Misa tradicional, «Traditionis custodes» y la Fraternidad San Pedro. Una buena noticia

Como todos uds. saben, el año pasado fue publicado, apenas el Papa Francisco pudo salir de una grave internación hospitalaria, la Carta apostólica, en forma de «motu proprio», Traditionis custodes que tanto ha dado que hablar al pequeño mundo que sigue el rito tradicional (perdón, este modo de celebrar el rito; perdón, esta forma de celebrar la misa romana; perdón, esta opción tradicional de festejar la Cena del Señor…).

En fin…, como sea que quieran llamarla.

Hay quienes dicen -las malas lenguas, siempre existen- que, en realidad, no se trataba de un deseo expreso del Santo Padre, sino más bien de una cesión ante la insistencia de los obispos (¿italianos?), un tanto molestos por esto de que existan dos «ritos» dentro de la misma Iglesia Católica; otros, que, en realidad, se trataba de bajar un poco la tensión frente a cierta ideologización que en algunos grupos podría existir en torno al tema.

Personalmente -lo hemos dicho siempre- estimamos que, algún día, debería crearse, conforme a la tradición litúrgica de la Iglesia, la sana doctrina y una pacífica evolución del rito, una nueva reforma litúrgica, hecha por un docto escriba, que incluya cosas nuevas y viejas (cfr. Mt 13,52); porque la fosilización del rito nunca ha sido católica. Pero en el mientras tanto, sin embargo, llegó Custodios de la tradición y, como si fuera poco, las respuestas a las dudas (Responsa ad dubia) que parecían restringir aún más la cosa y revolver más el avispero.

Pero no. «La paciencia todo lo alcanza», decía Santa Teresa. Hace apenas unos días se ha dado a conocer un Decreto firmado por el mismo Francisco donde permite a la Fraternidad San Pedro, volver a las antiguas usanzas. Es decir, algo así como un «indulto». 

        «El Santo Padre Francisco, a todos y cada uno de los miembros del Instituto de Vida Apostólica, “Fraternitas Sancti Petri”, fundado el 18 de julio de 1988 y reconocido por la Santa Sede con la condición jurídica “de derecho pontificio”, otorga permiso para celebrar el sacrificio de la Misa, el ritual de los sacramentos y otros ritos sagrados, así como recitar el Oficio Divino, según las ediciones típicas de los libros litúrgicos vigentes en 1962, a saber, el Misal, el Ritual, el Pontifical y el Breviario Romano.

        Podrán usar esta facultad en sus propias iglesias u oratorios; en otros lugares, sin embargo, sólo con el consentimiento del Ordinario del lugar, excepto para la celebración privada de la Misa.

        Sin que obste a lo anterior dicho, el Santo Padre sugiere que, en la medida de lo posible, también se reflexione lo establecido en el motu proprio Traditionis Custodes.

        Dado en Roma, junto a San Pedro, el 11 de febrero, memoria de Nuestra Señora de Lourdes, del año 2022, noveno de mi Pontificado. Francisco» (https://www.fssp.org/fr/decretum/).

La noticia no es menor para a quienes sigan estos temas minúsculos pues, si hoy tuviésemos un nuevo pontífice sin que nada hubiese ocurrido, difícilmente se hubiera podido dar vuelta atrás la situación desencadenada el año pasado; ahora, sin embargo, con este juego de pesos y contrapesos, el futuro parece ser más pacífico para los obispos, «la cuestión litúrgica» y el futuro de la Iglesia que parece hacer agua por todos lados.

En fin. Una buena noticia.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

 


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24 comentarios sobre “Misa tradicional, «Traditionis custodes» y la Fraternidad San Pedro. Una buena noticia

  • el febrero 21, 2022 a las 9:27 am
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    Hola Javier,

    Soy sacerdote, te sigo y admiro la labor que estáis haciendo, y me ha gustado mucho la manera en que explicas y defiendes la misa tradicional. No estoy nada en esa línea, pero creo que todo lo que acerque al Señor es bueno y legítimo.

    Tengo un sólo problema con esta cuestión: los fieles adeptos de este rito (incluidos sacerdotes) son , con bastante frecuencia, muy reaccionarios, con actitudes altivas, hostiles y casi sectareas en algunos casos. Con comentários absurdos contra el Vaticano II y el Papa y contra toda realidad eclesial que celebre una liturgia más conciliar. He estado en celebraciones con ellos donde no han comulgado por no ser a su manera.

    Esto no puede ser. Si esta cuestión nos divide, y supongo que es por eso por lo que se llegó al extermo que se llegó, algo no se ha entendido bien. Creo yo.

