La Virgen de los inocentes: el bronce hecho vida de la escultora Daphné du Barry

Una clásica incorrecta

Daphné du Barry es una artista holandesa muy conocida para un sector del arte contemporáneo aunque silenciada por otros que no comparten su obra. Personalmente había visto algunas de sus esculturas ignorando por completo a la autora, hasta que en septiembre del 2019 saltó una polémica en su contra a raíz de una imagen de la Virgen María que tuvo bastantes ecos en Francia e hizo que me interesara por ella, descubriendo a un verdadero genio del arte.

Nacida el 5 de julio de 1950 en Arnhem, Países Bajos, creció en su ciudad natal hasta que terminó el secundario; luego entró en la universidad de Múnich para estudiar lenguas, que en una segunda etapa perfeccionó en Montreal. Por esta razón, además del lenguaje plástico, Daphné habla perfectamente ocho lenguas de corrido. Al mismo tiempo, profundizó literatura moderna en la Sorbona y a partir de 1971 frecuentó asiduamente a Salvador Dalí, quien la inició en el mundo artístico. Fue en la casa del famoso pintor que ella conoció a su futuro esposo, Jean-Claude Du Barry, un célebre crítico de arte. Tuvo un breve período como cantante pero se dio cuenta que no era lo suyo y terminó estudiando dibujo en París con un excelente maestro húngaro, Akos Szabo.

Años después, ya en Italia, se convirtió en discípula de uno de los más famosos maestros de escultura figurativa clásica, Marcello Tommasi, quien rápidamente captó el potencial artístico de su nueva alumna y la hizo inscribir en la Academia de Artes de Dibujo en Florencia donde finalizó su carrera.

Daphné esculpiendo “El ángel de la concordia”.

Actualmente Daphné du Barry se ha convertido en una de las mejores representantes femeninas del estilo figurativo clásico de toda Europa. Plasmando en el mármol armoniosas figuras humanas, cuerpos bellos inspirados en una proporción ideal, especialmente por el contorno de sus formas y la expresión de transcendencia que le da una impronta única a toda su obra.

Sin conocerla mucho, basta cliquear su nombre en “google imágenes” para sorprendernos por la variedad inagotable de temas tratados: profanos, históricos y religiosos de todo tipo y tamaño representados sin apartarse de la unidad de su estilo bien realista: personajes a caballo o tocando música, jóvenes en bicicleta o lavando ropa, ángeles alados, bailarinas en hamacas, enormes crucifijos, santos de todos los tiempos y hasta… niños no nacidos. A decir verdad, logra un movimiento que da vida al bronce y cautiva desde el primer instante. Quizás por ello, le han encargado esculturas de todos lados del mundo, desde Hong Kong a EEUU, pasando por Francia…, que es lo que más nos interesa aquí.

San Juan Bautista, santa Hildegarda de Bingen y el beato Charles de Foucauld.

Y por encima de todo esto, Daphné es una católica practicante, a quien poco y nada le importa la estigmatización que haga de ella el actual establishment artístico impulsor de lo feo, lo malo y lo falso. Convencida de evangelizar por el camino de lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero, o sea por la via pulchritudinis, se podría decir que su temática ha ido in crescendo… hacia lo religioso y lo políticamente incorrecto. Hecho que le ha dado fama, y de la buena, en los pequeños círculos católicos.

Sin duda que su realismo artístico le viene de una cosmovisión profunda del mundo y de su misión como escultora en pleno siglo XXI. En efecto, para esta artista neerlandesa el arte y la belleza no son algo “relativo”, cualquier cosa que se haga, “la expresión de lo simple” como suelen decir por ahí con el fin de justificar cualquier  representación blasfema. Para escándalo de muchos colegas, Daphné hace suya la divisa de Dominique Ingres sobre la definición del “arte”, que da mucho para meditar: “No hay dos artes, sino solo uno: el que tiene por fundamento la belleza eterna y natural”.

Veamos ahora si cumple con su divisa, mostrando algunos ejemplos de su monumental obra que gira alrededor del bronce y la belleza.

D’artagnan al ataque!

En agosto del 2015 se inauguró en la plaza central de Lupiac (Francia) una estatua ecuestre de D’artagnan con motivo de los 344 años de la muerte del famoso mosquetero, que su ciudad natal quiso inmortalizar.

Luego de una estricta selección, las autoridades locales terminaron encargando el proyecto a la artista holandesa, quien los sorprendió con una obra en tamaño natural de increíble movimiento y agilidad. Asimismo, Daphné dejó su marca personal al esculpir el rostro del mosquetero inspirándose en el de su marido, que acababa de fallecer.

A los pies de la escultura puede leerse: “Charles de Batz de Castelmore D’artagnan, Capitán-lugarteniente de mosqueteros del rey, nacido en Lupiac alrededor 1610-5, muerto durante el sitio de Maastricht el 25 de junio de 1673”.

