¿Mindfulness en colegios católicos?
Va la nota de la Conferencia Episcopal Española acerca del tema (año 2019)
Además, un par de links.
Porque no siempre hay que estar a la moda…
conferenciaepiscopal.es/wp-content/upl (para quienes anden con poco tiempo, el texto, ya con resaltados puede leerse aquí: Nota-doctrinal-sobre-la-oracion-cristiana (con resaltados)
religionenlibertad.com/blog/191030679
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Queridos Padre Javier,
El año pasado hice un curso de mindfullness organizado por un instituto que pertenece al Opus Dei, y era algo totalmente distinto. Nada que ver con meditaciones ni la New Age, se trataba de aprender a gestionar las propias emociones, todo muy serio y nada raro. Habrá dos interpretaciones de la misma palabra?
Muchas gracias.
Silvina Páez Schickendantz
sil.juarezda77@gmail.com
Ok; entonces, sería bueno que, si es nada que ver, que le pusieran otro nombre, ¿no le parece?
Es decir, me parece nefasto asumir el mindfullness acríticamente. Pero tan malo es quedarse con el agua sucia como tirar al niño
Hola Silvina no es lo mismo que dice el director del instituto. El dice que es «budismo mejorado».
El budismo mejorado sigue siendo budismo, no catolicismo.
Budismo y catolicismo son religiones distintas.
Pero eso no es mindfulness, sino técnicas de psicología aplicada a los problemas personales de los adolescentes (como aprender a gestionar las propias emociones) que efectivamente pueden influir en sus estudios y sus calificaciones.
Mindfulness se traduce por «atención plena» (esto es, vivir el presente «sin juzgar»). Está directamente tomada de técnicas budistas para alcanzar la «iluminación».
Ese es el tema. Mindfullness promete poner la conciencia en cada acción para dotarla de lo que llamamos intención, o lo que uno podría llamar, si fuera al opus, santificar la vida cotidiana. Es posible unificar esas cosas? Sí, pero no dentro de la cosmovisión del mindfullness, que no es que no haga aportes, pero que deben ser integrados en una visión trascendente, cosa muy difícil en estos tiempos. Y esas visiones no son independientes de la tradición enque uno se incluye, mucho más allá de la perdona o la orden. Y eso incluye el nombre. De todas maneras no solo se hace mindfullness,mse hace yoga y se dan seminarios de constelaciones fliares. Eso es porque estamos enamordos del otro y nos consideramos uno más. Por supuesto eso no obsta que desde una perspectiva católica se trabaje para incluir tal o cuál cuestión desde lo psicológico para lo cual otras tradiciones tengan cosas que puedan utilizarse
«Poner la conciencia en cada acción» es concentración pura y simple.
Pero la concentración budista tiene un fin; no es concentrarse para hacer mejor una tarea o disfrutar más de una actividad (cosa que todos hacemos naturalmente) sino renunciar a la vida concentrándose en la nada (una actividad, como andar ritualmente, cantar sutras, un mandala o pintura fijar la atención…).
El objetivo es alcanzar el «satori», si es que alguna vez lo alcanza.
Es decir, concentrarse en algo budista significa dejar la religión católica y hacerse de la religión budista, lo cual, si de verdad lo quiere hacer, es cosa suya. El problema es que se empieza con esto como una actividad física (como el yoga) o algo aparentemente inocente, como encender una varita de incienso a un Buda, y llega un momento en que uno ya no se siente católico sin darse cuenta.
Cambiar de religión es una cosa muy seria que trae consecuencias muy graves, por lo que no debe hacerse a la ligera. Se debe hacer sabiendo y queriendo. Nunca por modas.
Lo único que anoto, y no como abogado del diablo, es que debemos reconocer que nuestra forma de vida no nos place. Tenemos que tener mucho cuidado en atribuir eso a nuestra cosmovisión trascendente que es superior. Y eso también implica asumir que uno no se empequeñece sino todo lo contrario recogiendo esas semillas de verdad para plantarlas en tierra fértil, depuràndolas como hizo el Dr Angélico con tradiciones filosóficas que no eran cristianas. Recordemos que muchos también vieron en eso herejía
En psicología y otros campos análogos es común hoy querer hacer pasar por novedad (claro que con deformaciones) lo que ya sabían Aristóteles, San Benito, Santo Tomás, Santa Teresa, etc. Por ejemplo, como señala Abelardo Pithod: «El nombre propio de eso que oscuramente denominan ‘inteligencia emocional’, el concepto con nobilísima prosapia, que se remonta a Aristóteles, a Avicena y a Santo Tomás es el de ‘conocimiento afectivo’ «. Así también, me parece que lo que ahora llaman ‘mindfulness’ equivale a lo enseñado por el P. Narciso Irala SJ (jesuita, psiquiatra y misionero), en su excelente libro ‘Control cerebral y emocional’ (en 1975 con más de 100 ediciones) en su capítulo III ‘Receptividad’:
«La receptividad es un estado activo y consciente a lo que se recibe, y pasivo a todo lo demás. Tener conciencia de un acto no es pensar en él, sino sentirlo.
Recibir sensaciones conscientes comprende no solamente la simple excitación de los sentidos por el ruido, color, dureza, etc., y la consiguiente transmisión de las corrientes nerviosas hasta los centros cerebrales, sino también la vivificación de las sensaciones, la consciencia clara de las mismas y el dejarlas archivadas en la memoria.