    Sólo queria compartir esta preocupación, por si es de alguna ayuda en vuestras divulgaciones.

    Un saludo fraterno a todos, gracias por vuestro trabajo, que el Señor siga bendiciendo esta misión.

    Gonzalo.

    • el febrero 21, 2022 a las 10:59 am
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      Gracias hermano y padre. Hay una gran verdad en lo que dices. Hay que evitar esa ideologización de la que hablas que -me consta- existe en algunos grupos. Buen aporte. Bendiciones mutuas. P. Javier

    • el febrero 21, 2022 a las 1:25 pm
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      Como dice Monseñor Isidro Puente, hay que leer y estudiar la letra del Concilio, no lo que se ha difundido después y entrar en razón de lo que teológicamente representa el rito de la Santa Misa para poder restaurarla en lo que tiene de antiguo y nuevo. Él dice que sólo así se restaurará la Iglesia.
      Soy un civil del montón, adulto mayor a quien en su juventud le cayó como un chaparrón frío el cambio drástico que sufrió la Iglesia tanto doctrinal como litúrgica mente. Desde mi juventud que no asisto a la Misa de los años cincuenta y sesenta por no darle un nombre. Cada vez me parece más un rito protestante sobre todo ahora que obligan a comulgar en la mano.
      Lo que informa respecto de lo que ha dicho el Papa para continuar con lo de antes es ciertamente esperanzador, no obstante la última parte de la carta parecería ir en el sentido opuesto. «Dos pasos adelante y uno atrás» es una forma de ir haciendo de a poco las cosas irreversibles.
      Ojalá sea un signo de esperanza, aunque los cambios para universalizar la verdadera Misa vayan siendo hechos de a poco para que lo común de la gente lo comprenda.
      Lo que está de fondo es que el querer adaptarse a las diferentes religiones en vez de atraer a éstos, hace ir perdiendo identidad y con ello el sentido de la liturgia.

    • el febrero 22, 2022 a las 9:20 pm
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      P.Gonzalo soy una Catolica practicante lo que HACE falta en muchos de los Sacerdotes y filigreses y Gente en gral es la formacion,education en nuestra Fe sobre Todo desconocer que nuestra Iglesia es Traditional,no moderna y/o relativista ,conocer mas estudiar El catecismo y hacer la verdadera reverencia a DIOS que la hacen los fieles y Sacerdotes en la Sta Misa en Latin.Dios le bendiga P .Javier por todas sus ensenanzas, gracias para que no, nos lo cuenten.Gracias Romy Rosario

  • el febrero 21, 2022 a las 9:29 am
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    ¿Y el instituto Cristo Rey sumo sacerdote?

    • el febrero 21, 2022 a las 12:59 pm
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      Seguramente este sacerdote que ha comentado nunca ha celebrado la Misa Tradicional

  • el febrero 21, 2022 a las 9:39 am
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    ¡Gracias a Dios!

  • el febrero 21, 2022 a las 10:16 am
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    Entiendo que uno de los pilares fundamentales de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana es la tradición y la misa Tridentina responde a ello, donde el centro de atención está puesto en el martirio de Nuestro Señor, lejos de la algarabía de otras expresiones que más parecen a los ritos protestantes. Dios ilumine a nuestros sacerdotes

  • el febrero 21, 2022 a las 10:52 am
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    ¡Una buena noticia!, ¡Gracias por compartirla!

    Mas allá de las consideraciones que podemos hacer sobre el hecho de que, el motu propio, fue lanzado justo el día de la Virgen del Carmen, como un insulto mas contra la Virgen, y además, el día en que ocultistas celebran el día de la serpiente.

  • el febrero 21, 2022 a las 11:07 am
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    Dice: » el futuro de la Iglesia que parece hacer agua por todos lados»…

    ¿Realmente está haciendo agua o está «entrando» en Samaria?.