La leyenda se mezcla con la historia pues actualmente la escultura de Lupiac se ha convertido en el punto de partida de la “ruta ecuestre de D’artagnan”; un largo itinerario que atraviesa el país de sureste a noroeste y que algunos mosqueteros modernos se han animado a recorrer a caballo… vestidos como en el siglo XVII y ¡hasta con espada, capa y penacho en el sombrero! Francia da para todo. 

Mosqueteros del siglo XXI listo para recorrer el itinerario (en rojo) del legendario D’artagnan.

Un gigante alado

Esta escultura fue un auténtico desafío por su tiempo, peso y medida. Hasta el momento es una de las más grandes que ha realizado: un ángel de 4 metros de altura que le llevó más de dos años de trabajo, finalizado en bronce… y con un peso de 2 toneladas. Y ni hablar del traslado desde su taller de fundición en Toscana hasta la puesta final en un sitio colosal de EEUU.

Daphné en plena acción en su taller de Toscana.

El destino de esta monumental obra fue la cúpula de un campanario de 30 metros en Orleáns (estado de Massachusetts) que permite contemplarla desde lejos. “El ángel de la concordia” fue encargado por una comunidad religiosa americana, Community of Jesus, para que custodie la ciudad desde las alturas y proteja especialmente a los marineros del Cabo Cod.

Y ahí lo vemos, imponente, cumpliendo invisiblemente su función celestial.

“El ángel de la concordia” custodiando Orleáns desde la cima del campanario.

El bautismo de Francia

Allá por 1996… Francia se acordó que en los albores de la Cristiandad había nacido católica gracias a la conversión del rey Clodoveo y de todo su pueblo en la Navidad del año 496. Fue el obispo san Remigio quien los bautizó, luego de que los francos obtuvieran una victoria milagrosa en la batalla de Tolbiac (de la cual ya hemos hablado aquí y https://www.quenotelacuenten.org/2018/12/29/el-misterio-clodoveo-de-philippe-de-villiers-entrevista-ante-nuevo-libro/ y aquí: https://www.quenotelacuenten.org/2019/02/05/el-bautismo-de-clodoveo-rey-de-los-francos-soeur-marie-de-la-sagesse-tr-de-philippe-de-villiers/)

Mil quinientos años de historia habían pasado y se debía conmemorar el milagro fundacional de la conversión de Francia como nación, hecho que le dio el indiscutido título de “Hija Mayor de la Iglesia”. Previendo este acontecimiento, Daphné diseñó un prototipo en miniatura que tuvo la oportunidad de presentarle personalmente al Papa Juan Pablo II durante la visita que el Santo Padre hiciera a Reims en 1996. En ese inolvidable encuentro, la artista recibió no sólo la bendición de Su Santidad, sino también el placet para llevar a cabo “El bautismo de Clodoveo”.

Daphné presentando a Juan Pablo II su proyecto.

Tiempo después, la estatua ya estaba lista, con 2 metros y medio de altura, para ser bendecida y erigida in situ, frente de la majestuosa catedral de Reims donde casi todos los reyes de Francia fueron coronados y donde justamente, los arqueólogos venían de descubrir los vestigios del histórico baptisterio que había sido testigo del bautismo del rey franco y todo su séquito. ¡Mejor lugar, imposible!

Sin embargo, a último momento, se levantó en contra la voz del alcalde Jean Falala quien juzgó “inadecuado” el privilegiado lugar ya que se daría demasiada relevancia pública a un hecho que la República francesa no reconoce como acto fundacional. No olvidemos que la fiesta nacional se festeja oficialmente el 14 de julio, conmemoración de la sangrienta toma de la Bastilla en 1789. Y desde un punto de vista liberal, la posición del funcionario era entendible, pero lo incomprensible del caso fue que las autoridades eclesiásticas también juzgaron “inconveniente” el sitio elegido, aggiornándose a la visión laica del alcalde de turno.

En fin, después de varias idas y vueltas, el pobre Clodoveo y san Remigio terminaron bastante más lejos de lo previsto, donde Falala decidió: en un costado trasero de la basílica de san Remigio y punto. Y el arzobispo de Reims, para no entrar en polémica con el dogma de la laicidad republicana, obedeció la orden sin chistar.

San Remigio bautizando a Clodoveo.

 Y ahí quedaron hasta hoy día, medio escondidos pero interpelando al público desprevenido, y al clero acomodaticio, con las palabras de san Juan Pablo II durante su visita apostólica a París en 1980: “Francia, hija primogénita de la Iglesia, ¿qué has hecho de las promesas de tu bautismo?”.

