El triunfo argentino en Qatar, Messi y los progresistas

Hace días publicábamos en este sitio (AQUÍ) un post resaltando algunas de las virtudes del capitán de la selección nacional argentina, Lionel Messi, en el cual intentábamos destacar lo que hoy, por obvias razones, resulta políticamente incorrecto.

Hoy no pudimos resistir a la tentación de publicar partes de este post aparecido hace dos días donde se pone negro sobre blanco sobre algunas cuestiones análogas.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

PS: las negritas nos pertenecen.


 

El triunfo argentino en Qatar, Messi y los progresistas

            “El triunfo de la selección argentina de fútbol en el mundial de Qatar dejó, además de las alegrías previsibles del caso, algunas interesantes conclusiones de índole sociológica y cultural, que difícilmente serán publicadas por los científicos que se dedican a estos temas pues muestran el modesto impacto que han tenido en la sociedad décadas de políticas agresivas orientadas a desmantelar las estructuras heteropatriarcales de la sociedad argentina nacida, como el resto de las que integran el mundo occidental, al calor de Grecia, Roma y el cristianismo. Para ponerlo en otros términos, la pregunta que puede ayudar a responder las manifestaciones del triunfo argentino es si los sesenta años de militancia del progresismo ilustrado en Occidente —si tomamos como punto de partida la publicación de Historia de la locura de Michel Foucault en 1961— han sido suficientes para derrumbar lo construido a lo largo de dos milenios. Creo que los resultados, al menos en Argentina, han sido más bien limitados y las perspectiva no son halagüeñas. 

            El progresismo no se ha quedado callado ante esta situación, pero curiosamente, el que ha hablado ha sido el progresismo internacional; el criollo se ha quedado callado, mascullando su bronca, porque sabe que ante cualquier comentario que hagan, serán devorados por la opinión pública. Esperarán tiempos mejores. Y el globo de ensayo que lanzaron —un personaje secundario de la TV Pública que trató a los jugadores de la Selección de “desclasados”— tuvo que salir ahíto a pedir disculpas.

La primera crítica provino de una profesora universitaria de Estados Unidos, Erika Denise Edwards, quien publicó en el Washington Post una nota en la que se preguntaba por qué en la selección argentina no había jugadores de raza negra. No se le ocurrió pensar que se debía a que en nuestro país, la población afrodescendiente es ínfima. Ella, en cambio, sugería que era una cuestión de racismo orientada a alimentar el mito de que Argentina es una nación blanca.

Pero no se trata del desvarío aislado de una intelectual que desconoce la realidad argentina; en el fondo se esconde uno de los núcleos centrales del progresismo, aunque en esta ocasión equivocó el acento. Lo dijo muy claro un “intelectual” argentino, Darío Sztajnszrajber, en un programa televisivo: la selección de fútbol no lo representa a él y tampoco representa a la sociedad porque los jugadores no fueron elegidos por nadie.

Y aquí está el quid de la cuestión. Si se llevan los principios progresistas hasta sus últimas consecuencias, el equipo nacional de fútbol, en primer término, debería ser elegido por el pueblo ya que los actuales medios de selección de los jugadores —habilidad en el juego, fruto del talento natural y el mérito de largos años de esforzado entrenamiento— no los legitima. Ya conocemos la monserga progre sobre la odiada meritocracia, que no es inclusiva y es discriminatoria con los menos favorecidos. El único modo de legitimación es la voluntad popular que garantice la representación de todas las minorías. Consecuentemente, en lo más profundo del corazón de cualquier progresista que sea consecuente con sus ideas, habita el deseo de que la selección de fútbol esté integrado por blancos y negros, hombres, mujeres y trans, y probablemente también por alguien que sufra algún tipo de discapacidad motriz o mental. El talento para jugar al fútbol y convertir goles es un detalle completamente intrascendente.