    Salvo que exista otra Iglesia y no nos hayamos enterado, al menos cuando recitamos el Credo, en cualquier idioma o rito, creemos en lo que creemos y por Gracia de Dios.
    En fin….solamente quería decirlo…

    • el febrero 21, 2022 a las 11:40 am
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      Es lo que decía el hoy Papa emérito Benedicto XVI: «Muy a menudo tu Iglesia nos parece un barco que está a punto de hundirse, un barco en el que entra agua por todas parte» (Ratzinger, Vía crucis en el Coliseo, año 2005). Bendiciones. PJOR

  • el febrero 21, 2022 a las 11:53 am
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    Padre Javier muchas gracias por su gran labor en la evangelización incansable que a tenido desde que se ordenación al sacerdocio. Al igual muchas gracias por esta información. Que si bien es cierto yo solo en una occasion asistí a la celebración de la Santa misa en latín en Guadalajara. Esto definitivamente es una muy buena noticia, especialmente para todos aquellos que lo único que han hecho es atacar, juzgar, criticar y poner en mal al Papa Francisco. Ojalá que al igual que usted también y con la mayor Alegría lo anuncien. Bendición, Paz y Bien

  • el febrero 21, 2022 a las 2:09 pm
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    Estimado Sr. Olivera: es muy interesante la forma en la cual se cuida de las referencias al Santo Sacrificio del Altar, como si el alma en pena de Lutero (asumiendo que Francisco tiene razón y su “fe” profunda lo haya salvado de la Gehena y mandado a purgar) le fuese a tirar de las patas. El problema del birritualismo se muestra a las claras: quien celebra esta esquizofrenia religiosa ya no sabe ni cómo llamar al centro de su oficio. Porque aquello cuyo nombre es “como sea que quieran llamarla”, no es otra cosa que el centro de la vida sacerdotal, o debiera serlo, al menos, antes que los blogs.
    Por otro lado lo que usted llama tradición litúrgica de la Iglesia en cuanto a las reformas de la Santa Misa, no fue otra cosa que los intentos de eliminar todo aquello que fuese a darle pasto a las herejías, conformando así un escudo ante las mismas. No es una evolución pacífica (¡qué términos en dedo de un sacerdote que leyó el Syllabus!) como usted llama, más bien lo contrario, redoble de esfuerzos ante las crisis que agitan la Iglesia. Pero como sostuvo san Pío X, la particularidad de la época que iniciaba durante su pontificado era la de una revolución desde adentro. Por éso no me llama la atención que usted haya soltado a santo Tomás de Aquino (“el Aquinate” como gusta nombrarlo) y haya agarrado de la mano a Hegel, para no dudar en sostener la venida de una síntesis litúrgica que le permita al conservadurismo revolucionario (no es una contradicción en los términos) mascullar latines mientras las monaguillas marcan el son de algún himno tradicional, como “Blowin’ in the wind”, seguramente acompañado de sudorosos danzarines en caso de visita ad limina, como suele hacerse en otras latitudes.
    El caso de la Fraternidad San Pedro muestra a las claras que se puede quedar uno afónico de tantas gárgaras latinas, seguir el misal romano de 1962 (habría que ver el veneno que le vertió Bugnini ya por entonces), poner cara de estampita y ser modernista. De todas maneras, el progresismo cristiano del cual hereda el pedigree se hizo al compás del gregoriano y enfundado en el hábito talar, lo mismo que el infame Concilio Vaticano II.
    Por último, lo felicito, su pedido dela síntesis de la evolución de los ritos me confirma sobre algunas sospechas acerca del sentido de la revolución anticristiana que penetró en los hombres de Iglesia: hacer un paso atrás para esconderse detrás de una máscara tradicional y un paso adelante para pescar con redes a la vez los neoleros más recalcitrantes y los modernistas nostálgicos.
    Otra cosa: por muchos Benedictos que cite, la Iglesia no hace agua, porque es in infalible. Son los hombres de Iglesia o bien los herejes y cismáticos que antes solapada y hoy desembozadamente quieren hundirla.
    Mejor sostener la tesis que proferir la síntesis

  • el febrero 21, 2022 a las 6:59 pm
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    De verdad he escuchado y leído comentarios sobre esta noticia. Yo viví con dolor Vat II, gracias al Señor y sacerdotes santos y guías consejeros pasamos ese revolcadero y pleitos y discusiones, licencias y laxitudes, como ahora, con todo el desresplandor de los medios, llanto y crujir de dientes. Nunca he vuelto a escuchar una misa en latín eran secretas. Pasé por muchas chabacanerías a-litúrgicas y malos testimonios. Pero el Santo Sacrificio de la Misa eso es y será hasta la parusía y si yo tuviese que recoger la Santa Forma del lodo con la lengua , de un chiquero, eso haría. No puedo poner condiciones, para mi lo importante es participar en la Santa Misa y recibir al Señor…vendrán tiempos Dios no quiera, tengamos que luchar para poder asistir a una misa y comulgar como en nuestra Cristiada.
    La nave de la Iglesia no hace agua y si aún así fuere, y con mala tripulación, quien la conduce es El Señor, estamos a salvo, el Espiritu Santo ilumina el viaje y al timonel que permite estar de turno…
    ¡PAZ Y BIEN! 🙏🇲🇽🌹