Oda marial a la vida

Además de ferviente católica, Daphné es muy mariana, devotísima de la Virgen a quien ha representado en diversas ocasiones; ya sea alzando al Niño Jesús o sosteniéndolo en sus brazos como la Pietà. Incluso tiene tallas increíbles de Cristo crucificado o llevado yaciente al sepulcro donde muestra un conocimiento profundo y un dominio absoluto de anatomía humana.

La Virgen y el Niño Jesús para la basílica de Pollino (Italia) y miniatura de Cristo yaciente.

Sin embargo, la talla más polémica que desató el escándalo fue “La Virgen de los Inocentes” por su temática originalísima y también por la historia personal de la artista: “Un día Nuestra Señora me inspiró hacer algo por los inocentes que no podían defenderse, estos niños que no llegaron a nacervi cómo Ella lloraba y los quería llevar en su regazo al cielo”. Esa primera inspiración, se volvió cada vez más clara y nítida a tal punto que no hubo lugar a dudas: “el año pasado recibí de la Virgen María una locución interior que me exhortó a hacer el monumento. Respondí: ‘Fiat voluntas tua’ y me puse manos a la obra”.

Obedeciendo al pedido celeste, bosquejó emocionada una Virgen que tenía a sus pies siete bebés no nacidos, un número simbólico y sagrado, que en este caso personifica cada uno de los continentes pues el aborto es un genocidio mundial. Las criaturas estaban en posición fetal, tal como se encuentran en el vientre materno pero con el cordón umbilical cortado, sin ligazón con su madre terrena, ya que por alguna razón se les ha truncado la vida. Y es justamente la Madre del Cielo quien intenta religarlos consigo.

La miniatura de la escultura quedó en un rincón del taller, sin poder pasar al acto hasta encontrar algún Mecenas comprometido que se anime a financiarla… Tiempo después apareció la elegida: Liana Marabini, una amiga católica y admiradora de la obra de Daphné, quien la visitó y quedó tan prendada por el significado de la imagen que le compró el prototipo. Y la Virgen hizo el resto…  

A principio de 2019 Liana, promotora de exposiciones y propietaria del “Gran Hotel de los Embajadores” en Menton (plena Costa Azul de Francia), volvió al ataque, apostando por más. Y sin temor a futuras represalias, le encargó “La Vierge aux Innocents en tamaño grande para poner nada menos que en ¡la puerta de entrada de su hotel de lujo!

Sin dar tiempo a un cambio de opinión en semejante propuesta, Daphné comenzó a cincelar, rezando y llorando como una Magdalena desde el principio hasta el fin. “Para mí esculpir los fetos fue un mar de lágrimas…, llantos de impotencia ya que me puse en la piel de estos niños que nunca verían la luz”, cuenta todavía dolorida. De hecho, la terminó de rodillas, dando los últimos retoques al rostro de María.

Daphné terminando la Virgen en su taller para ser puesta en la entrada del Hotel.

Esta estatua ha sido creada para que las mujeres, y también los hombres, sean conscientes de que la vida es valiosa y sagrada. No he querido juzgar a nadie. La obra representa el homenaje de la Virgen a los inocentes que nunca han nacido. María los abraza, los acoge con misericordia porque ella es sólo amor: no juzga, no condena, sólo sufre y llora. He querido transmitir un sentimiento de misericordia, compasión y consuelo a través de la imagen de la Virgen, que acoge y cuida a estos pequeños”.

Fue inaugurada en octubre del año pasado durante la primera exposición Bienal de Arte Contemporáneo Sagrado organizada por el hotel de Liana y puesta al costado de las escalinatas de la entrada… Todo un reto en bronce a la cultura de la muerte.

 Paradójicamente, el suntuoso hotel se ha trasformado ahora en centro de peregrinación gracias a esta imagen que invita al arrepentimiento y transmite esperanza. A menudo se ve gente rezándole de rodillas, dejando flores o algún rosario a sus pies y hasta pequeños papelitos con mensajes escritos. Y no es para menos, en la placa puede leerse que la obra está dedicada a todos aquellos que quieran alcanzar la paz interior: “Mujeres que abortaron y se arrepienten, parejas que tienen dificultades para procrear o familias que tienen problemas con sus hijos, encontrarán en esta Virgen escucha, afecto y perdón”.

Mucho ruido…

Como podemos imaginar, semejante obra desató la cólera furiosa de las hordas feministas LGBT y demás yerbas, que tomaron esta “provocación artística” como una “escultura anti-aborto”. Puntalmente, la coordinadora local de Planning Familial, Claire Morracchini, denunció que Daphné utilizaba el arte “para hacer que las mujeres se sientan culpablesy pidió a la Municipalidad el retiro inmediato de la escultura del espacio público. Y como no pasaba nada, armó un circo secundada por una paupérrima manifestación de idiotas útiles que se prestaron para obscenidades grotescas en la vereda, representando la inauguración de “nuestra señora de la libre elección” con una pobre joven que usaron de pseudo-estatua para hacer el ridículo pintándola del color feminista y exponiéndola en topless.  