El darse cuenta, el ser consciente de algo externo al Yo, de un acto, de un objeto real, no supone esfuerzo alguno ni interpretación propia o ajena del objeto o acto. Es un recibir inmediato, un acoger espontáneo, libre de todo pensamiento y emoción.
Tales sensaciones, de fuera para adentro, no frustradas por la distracción, ni alteradas por pensamientos o razonamientos subjetivos, son tonificadoras del cerebro y del sistema nervioso; producen paz, alegría, tranquilidad y reposo. Dejamos obrar a la naturaleza. Es el mundo objetivo que entra en nosotros y nos enriquece con todas sus bellezas.
Si sabes recibirlo en tu interior, te alegrará y apaciguará el azul del cielo, la paz de la noche estrellada, la hermosura y variedad de las flores, la frescura del aura matinal, el susurro de la fuente, el silbido del viento, el verdor de los campos, el trinar de los pájaros, los cantos de los niños inocentes.
Muchas personas, máxime los nerviosos, preocupados, apasionados y casi todos los enfermos psíquicos, rara vez tienen sensaciones nítidas. Viven en su mundo subjetivo triste e irreal. Salen poco al mundo exterior, hermoso y alegre, como criado por la Belleza Infinita, y cuando salen, modifican sus sensaciones con pensamientos extraños, subjetivos, exagerados».
Nada tiene que ver con la oración y meditación cristianas ni por supuesto menos las reemplaza. Claro que si ahora, con la moda del mindfulness mezclan lo que puede ser una sana terapia psicológica natural con técnicas orientales de meditación y encima con la pretensión de que sustituye a la oración y meditación cristianas, es muy válida la advertencia que aquí hace el P. Javier.
La noticia, P. Javier, es que se enseñe doctrina católica en un colegio católico. Alguno habrá.
¿Mindfulness? Siempre me pregunto qué diferencia hay entre un paisano de Cafarnaún de hace dos mil años y yo. El mensaje es el mismo. El Señor uno solo. Si a aquel paisano no lo jorobaban con la nueva era por qué a mí sí. A dejarse de gaitas y de porquerías Freudianas.
Entiendo que en esta práctica, mindfulness, se conjugan pasado y presente, entonces cabe preguntarse ¿si a Job esta moda le hubiera resultado en su tiempo, y su experiencia luego tendría la trascendencia y enseñanza que nos dejó?
Dejo un aporte de un católico culto: https://shop.gbpress.org/es/gregorianum-2021-fasc-3/2308-03-ruben-pereto-rivas-los-padres-de-la-iglesia-y-la-atencion-plena.html
No comprendo, xq castigamos a lo que es bueno. A Jesús no le molestaban los que curaban, xq a nosotros sí.
Sí la Iglesia Católica, no educa para sanar nuestro cuerpo, xq no podemos hacer uso de terapias, tengan el nombre que tengan .
Alguien que realmente es Católico, no se va a volver budista, x hacer ejercicios, de respiración y relajación.
Saludos
Es que intrinsecamente, éstas practicas, llevan a la dilución de la propia fé, si uno no es lo suficientemente versado en doctrina o en fuerza de voluntad. La única religión verdadera, la Católica, y el único que salva y sana, Jesucristo, nuestro Señor! Hay que ser intransigentes con nuestra Fé y los valores que ella implica. Todos éstos movimientos están influenciados por el mismo diablo, para diluir nuestra Fe, para centrarse en el dios-hombre, que por sus propias fuerzas, puede alcanzar todo y no necesita de DIOS para nada, por eso hoy en día los «catolicos» reciben a Nuestro Señor en la mano y de pie.
Saludos querida Beatriz. Aquí no se esta castigando lo bueno, se está señalando lo malo que se disfraza como bueno.
Le recomiendo encarecidamente ver el último video subido en youtube en el canal del Padre: qntlc. Es una conferencia del Padre Federico Highton, precisamente sobre este tema, son cosas fuertes de escuchar, pero es la realidad.
Los católicos no necesitamos de prácticas contrarias a nuestra fé para sanar,no es solo hacer ejercicios, respirar y relajarse, las prácticas orientales son prácticas espirituales que, por mas que se hagan como meros ejercicios y otros, siguen siendo lo que son: prácticas orientales totalmente ajenas al catolicismo, no vienen de Dios, si investiga bien y discerne se dará cuenta que no son más que otro modo del demonio de hacernos perder el alma, como todo lo que de él viene.
En Nuestra Madre Iglesia tenemos todo y más, solo que tristemente a veces no conocemos, por falta de investigación, todas las maravillas que Dios nos a dado através de Su Santa Iglesia. Nuevamente le insisto se vea el video de la conferencia pues alli también habla de esto que acabo de mencionarle, es muy bueno, el Padre es experto en el tema, es una bendición escucharlo, hay varios videos en el canal con él sobre estos temas, vealos.
Vivimos en tiempos donde pulula la confusión en muchos temas, hay que rogarle al Señor y conocerlo a través de su palabra y su verdadera doctrina para que nos ayude a discernir porque el demonio anda como león rugiente buscando a quien deborar.
Saludos hermana, espero le sirva la información.