La (nueva) Iglesia clandestina. Una reflexión

En tiempos en que los intelectuales católicos eran capaces de denunciar la infiltración marxista en la Iglesia, hubo algunos entre nosotros, Carlos Sacheri, que se animaron por estos lares (como Genta) a decir cuatro verdades en ese famoso libro que, al parecer, le costó la vida misma: «La Iglesia clandestina».

Fue allí donde el joven filósofo y padre de varios hijos, declaró con parresía el lento pero seguro acecho de la progresía eclesial para tomar el poder. Era «la Iglesia clandestina», la que avanzaba por las alcantarillas conforme al lema de Descartes: larvatus prodeo («avanzo escondido»).

Hoy, al parecer, se han invertido los tantos pues, gran parte de la «Iglesia clandestina» de ayer, ha llegado al poder haciendo que el resto fiel pase a la clandestinidad.

– «¿Cómo?».

Claro como el agua: hoy quienquiera que intente seguir la Fe de nuestros padres es la «Iglesia clandestina», la invisible, la tildada de «conservadora», «fundamentalista» e «hipócrita». Tal es la aversión que genera tanto dentro como fuera de ciertos sectores que algunos hasta son echados de los templos, vituperados, calumniados y reprobados por aquellos pastores mercenarios de los que hablaba el Buen Jesús.

Si hasta podría decirse que el mundo nos barre y Dios nos junta.

¿Qué hacer? Pues, en primer lugar, dar gracias a Dios por el don de la Fe, un don gratuito, inmerecido e irrevocable de nuestra parte.

En segundo lugar, afinar la Caridad, virtud teologal que nos hace amar incluso a nuestros enemigos, por amor a Dios; sin encerrarnos en una torre de cristal, sino tratando de ganar para el cielo, con nuestra palabra y nuestro ejemplo, a quienes Dios nos ponga a nuestro lado; que las palabras convencen, pero los ejemplos arrastran. 

Por último, saber esperar en Dios, conscientes del Cielo que nos tiene prometido si nos mantenemos fieles; si nos mantenemos fieles.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

 

 


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13 comentarios sobre “La (nueva) Iglesia clandestina. Una reflexión

  • el agosto 22, 2019 a las 9:13 am
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    Excelente nota padre, lo felicito. Me sentí tan identificado al leerla. desde hace algún tiempo sigo sus publicaciones y me resultan muy interesantes. Dios lo bendiga por su trabajo y lo sostenga para que siga trabajando por el Reino de Nuestro Señor.
    Un abrazo en Cristo, Señor Nuestro
    Ricardo

  • el agosto 22, 2019 a las 9:48 am
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    Allá por el ’73 debo haber leído «La Iglesia Clandestina» (era la época de lectura de Genta, Menvielle, Wast, Castellani …). Mucha razón al considerar que los valores se han invertido. Mi cuestionamiento es: cuánto tiene nuestro actual Papa de responsabilidad en esta situación (por acción u omisión). Un abrazo.

  • el agosto 22, 2019 a las 10:17 am
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    Tenemos que fortalecer la iglesia doméstica: la familia y a su vez, protegerla en comunidades sanas y con «buena» doctrina.
    Dios lo bendiga padre Javier, rogamos por su santidad!
    Saludos en Cristo y su Santísima Madre.

  • el agosto 22, 2019 a las 10:31 am
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    Esos pensadores católicos como Menvielle, Castellani, Genta, Sacheri. Marcaron una Iglesia fuerte que corregía los equivocados rumbos.
    Pero lamentablemente el agua de alcantarilla es un rápido y ojalá surja un dique que lo detenga

  • el agosto 22, 2019 a las 10:41 am
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    Gracias por sus palabras como siempre sencillas y esperanzadoras!!!

  • el agosto 22, 2019 a las 10:48 am
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    Excelente padre:
    Siempre la adecuación a los tiempos ha sido difícil, pero cuando se hace sobre el terreno de los valores arrasado y una Iglesia a la defensiva, el peligro de la apostasía es mucho mayor.