Manifestantes feministas al grito de “mi cuerpo, mi elección” frente a la escultura.

 Más la holandesa les respondió con altura: “Mi deseo es transmitir compasión y consuelo. Hice la estatua para que se tome conciencia de la belleza de la vida y de la tristeza que supone perder un hijo antes de su nacimiento, independientemente de la motivo. Un niño es un don de Dios. Para mí es algo muy especial, pues yo no pude tener hijos. Simplemente he querido ofrecer un testimonio del milagro que representa la vida y cuántos niños no nacidos podrían haber sido genios”.

Además, siguiendo el consejo evangélico, Daphné y Liana fueron más astutas que las serpientes, conviniendo poner la imagen a la vista de todo el mundo, pero en zona privada perteneciente a la propiedad hotelera; ergo las autoridades públicas, por muchas ganas que tengan, no pueden retirarla. Mucho ruido y pocas nueces para los hijos de las tinieblas que aun siguen rugiendo.

Posiblemente la historia no termine aquí, pues para preocupación de las abortistas, la artista neerlandesa sigue teniendo inspiraciones que podrían hacerse realidad: “Me gustaría, si Dios quiere, hacer una estatua aún más grande, de manera que se convierta en algo muy importante, un lugar de peregrinación. Dios decidirá y la Virgen me ayudará”…

En ese caso, se la tendríamos que encargar para la Argentina, justo en estos momentos de debate herodiano para aprobar “democa-cratricamente” el asesinato de los no nacidos. Y, ya que estamos, podríamos instalarla frente a la Casa de Gobierno, donde hasta hace poco estaba el “incómodo” descubridor Cristóbal Colón, de tal forma que la “Virgen de los Inocentes” le recuerde a sus ocupantes que si han logrado llegar hasta ahí es justamente porque sus madres decidieron permitirles ver la luz y no “interrumpieron” su embarazo.

En fin, hay otra escultura políticamente incorrectísima que Daphné inaugurará en breve, pero la dejamos para otro post de que no te la cuenten,

Hna. Marie de la Sagesse Sequeiros, S.J.M.


Sitios consultados:

– La Vierge aux Innocents. Programa : Perles de Culture n°226 – TVL. https://www.youtube.com/watch?v=XIE3nCeTg9Q

– http://www.daphne-dubarry.com/monuments-daphne-du-barry.html

– https://carifilii.es/nuestra-senora-de-los-inocentes-escultura-virgen-acoge-amor-no-nacidos

 


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6 comentarios sobre “La Virgen de los inocentes: el bronce hecho vida de la escultora Daphné du Barry

  • el diciembre 28, 2020 a las 11:47 am
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    Es curioso lo de Cristóbal Colón.

    Será para hacer olvidar que la gran mayoría de los argentinos descienden de los conquistadores, de los colonos y de los inmigrantes italianos y que el genocidio indígena lo causaron los supremacistas racistas masones para robarles sus tierras en nombre de la libertad, de la igualdad y la fraternidad y del progreso, la ilustración y el librepensamiento.

    Aquí vemos la importancia del marxismo sionista cultural para dar gato por liebre a la ciudadanía y como funcionan las técnicas de modificación del pensamiento (Goebbles: «cualquier mentira repetida lo suficientemente se convierte en una verdad»)

    Lo cual indica claramente la opinión que tienen los corruptos políticos del ciudadano que les vota.

    (evidentemente porque les votan; más claro, agua)

  • el diciembre 28, 2020 a las 12:02 pm
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    Francia no ha sido llamada «hija mayor de la Iglesia» sino «hija primogénita», pues es la primer nación que se convirtió al catolicismo tras la desmembración del Imperio romano y ese triste día en que «el mundo se despertó arriano».
    Los hijos mayores de la Iglesia……….. sabrá Dios en qué andarán.

  • el diciembre 28, 2020 a las 6:00 pm
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    Perdón: la ruta de D’Artagnan – así como figura en el mapa – es del suroeste al noreste y no como dice el artículo («un largo itinerario que atraviesa el país de sureste a noroeste»). Corríjame si me equivoco.

    Juan.

  • el diciembre 28, 2020 a las 8:59 pm
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    Excelente!!!!! Y que buena idea de tener en Buenos Aires una escultura sobre tan candente tema. Dios lo permita y se realice este deseo

  • el diciembre 29, 2020 a las 9:28 am
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    El mensaje, mismo del artista, refleja expresión de Fe, promover valores humanos.
    Sostuvo la escultura Daphné du Barry «…Un niño es un don de Dios…»

  • el diciembre 29, 2020 a las 7:34 pm
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    Excelente la nota. Dios bendiga abundantemente la obra la obra de esta escultora,

Comentarios cerrados.

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