            Otra andanada de críticas vino de Europa, especialmente de Francia —comprensible por su derrota—, pero también de Alemania y España. Los jugadores fueron tratados de obscenos, homófobos y vulgares. Y tienen razón: el gesto que hizo el arquero Emiliano Martínez luego de recibir su premio frente a las cámaras de TV de todo el mundo, fue claramente obsceno; los cánticos que los jugadores entonaron en el vestuario contra los periodistas fueron homófobos, y allí mismo pudieron apreciarse escenas de indudable vulgaridad.

Las conductas de las que acusan a los jugadores son reales y también son reprobables; no tienen justificativo alguno. Sin embargo, hay también que decir que son previsibles. La vulgaridad, en todas sus variantes, acompaña al género humano desde hace milenios. Es cuestión de ver, y divertirse, con la epigrafía, o grafiti, que adornaban paredes de casa particulares o sitios públicos de las antiguas urbes del imperio romano; o las cantares de los goliardos medievales, y tantos ejemplos más.

Un ambiente puramente masculino, en las circunstancias de un triunfo por la copa del mundo, muy previsiblemente genera conductas chabacanas como las que se vieron. Son propias de las «estructuras heteropatriarcales». Pero lo que molesta a los progresistas europeos, no es la falta a las normas básicas de la decencia, la buena educación y la virtud de la castidad, sino la incorrección política de las groserías. El problema no es que los jugadores sean más o menos soeces —los franceses o españoles no son muy bien hablados o muy castos que digamos— sino el tipo de groserías, que son aquellas vedadas por las usinas del buen pensar y hablar progre.

            Particularmente patética fue la conducta de Bruno Le Maire, ministro de economía de Francia, que comenzó llorisquear por los “insultos racistas” que había recibido de los hinchas argentinos. Lo curioso es que si se leen los mensaje que recibió en sus redes sociales, se descubre que no eran racistas; eran realistas. Allí le dicen que la gran mayoría de los jugadores franceses son inmigrantes africanos con pasaporte francés, lo cual es real.

El problema del progresismo es que así como se ha propuesto borrar los límites entre varón y mujer y negar la existencia de dos sexos, quiere borrar también la existencia de las razas, que son, para ellos, una mala jugada de la naturaleza. Con un acto volitivo humano —la emisión de un pasaporte— se eliminan, según el ministro galo, las razas y nacionalidades. El africano deja de serlo y sus rasgos y el color de su piel se esfuman.

Los argentinos que comentaron los mensajes del desconsolado monsieur Le Maire, lo hicieron desde el más básico sentido común que dice que Francia es un país de raza blanca mientras que, curiosamente, su selección de fútbol está integrada mayoritariamente por jugadores de raza negra. Y eso no es racismo. Es reconocimiento de la evidencia de la realidad.

            Sin embargo, la frustración más grande que ha sufrido el progresismo ilustrado argentino es la exaltación de la figura de Lionel Messi que se ha convertido en un líder indiscutible y paradigma de millones de argentinos. Y no solamente porque su figura ha eclipsado a la de Maradona, personaje orillero y decadente, sino porque habitan en él los demonios más odiados por el progresismo. Messi es hombre, blanco, heterosexual, patriarcal y cristiano. Es lógica entonces la rabia de los progres: el desideratum de la sociedad argentina está con la misma mujer desde los dieciséis años, publica continuamente fotos con ella y sus hijos, luce un enorme tatuaje de Jesucristo en su brazo y habla frecuentemente de Dios.

Este tipo de conductas de un líder como Messi adquieren, quiérase o no, carácter paradigmático, y son mucho más efectivas que el bombardeo a la que la elite progresista somete a la población a través de la educación y los medios de comunicación. Como diría algún criollo, Messi ha venido a escupirles el asado.

            El hecho de que décadas de bombardeo de consignas progresistas no hayan sido suficientes para que un grupo de jugadores argentinos que viven en Europa y que son conscientes de que sus palabras y gestos son vistos y comentados en todo el mundo, hayan igualmente protagonizado conductas “obscenas, vulgares y homófobas”, y las mismas haya sido festejadas por millones de personas, es un signo muy claro de que el impacto del progresismo es escaso y que, en todo caso caso, se da en pequeñas elites ilustradas.