  • el agosto 22, 2019 a las 10:50 am
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    Lamentablemente mucha gente todavia no lo entiende. Y esto termina siendo un salvese quien pueda y como pueda. Las consecuencias del entrismo politico estan a la vista. La división y el enfriamiento de la caridad de muchos, entre los cuales me cuento.
    Tuvimos grandes profetas (Castellani, Meinvielle, etc) que anticiparon estos tiempos con bastante exactitud y hoy los hemos barrido bajo la alfombra. Y aun tenemos algunos dando vueltas, pero preferimos no escucharlos porque son «profetas de calamidades». El optimismo ingenuo siempre vende mas que el pésimismo realista.
    Despreciar las profecias no es de «realistas» sino de necios. Por algo Cristo nos dijo «Y les digo esto para que cuando llegue ese día se acuerden de que ya se lo había advertido».
    Porque, imaginese ud Padre si no estvieramos advertidos, que seria de nuestra esperanza?
    Un abrazo

  • el agosto 22, 2019 a las 11:14 am
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    Verdaderamente y con el respeto que me merece debo confiarle que no lo entiendo en la medida que creo Ud intenta hacerlo llegar, si le fuese posible, le agradecería amplíe los conceptos, pues podría ser sorprendido en mi buena fe. Gracias

    • el agosto 22, 2019 a las 5:07 pm
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      el que lea entienda

  • el agosto 22, 2019 a las 2:31 pm
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    Gracias Padre. Como siempre muy coherente y preciso.
    Sus reflexiones son de gran ayuda.

  • el agosto 23, 2019 a las 6:47 am
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    Nací y estoy en un ambiente de pensamiento y acción 100 % modernista y relativista, desde los consagrados/as y también parte de mis familiares.
    Desde mi adolescencia, los modernistas intentaron arrearme a sus pensamiento, siempre los resistí; llegados mis 28 años, Dios se dignó a que creyera en El.

    Algunas de las frases que más resuenan en labios modernistas, cuando uno pretende afirmar una sencilla Verdad Evangélica, Apostólica y Tradicional, son: «ESO ERA ANTES»…y luego continúan «PACIENCIA», «FLEXIBILIDAD», «ACEPTACIÓN».
    Entonces, con Caridad les retruco:
    *Paciencia pueden tenerla; luego de sembrar las Verdades Eternas con todas sus letras de que podemos salvarnos ó condenarmos según nuestros actos, y la Justicia y Misericordia de Dios.
    *Flexibilidad ante el rigor de las penitencias por nuestros pecados; luego de explicar y especificar las consecuencias y lo terrible del pecado con sus detalles; y NO las falases, insulsas y vacias palabras «los MALES que nos atacan».
    *Aceptación de la miseria espiritual nuestra ó ajena; luego de explicar el combate que debemos tener contra el mundo, la carne y el demonio con todas sus pompas…y NO simplemente que amando y obrando el bien, todo lo malo que sigamos haciendo queda sanado y debemos ignorarlo; total y en definitiva Dios nos creo así de pecadores y así nos ama igual.
    Esta es la nueva Iglesia que se adapta a lo novedad moderna, olvidando que N.S. Jesucristo y sus Apóstoles nos enseñan otra cosa.

    Todas estas personas modernistas laicas ó consagradas, tienen una gran gran Caridad, pero no guiadas por el EVANGELIO, y están 100 % convencidas que están en la VERDAD y cumpliendo la Voluntad de Dios. Cuando uno intenta retrucar sus aggiornados pensamiento enseguida valecuatrean «Dios es Amor».

    Resumiendo éstas reflexiones que explayé, intento explicar que estas personas están totalmente convencidas de estar obrando el bien; como también un Kamikaze está convencido de estar obrardo el bien, matando al inmolarse.
    Y nosotros también; en lo privado, haciendo un íntimo Magnificat interior de nuestra vida, sabemos que N. Buen Jesús sembro Su Gracia en nuestro Corazón y nos formó desde el vientre materno conforme a Su Querer; y tenemos que estar plenamente conscientes y convencidos que estamos llamados a derramar nuestra sangre, Su Sangre y Su Espíritu, por Su Verdad.

    Según la Historia de la Salvación y su Revelación, DIOS siempre actúa y baja su brazo izquierdo cuando El quiere…por lo que vivimos y presentimos, esto se está poniendo bastante agrio; así pues, que nuestro Santo DIOS, Santo Fuerte, Santo Inmortal, nos encuentre trabajando para su Reino de Justicia, para que Su brazo izquierdo descienda como una Paternal caricia y no una trompada.

  • el agosto 23, 2019 a las 8:36 am
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    En medio de tanta sequía, gracias por este oasis de contención a la esperanza, seguir a Nuestro Señor no ha sido fácil, pero sí gratificante. Ruego a Dios nos siga protegiendo en el Verdadero Camino.
    Gracias padre por brindarnos estos momentos de reflexión que fortalecen a nuestra perseverancia.
    Dios nos bendiga a todos.

  • el agosto 29, 2019 a las 5:04 pm
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    Bendiciones Padre. Es muy complicado hacerle entender a católicos, y hasta consagrados, que no debemos caer en una Iglesia light o con ideas modernistas, ellos piensan que debemos adecuarnos a los tiempos, y es cierto pero no haciendo más ligero la doctrina católica.

Comentarios cerrados.

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