  • el febrero 21, 2022 a las 10:29 pm
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    Estimado Sr. Pablo Mignone:
    Le aconsejo que lea una buena historia de la misa, de algún autor anterior al Vaticano II. En la vieja editorial BAC había una de un autor alemán escrita en los años cuarenta. Lamentablemente no recuerdo el nombre del autor. Pero hay muchas más. Puede consulatr por internet el catálogo de la BAC.
    Creo que esto contribuirá a clarificar un poco sus ideas sobre la evolución del rito a lo largo de los siglos.
    Cordialmente.
    In Domino et Maria

    • el febrero 22, 2022 a las 10:42 pm
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      Estimado Padre Pablo Mignone: no fui yo quien escribió ese comentario hacia Ud. comentario, sino el conocido tomista y médico católico, Mario Caponnetto. Lo digo porque ud. comienza su respuesta dirigiéndose hacia mí, al parecer. Con su bendición. Padre Javier

      • el febrero 23, 2022 a las 9:46 am
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        ¡Qué pelotera!, mis disculpas, elimínense el encabezado y el final. O toda la respuesta, para lo que sirve, éxitos y mis bendiciones

        • el febrero 23, 2022 a las 12:21 pm
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          bien. Sigo su consejo. Borro todo

    • el marzo 10, 2022 a las 7:23 am
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      Muy estimado don Mario:
      El problema es que la Misa nueva es inventada. Por hombres, no una «evolución» -que no creo sea aceptable justamente por serlo- uniforme ni pluriforme del Rito Romano. Es puro invento; si hasta unos de sus redactores, el más tarde arrepentido P. Louis Bouyer admitió que había escrito una «plegaria eucarística» entera en una trattoría romana, un mediodía regado de buen vino… ¿Eso es una Misa…?
      El P. Gamber sostiene que la Liturgia es un regalo del Cielo, y al Cielo le agrada lo que del Cielo viene, que por regla general, se mantiene invariable e inmune a los cambios históricos y sus «evoluciones» (con «r» adelante). Más o menos eso. La Misa tradicional es considerada «misa romana» o «misa de San Pedro», por que su origen se remonta al Príncipe de los Apóstoles, según la Tradición. Y ya que la mentamos, digamos que una cosa es una «tradición viva» y otra una «tradición evolutiva», confusión en la cual cayó Juan Pablo II en su «Ecclesia Dei», donde afirma que la segunda es lo primero. Que esté viva significa que se nutre de la solidaridad entre generaciones, pero eso no excluye ciertos rasgos perpetuos de reconocible identidad, que permitirían a un hipotético discípulo del Siglo I, asistir a una Misa tradicional de hoy y hallarla de conformidad con la Liturgia católica. El concepto «evolución», tan caro a la filosofía fenomenológica, no encuentra lugar en la colección de accidentes aristotélicos. Las cosas del mundo varían y pasan, las de Dios, no pasarán nunca.
      Ahora bien y paso al segundo tópico tocado por Ud. Menciona una historia de la Misa publicada por la BAC en los años ’40 por un autor de apellido alemán. Espero que no esté citando a Josef Andreas Jungmann, sacerdote jesuita que compuso varias obras «sacha» litúrgicas, como V. Gr.: «El Sacrificio de la Misa» (en alemán es «historia de la Misa») o «El sacrificio de alabanza». Porque digámoslo de una: Jungmann era un terrible modernista que abogó por reformar la Misa y, cómo no, fué un eminente «reformista» antes ya del Concilio intentando demostrar que era, ante todo, un acto pastoral y no, primeramente, sacrificial y oblativo, que es uno de los elementos esenciales de la Misa, para poner por lo alto el sentido de «alabanza», a la manera protestante. Muchos estudiosos han hallado gruesos errores en la «historia» labrada por Jungmann y que demuestran que su relato no refleja la realidad, sino su ideología tendenciosa e interesada. La BAC le dedicó una edición de mil y pico de páginas allá al comienzo de los ’60; y por esta razón muchos desprevenidos nunca se avisaron acerca del sentido revolucionario de la obra, entre los cuales no dejó de destacar su joven compatriota y tocayo J. Ratzinger (quien más tarde siguió otro camino, prologando libros de Klaus Gamber).
      Él más que otros (que los hubo, attenti, como el P. de la Taille) pretendió «desmitificar» la Misa, aduciendo sin prueba alguna, que lo principal de su contenido era obra de los fieles a través del tiempo; y lo que los hombres habrían creado, los hombres podrían modificar… No se contradecía, pues sostenía que la Misa era no Sacrificio de Cristo para la Salvación del mundo («mundo» en sentido bueno), sino el sacrificio «de los fieles» a Dios. Sacrificio de alabanza… Luego, negábase que fuera verdadera «inmolación»; expresamente lo negaba (Jungmann: The Mass of the Roman Rite, vol. 1, p. 184, por supuesto en inglés, pero no tengo otra). Si no era Sacrificio de Cristo ni inmolación (Jungmann entra en el juego de conceptos entre «inmolación» y «oblación», que ya había resuelto alguien más «piola» que él: S.Th. IIIª, q. 83, a. 3: toda inmolación es una oblación, pero no al revés, y que Lutero había repropuesto), el sacerdote venía sobrando, pues la Misa era el Sacrificio «de la Iglesia», del pueblo de Cristo. Y esto sucedía, en días en que se leía con avidez la Encíclica de Pío XII que dice exactamente lo contrario, Mediator Dei.
      Con esta … cantinela, sostuvo que el trascurso de las edades había deformado el sentido prístino de la Misa, que era el que él decia, y que había que volver a él mediante un a reforma. Listo el pollo.
      Así que espero que no le haya recomendado al señor Mignone (a quien no conozco) ese libro que, por casualidad o por Providencia, vése asociado al motivo de esta conversación y al desbarre mayúsculo que fue la Reforma llamada injustamente «del Concilio Vaticano II».
      Por último me permito recordar que hay dos terrenos en los cuales la herejía modernistas ha cosechado innegables triunfos: el Litúrgico, con sus aporías de juguete y su «relato» adosado (y los resultados presentes, claro) y el Bíblico, con el triunfo casi completo del método exegético «histórico crítico», que ha hecho trizas el mensaje de las Sagradas Escrituras, tamizado por los «especialistas» que, como decía Castellani, llevan a los Evangelistas a un bar a ver si se emborrachan y se contradicen.
      Con mi invariable y permanente admiración y afecto

