejores de los últimos 500 años. Vino la crisis borbónica, y la siguieron sin darse cuenta a dónde conducía. Y con la crisis de la Iglesia, lo mismo. Los argentinos tenemos el vicio contrario, y no niego que sea una probable consecuencia de la misma independencia. No seguimos a nadie, salvo cuando nos conviene).

  • el junio 26, 2021 a las 9:04 am
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    Estimado Alfonso Jesús, creo que esta discusión es estéril.

    Yo sostengo que el autor del artículo tiene razón y que la fuente de la mayoría de nuestros males fue el haber sido arrancados POR LA FUERZA de España. Concluyo por lo tanto que no podemos honrar como héroes a los que llevaron a cabo este desgarramiento, nuestra tragedia original, y que en el mejor de los casos merecen el rango de tontos útiles (¡a la causa equivocada, desde luego!), juguetes de un plan fríamente calculado (Castelli confesó que la Revolución, porque lo fue, estaba planeada y había sido intentada varias veces desde ocho años antes del funesto 1810). Como decía el P. Castellani, ninguno de nuestros próceres fue muy inteligente, ninguno dellos, hélas… Y sostengo también que debíamos permanecer con la Madre Patria y luchar desde dentro: NADA justificaba partirla en pedazos.

    Usted estima que no es así, que la “independencia” no fue tan mala, que estaba justificada y que sus artífices son héroes (al menos San Martín y Belgrano porque tenían buenas intenciones, pobrecitos…) y que debíamos abandonar a España y salvarnos como pudiésemos. “Herido el pastor, las ovejas se dispersan” parece gustarle mucho. A mí me viene a la mente “cuando el barco se hunde, las ratas huyen”: qué quiere que le diga, eso de salvar la Hispanidad sin España me parece un poco difícil de digerir.

    En fin, que no hay acuerdo posible.

    Por otra parte, creo que Javier sabe más que nosotros y hallo razón en lo que ha escrito. No sé si usted leyó todos sus comentarios. Creo que tiene otros sobre este tema en artículos anteriores.

    Respecto del proverbio (me consta que los franceses lo usan, eso no impide que los ingleses tengan uno equivalente) sepa que tiene también otro sentido: puede ser usado para aludir a la gente que, llevada por la inspiración del momento, se arroja a la acción con buenas intenciones pero imprudentemente, y de resultas provoca un infierno. Este es el significado con el cual lo utilicé y creo que se aplica perfectamente: las buenas intenciones no justifican nada en asuntos de tamaña importancia, sobre todo cuando las consecuencias son tremendas. Y el infierno en cuestión, para hablar solamente de su primera etapa, fueron las guerras fratricidas, nuestras raíces renegadas (no sólo por la propaganda británica sino por la guerra misma, que siempre engendra odio), el indio desamparado, el gaucho ninguneado, nuestras venerables leyes e instituciones tiradas por la borda, la Iglesia a merced del masón de turno, Rivadavia el Asesino de primer presidente, los ingleses en las Malvinas… Y la lista suma y sigue. Que las guerras hubieran llegado de todos modos a América, etc., etc., me parece que entra en la categoría de lo que usted llama “fantasear”.

    Lo de Mercedes fue el motivo que invocó San Martín cuando volvió a Europa la primera vez, después de haber dejado el caos aquí, abandono que estimo imperdonable. En cuanto a las palabras de apoyo al Restaurador… se las llevó el viento: necesitábamos hombres para luchar en el buen bando, no para escribir cartas llorosas.

    Bolívar no se convirtió, lamentablemente, sólo tuvo la lucidez y la honestidad de reconocer que había provocado un desastre. Le recomiendo la lectura de «Bolívar, la fuerza del desarraigo» de Luis Corsi Otárola, en Ed. Nueva Hispanidad y con una presentación de Miguel Ayuso. Y a propósito, sí creo que, llegado el momento, América podría haber ayudado a los carlistas.

    ¿Le atrae la figura de Belgrano? Le receto leer la sentencia de muerte de Liniers, quizá se le pasen algunas de esas idealizaciones enfermizas que padece.

    Y para terminar (al menos por mi parte, porque sospecho que la persona que modera estos comentarios debe estar hasta la coronilla de nosotros dos), hago mío el juicio de un testigo de primer orden hablando en el momento de los hechos (no recuerdo la cita exacta, pero usted podrá buscarla):

    La conducta de los de Buenos Aires para con la Madre Patria, en la crisis tan terrible en la que se halla por culpa de Bonaparte, es semejante a la de unos hijos cuyo padre estuviera gravemente enfermo, pero que podría salvarse, y a quien asesinan en su cama para heredarlo.

    Palabras de Liniers. ¡Que un francés haya tenido que darnos una lección de lealtad!
    ¡Y que le hayamos dado ocasión de llamarnos malnacidos!