Y, además, augura que el restos de sus desvaríos nunca tendrán penetración social: los niños nunca serán niñes; lxs trabajadorxs seguirá siendo una expresión ridícula y los humanos seguirán dividiéndose en varones y mujeres”.

Post original, AQUÍ

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19 comentarios sobre “El triunfo argentino en Qatar, Messi y los progresistas

  • el diciembre 29, 2022 a las 11:53 am
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    Grosero y asqueroso gesto del portero argentino. No nombren en todo a España…déjennos en paz….qué obsesión tienen.

    • el diciembre 29, 2022 a las 4:40 pm
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      No es ninguna obsesión, tampoco racismo, es la realidad.

    • el diciembre 30, 2022 a las 6:31 pm
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      Qué pensará el Papa?. Bueno en algo coincidimos .Supongo que él también quería que ganara Argentina. Quise decir : qué pensará de lo que pasó después?
      Más bien creo le hubiera gustado que el equipo fuera a tomar el té a la casa de Kristina.

  • el diciembre 29, 2022 a las 11:57 am
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    Padre Javier, me pongo de pie y aplaudo. Gracias por compartirlo.

    • el diciembre 29, 2022 a las 4:37 pm
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      Muy interesante!!
      Al final ha escrito «mujeres» en una tipografía más pequeña que «varones», jajaja!!

  • el diciembre 29, 2022 a las 12:10 pm
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    Hola me llamo Gian carlo Muñoz, para mí y nuestra gente aquí en Ecuador y Perú, fue el triunfo del catolicismo y la heteronormalidad sana sobre el progresismo engañoso antifamilia de Europa . Algo así como que la verdadera iglesia católica nunca será destruida pero si hay que luchar y duro contra los rivales ideológicos que quieren destruir las mentes y cambiar las normas.

  • el diciembre 29, 2022 a las 12:18 pm
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    todo excelente, SALVO, promover los tatuajes, es claro que la palabra de Dios, no quiere que se tatuen, aún. sean imagenes sagradas

  • el diciembre 29, 2022 a las 12:29 pm
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    ….que lindo es leer a seres pensantes, inteligentes….con una manera extraordinaria en sus expresiones….es admirable, accesible para todo tipo de intelectos….sobrio…
    Que lindo es encontrar en este mundo gente que te hace pensar las cosas con «altura», que sabe lo que dice….y no estoy adulando, no….pero es que no es fácil leer este tipo de reflexiones….en este tiempo y que «encima» tenga toda la razón.
    Gracias.

  • el diciembre 29, 2022 a las 1:03 pm
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    Así fue, y disfruté del triunfo viendo cómo la familia tradicional iba colmando poco a poco el campo de juego. Disfruté cuando la mujer de Messi, no quería entrar al campo y el le dice: «dale, pasá no pasa nada» y levanta la cinta. Me puse cómodo, manos en la nuca y reclinado hacia atrás a disfrutar de eso sabiendo que el mundo entero estaba viendo lo mismo, sin contaminación de colores especialmente el verde aborto. Reconozco, a mi también me molestó el gesto del «dibu», se lo dije a mi hijo, que me dijo «es solo un gesto» y fue una discusión del porqué no era solo un gesto si mirásemos a alguien levantando el brazo palma abajo a lo hitler. Luego pensé (como durante tantos años me enseño el feminismo) en la comparación de ¿qué hubiera pasado si tal gesto pélvico (común en conciertos de mujeres, y en todo ámbito en redes sociales, como TKTK o IG) hoy en día ya cualquier cosa, hicieran tal gesto pélvico ?, pues nada, solo más «empoderamiento» trucho. Igual ya nos acostumbraron a eso, uno tiene que ver en los spots publicitarios del mundial y cualquier programa televisivo sobre «natural » que son las enfermedades vaginales aunque sea una mentira para tapar las ETS y cómo se muestran ellas de piernas abiertas, total es re natural. Otra vez las grandes enseñanzas del feminismo: la comparación sobre ¿Qué pasaría si en el futbol salen spots de pomadas masculinas para ciertos problemas o para campañas de prevención del cáncer testicular ? por su puesto que nada porque eso no son problemas reales y solo traen más que reclamos y quejas por parte del colectivo de las letras y el hembrismo (porque si existe el machismo, debe existir el hembrismo). Estos no son problemas que interesan al mundo a pesar de que el hombre hizo, hace y seguirá haciendo el esfuerzo más pesado desde las guerras hasta recolectar la basura a pie como en mi provincia. Disfruté de este mundial, que sigue siendo masculino, a pesar de tantas ligas femeninas que son buenas, pero en las piernas.