  • el febrero 22, 2022 a las 6:36 pm
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    En la misma línea que Ud., dr. Caponnetto, aconseja al Sr. Mignone, yo también recomendaría la obra del P. Marín Solá, también por BAC, «La evolución homogénea del dogma católico». In Christo.

  • el febrero 22, 2022 a las 10:20 pm
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    Es buena noticia esto cuando a tal o cual se lo prohiben ?

    Hay que estar contentos como en la foto cuando al resto se la prohiben ?

    Artimañas!

    Divide y triunfaras.

  • el febrero 23, 2022 a las 7:41 pm
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    No es buena noticia padre Olivera porque reconocer a Bergoglio como papa es perdición, al margen de vetus, novus, vernácula, latín, ad orientem y todo lo que se nos ocurra.
    El único papa sigue siendo Benedicto XVI porque su renuncia fue canónicamente inválida al haber sufrido un golpe de estado dado por Bergoglio y su camarilla. Benedicto hizo una declaración de sede impedida y jamás renunció al munus. Pero como él está preso y vigilado, tiene que hablar en código Ratzinger. Lea las profecías, empezando por Zacarías hasta las de la Virgen de Umbe. Y que no te la cuenten.
    Flaco favor hacen siendo ambiguos en este tema crucial. El cura que en 2022 no se esté chocando de frente con la iglesia de Bergoglio es porque está siendo arrastrado por ella hacia su perdición, y con él el rebaño. Rebaño que es de Cristo, no suyo ni de Bergoglio.
    Atentamente
    Agustín Aranda

    • el marzo 13, 2022 a las 4:15 am
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      Completamente de acuerdo.

  • el febrero 24, 2022 a las 10:23 am
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    La idea de hacer una nueva reforma litúrgica que unifique lo nuevo y lo viejo, me hizo acordar a un chiste que leí cuando era chico. Decía así:

    – En nuestro pueblo, teníamos problemas y peleas entre católicos y protestantes. Asi que un día nos cansamos y creamos una iglesia que nos uniera a todos.
    – Que bién!! ¿Así que ahora tienen una sola iglesia?
    – No. Ahora tenemos tres.

    Francamente, y sin creer que el rito novus ordo sea intrinsecamente malo, creo que el vetus es mejor. Y a Dios hay que darle lo mejor. Hacer un rito nuevo, por muy bueno que sea, solo sirve para complicar. «Lo sencillo promete éxito», me decia siempre mi padre.

Comentarios cerrados.

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