  • el julio 5, 2021 a las 11:42 pm
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    Hay que tener en cuenta que las Indias occidentales no eran colonias de España sino reinos incorporados al dominio público de la Corona de Castilla. Esto es, no eran ni de España en general ni de Castilla en particular, sino que estaban unidas a España por un pacto de vasallaje explícito y sinalagmático con el Rey de Castilla, quien a su vez lo era de los otros Reinos hispánicos. Por Real Ordenanza de Carlos V en 1519, incorporada luego a las Leyes de Indias, los reinos americanos eran autónomos, intangibles e inalienables a perpetuidad. Y cualquier acto que violara esos derechos era nulo de nulidad absoluta.

    La Corona violó esos derechos al entregar territorios a Portugal en el Tratado de Permuta de 1750, al considerarnos «colonias» en documentos oficiales de la segunda mitad del siglo XVIII, al expulsar a los jesuitas con lo que eso afectaba no sólo en lo espiritual sino en la defensa frente al portugués, al entregar y vender América a Napoleón en 1808, al querer subordinarnos a un ilegítimo Consejo de Regencia contra lo previsto en las Partidas en caso de acefalía, al declararnos provincias de un Imperio unitario en septiembre de 1810 por parte de las Cortes de Cádiz, al declarar la guerra a las Juntas americanas que habían resguardado su autonomía pero jurando fidelidad a Fernando VII (de modo similar y más conforme a derecho que las juntas similares que se formaron en España), al entregarle a Gran Bretaña la conducción militar de la Guerra contra Napoleón en la península, al negarse Fernando VII a recibir a los representantes del Río de la Plata que fueron a rendirle pleitesía (Belgrano y Rivadavia) y explicarle las razones que nos llevaron a formar gobiernos a su nombre pero en contra de la Regencia y de las Cortes de Cádiz (cuyos miembros fueron castigados por el mismo Fernando VII), al enviar una expedición punitiva y terrorista a cargo del masón Morillo, al volver a pactar Fernando VII con Napoleón en 1815 durante los famosos 100 días de la vuelta al Trono del Gran Corso, etc.

    Desde los gravísimos hechos de 1808 hasta 1816 en el caso argentino, 1818 en el de Chile, 1821 en el Perú y México, pasaron muchos años en los que se intentó resistir las intenciones de Napoleón de extender su influencia a la América Española como al Consejo de Regencia que de hecho dependía de Gran Bretaña. El único caso en el que, pasados tres años, hubo una declaración de Independencia (que fracasó) fue en Venezuela en 1811.

    En síntesis, que los americanos intentaron de diversos modos pacíficos solucionar los problemas con la Corona y evitar la ruptura del Imperio. Pero quien lo fracturó no fue la América Española sino Carlos IV y Fernando VII al vender las Indias occidentales a Napoleón. Sea por la acción inglesa, portuguesa o española, fracasaron todos los intentos sanos de salvar bajo un régimen monárquico constitucional o bien la unión de España y América en cabeza del Rey o bien la alianza de una América Española independiente y la España peninsular con un Rey en América que fuera un Príncipe de la Casa Real de los Borbones Españoles. Fracasaron el proyecto carlotista de Belgrano, el de coronar al Príncipe Francisco de Paula (acordado por Belgrano, Rivadavia y Carlos IV) y el de San Martín de coronar a Don Carlos María Isidro de Borbón Parma.

    Se puede o no considerar prudente la decisión de declarar la Independencia. Pero no acusar de deslealtad cuando se intentó de diversos modos llegar a un acuerdo (a pesar de los ilegales agravios de los Borbones a los americanos) y, al agotarse los recursos pacíficos, independizarnos del Rey más no de la Hispanidad. De allí el famoso «no nos emancipemos con deshonor los que hemos sido hijos y vasallos de la Corona….pues por Castilla somos gente» del Padre Castañeda. Y de modo similar pensaban Saavedra, Belgrano, el Padre Chorroarín, el Padre Castañeda, Tomás Manuel de Anchorena, Pedro Medrano, el Padre Castro Barros, etc. Tampoco considero que hayan sido traidores a la América Española Liniers (a pesar de reconocer al Consejo de Regencia), el Virrey Elío (aunque haya permitido que los portugueses entraran en la Banda Oriental para ayudarlo en la guerra contra la Primera Junta) o el mismísimo Olañeta (quien matara a Güemes) pero que resistió hasta la muerte por defender lo que él creía era lo mejor para la América Española. Los tres eran tradicionalistas y católicos, como del otro lado lo eran Tomás Manuel de Anchorena o el Padre Castañeda. En cambio merecen todo mi repudio «patriotas» como Saturnino Rodriguez Peña, Manuel Aniceto Padilla, Mariano Moreno, Juan José Castelli o Carlos María de Alvear como los «realistas» masones al estilo del General Valdés, Ferraz, Morillo, La Serna, etc.

  • el julio 11, 2021 a las 9:17 am
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    “…los inojos e las manos en tierra los fincó,
    las yerbas del campo a dientes las tomó,
    llorando de los ojos, tanto avié el gozo mayor;
    assí sabe dar omildança a Alfons so sennor.”

    ¿Qué pensaríamos del Cid si, excusándose en la horrible injusticia de la que fue víctima, se hubiese aliado con los moros y luchado contra Alfonso? En vez de Campeador, habría pasado a la historia como otro Ganelón…

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