  • el diciembre 29, 2022 a las 1:16 pm
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    EXCELENTE ARTÍCULO!!!!

  • el diciembre 29, 2022 a las 1:53 pm
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    El desarrollo del juego deportivo de la Selección Argentina de Fútbol en Qatar trascendió lo futbolístico, nuestro equipo Albiceleste ,sucito simpatías en muchísimos países , incluso países como Bengladesh expresaron una identificacion asombrosa, en América Latina, en Norteamérica , en Europa , Asia , y fue precisamente por eso mismo que tan acertadamente señala el padre Ravasi. Para el hombre de a pie , varón o mujer, que a diario vive el bombardeo de una acción psicológica que busca imponerle criterios artificiales emanados por esta misma progresiia antihummana que busca contradecir lo natural, la Selección Argentina Futbol fue un bálsamo liberador , estimo que para miles de millones de personas en el mundo contemplar la alegría y la naturalidad de 23 personas que se mostraron tal cual son en realidad , sin complejos ni miedos por.no ajustarse a lo que los mass media imponen cómo lo » políticamente correcto » es la causa de verdadera simpatía ,además de lo futbolístico. La realidad es que las mujeres quieren ser amadas y respetadas como Messi ama y respeta a su esposa, los hijos quieren un padre presente como un Scaloni que no tiene vergüenza de abrazar a su hijo , los hombres deseamos los abrazos tiernos y amorosos de la esposa de un Dimaria , los humanos tenemos una naturaleza creada, esa condición humana es amenazada por factores de poder globalistas que dicen que los.hombres somos » una construcción social » y para colmo de males quieren » deconstruirnos» , es decir que dejemos ser humanos.

  • el diciembre 29, 2022 a las 2:31 pm
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    Amé todo de este artículo, directo a la yugular progre. Súper claro y cada párrafo cargado de vedad y contenido. “Los franceses y españoles no son muy bien hablados y castos que digamos” jaja un aplauso!! Son malahabladísimos y los más educados. Vienen a querer posar, nos creen tontos. Ya los quiero ver en su casa o con amigos como se expresan. Hasta los más sangre azul hacen apología a lo vulgar como algo chistoso. Me encantó el final, pienso igual, es mucho menor el impacto de lo progre y no van a lograrlo. Excelente artículo.

  • el diciembre 29, 2022 a las 3:45 pm
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    El artículo es excelente y refleja lo que pensamos la mayoría de los argentinos!!!!

  • el diciembre 29, 2022 a las 6:09 pm
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    Miles de aplausos

  • el diciembre 29, 2022 a las 6:11 pm
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    Maravilloso artículo. Gracias Padre Javier

  • Pingback:Tiempo de Navidad. – AleMaraGomezCejas

  • el diciembre 30, 2022 a las 9:19 am
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    Clarísimo Padre
    Me encanto La verdad prevaleció.

  • el diciembre 31, 2022 a las 7:53 pm
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    Padre Javier es un artículo formidable sobre nuestra cultura, abarca gran parte de la mayoría de nuestro ser argentino; obvio que hay una minoría que quierre imponer su visión parcializada de su realidad renegada, pero como buenos cristianos nos queda rezar y pedir al Altísimo que los ilumine. Viva la familia, Dios nos bendiga y la S. V. María nos cuide. Felicidades y un bendecido 2023.

  • el enero 3, 2023 a las 2:19 pm
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    Maravilloso el artículo. Mi agradecimiento al autor que me ha hecho tomar conciencia de unas cuantas cosas buenas que me habían pasado desapercibidas.

Comentarios cerrados.

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